La importancia del video en los espectáculos

La integración de video a un espectáculo es relativamente nuevo, si tomamos en cuenta que hay espectáculos desde hace más de dos mil años; en la antigüedad, los espectáculos eran en teatros al aire libre y pasados algunos siglos, por lo general se buscaba tener un fondo que fuera bonito, llamativo, algo así como telones de fondo o las llamadas piernas, que incluían gráficos para dar una sensación de profundidad a los escenarios. Tiempo después, se comenzaron a proyectar sombras en movimiento y fotos fijas (con proyectores de acetato ). Ya en la era moderna (por así llamarla), se comenzaron a usar proyectores de cine con diferentes tipos de lente, con lo que ya habría movimiento en la parte trasera y las piernas también se convirtieron en áreas de proyección, dando así sensación de profundidad a los espectáculos. Posteriormente, con tecnologías de video proyección), los espectáculos ampliaron sus recursos para hacerse más interesantes, incluyendo video proyección en fuentes de agua y mapping en personas, objetos o fachadas.

La creatividad como inicio

La música es una forma de expresión que cuenta una historia, nos transporta a momentos, situaciones o lugares. La iluminación en los espectáculos ayuda a cumplir ese cometido (en el mejor de los casos), y ahora que el video está cada vez más presente en los espectáculos, también debería tener el cometido de acentuar o contar la historia, trasportarnos, transmitirnos, envolvernos. En los espectáculos modernos todo esto va de la mano y todo es igual de importante (música, audio, video e iluminación ), y si alguno de estos puntos no es de buen nivel profesional, el espectáculo terminará demeritándose.

Sin importar que tengan la mejor pantalla de LED y los mejores video proyectores, si su contenido de video es malo (no me entiendan mal, es importante tener un equipo que pueda reproducir perfectamente y de la mejor calidad su contenido de video, pero si éste es de baja calidad o sin creatividad, o fue seleccionado sin cuidado, entonces lo que sucede es que su show se desprestigiará y puede llegar al nivel de ser horrible), muchas veces es mejor no tener video, ya que no cumplirá con su cometido. Es mejor tener un excelente audio e iluminación y que estos en conjunto nos transporten y nos hagan vibrar.

Primero hay que tener creatividad; si no contamos con ella, hay que contratar a quien sí la tiene y que pueda expresar lo que deseamos transmitir en el video. Segundo, es muy bueno que nuestro contenido fuera original para cada canción y cada momento en ella; en este punto llegamos al tema del presupuesto (sin embargo, me ha tocado ver shows que sí lo tienen y su contenido no lo refleja). Tercero, si no existen los recursos económicos, para tener un contenido original en cada momento de la canción, existen sitios web donde se puede adquirir contenido, desde fotos fijas, videos y demás. Ya me imagino lo que estarán pensando: “Pero así no soy original, soy una copia”, pero para eso sirven los servidores de video (sound:check magazine núm. 229, septiembre 2017), con los que podemos alterar y modificar los contenidos de video que compremos; podemos solapar dos o tres contenidos de video y así crear uno acorde a nuestras necesidades; podemos incluir fotografías propias y videos propios y hacer las modificaciones que consideremos pertinentes. Con esto vuelvo al primer punto: la importancia de la creatividad y agregar pasión por lo que se hace.

Lo esencial de un show integral

Gracias a los avances y la tecnología con la que cuentan los servidores de video, son la mejor forma (a mi punto de vista), de integrar el video a un espectáculo, ya sea que corra en línea de tiempo, disparado vía DMX, MIDI,SMPTE, porque el video siempre estará a tiempo con la música. El espectáculo siempre correrá igual, por lo que es indispensable armar los tiempos y amarrar con la parte de dirección musical y producción los tiempos, sin dejar a un lado la creación de contenidos y lo que escénicamente está sucediendo sobre el escenario; todo lo anterior, sumado a las experiencias interactivas reflejadas en video, se ha logrado una integración completa con el público, la automatización con movimiento y demás. Pero que quede claro: el contenido va de la mano con la música e iluminación, y las dos o tres partes en conjunto hacen que sea un gran show. Uno podrá ser muy bueno programando una consola de luces, un video servidor, ser excelente en redes y conectar el audio, video e iluminación, que todo funcione de maravilla (esto nos hace ser buenos o excelentes técnicos), pero creativos conozco muy pocos. No estoy seguro si la creatividad se aprende, pero de lo que sí estoy seguro es que si nos cultivamos más tendremos mejor gusto. ¿A qué me refiero con esto? Ir a museos, ver libros de artistas, ver más la naturaleza (que nos enseña mucho); viajar, ver, observar, estar en constante búsqueda de la innovación. Toda nuestra vida es una película ahora hay que saber como transmitir nuestros sentimientos. Una cosa es querer transmitir un sentimiento y otra es saber hacerlo efectivamente e integrar el video es saber transmitir sentimientos efectivamente.

A continuación, hago una recopilación de las opiniones de algunos colegas míos en la iluminación y la industria del espectáculo (no necesariamente en el ámbito de las luces, pero con vasta experiencia en el trabajo en shows), mismas que me parecen muy interesantes de compartir:

“La integración del video en los riders se da como resultado de varias aristas; entre ellas, la necesidad de expresar visualmente el concepto de una u otra canción o la inquietud de los promotores de ofrecer a la audiencia un acercamiento con los artistas, más allá de lo auditivo. Técnicamente, lo complejo es compatibilizar los diseños de iluminación y la capacidad de carga de los escenarios tipo ground support para ‘soportar’ las pantallas.

Sandro Arellano, responsable del área de iluminación de OCESA PRG.

“Desde hace mucho tiempo, los artistas (músicos, compositores e intérpretes), empezaron a concebir su expresión artística acompañada de un extra que lograra comunicar mejor su mensaje; ese extra fue algo multimedia: comenzaron a acompañar la música con efectos de iluminación, empezaron a tener cambios de vestuario volviendo más teatral su presentación y demás.

En tiempos recientes y gracias a los avances con la tecnología LED, esa parte multimedia fue adoptando al video, creando un impacto que acompaña la interpretación del artista y a veces volviéndose la parte central que acompaña su música. Las posibilidades son infinitas a través del video, ya que con este es posible contar una historia con imágenes que vaya acorde y acompañe la pieza que se interpreta.

Hay mucha gente que entendió a la perfección la herramienta del video y rápidamente la acopló a sus gira; muchos grupos se han destacado por tener una visión multimedia que acompaña su música y crean un concepto que va de la mano con la iluminación. Ojalá esta área tan importante no pierda su frescura y se mantenga original; es desilusionante ver cómo algunas personas usan los mismos visuales para cualquier canción sin importar el género, es triste que mucha gente no sea creativa y tenga que comprar sus visuales, mismos que cualquier gente puede adquirir.

Sin embargo, y llegando a lo que quería expresar, siento que lo ideal es que el video y la iluminación se complemente y no parezca que se trata de una pelea para ver quién puede más; no creo que el cerebro humano pueda procesar tanta información que llega simultáneamente y aparte esa información visual debe servir para reforzar la pieza que se interpreta y no para ser la estrella en sí del espectáculo; en mi experiencia, he visto mejores conciertos (hablando de la parte visual), cuando el operador de iluminación también es el encargado de video.

Por último, espero que se capacite más la gente que opera una cámara o un switcher en el circuito cerrado, que se preocupen por averiguar qué es lo que pasa en el escenario, logrando hacer un guión y que dejemos de ver imágenes del bajista mientras suena un solo de guitara, o que veamos a los artistas parcialmente decapitados en las tomas”.

Rodrigo López A, ingeniero de sistemas de varios artistas y eventos, consultor de Waveroom, impartidor de cursos en Mixtlán, especialista de producto de Digico.

“La integración de video dentro de los shows da una oportunidad de enriquecer enormemente un escenario. Si consideramos que el video es luz e imagen compuesta, contamos con una herramienta que sólo el imaginario puede detener. Ya sea para fondear, dar perspectiva, remarcar, sorprender o interactuar, el video llega a sumar lo que podemos generar en nuestro lienzo. El contenido y las soluciones técnicas dan un giro al dialogo con lo que sucede en escena. Tan bueno puede ser un efecto, como el necesario negro para arropar un show completo”.

Eliuth Herrera, Kardia Producciones y Kaijus vs Robots.

“Creo que ahora mismo (2018), la tecnología ha progresado de forma extraordinaria (luces móviles de todos tipos y sabores, lúmenes, temperaturas, proyectores y pantallas de LED de todos los tamaños y formas habidas y por haber, con resoluciones asombrosas), y en muchas ocasiones la tecnología de video (tamaño, brillo, resolución, contraste) es extraordinaria, pero el contenido es simplemente mediocre. De cualquier forma, veo que en más del cincuenta por ciento de los shows de hoy, el presupuesto técnico es espectacular, y creo (es mi opinión personal), que cada uno de los responsables de las diferentes disciplinas visuales (iluminación, video, lásers, pirotecnia, por ejemplo), quiere demostrar que es el mejor, y es verdad que muchas veces el contenido de video es espectacular y también la iluminación (y eso de principio está bien), pero (parece que siempre debe haber un indeseado pero), yo tengo la impresión de que en más de la mitad de los shows que veo, no hay un director (como en una película, por ejemplo), y entonces me parece que el video y la iluminación no son parte del mismo guión (como si en un grupo musical cada uno de los músicos tocara una canción diferente). Entonces supongo que se debe guardar el ego en un cajón (lo cual debe ser muy difícil), y entender que el show no es solamente el video, ni la iluminación, ni el sonido, ni la pirotecnia, ni los lásers, ni el humo. El público va a ver al artista a quien admira y quiere pasar un buen momento, quiere disfrutar el show, de manera que todos son engranes de un mecanismo y todos deben interactuar correctamente con los demás”.

Mauricio Ramírez “Magú”, Senior Technical Seminar Instructor, Meyer Sound

Para más información sobre el tema, pueden consultar: www.treatmentstudio.com y momentfactory.com/reel

Quiero agradecer en este artículo a Eliuth, Sandro, Mauricio y Rodrigo por sus acertadas opiniones, así como a High End systems, Avolites y ETC por sus fotografías.

¡Hasta la próxima!

*Cuenta con treinta años de experiencia en el medio de entretenimiento. Comenzó su carrera en iluminación y amplió sus conocimientos en audio y video, siendo actualmente instructor de los video servidores D3 y consolas de iluminación Hog.