De profesión economista, Jaime no tenía planeado que podría aplicar ese conocimiento en el ámbito de las compañías de renta de equipo profesional e instrumentos musicales para el espectáculo. Sin embargo, le tocó acompañar el periodo de estructura en ese ámbito al incorporarse a las filas de Música Moderna, ver la evolución en Zignia y, consolidarse ahora con la dirección general de Equipos Apolo. La profesionalización de la Industria de la Música y el Espectáculo también se observa en los procesos de las compañías de renta y promotoría y de cómo ha vivido ese camino, a continuación nos cuenta Jaime.
Música Moderna fue mi universidad, la mejor que pude haber tenido en Producción, y operar después un foro como la Arena Ciudad de México, acondicionada para una gran variedad de espectáculos, me ocupó de manera distinta, porque también debes considerar la experiencia para el público”.
El camino de las circunstancias
“Es muy curioso, por cosas de la vida, yo entré a esto de rebote”, recuerda para iniciar este recorrido Jaime. “Tengo unos familiares a los que quiero mucho, la familia Pérez González, de quien soy sobrino y cuando vine a vivir a México de Guadalajara, me ofrecieron trabajo. Tenían un negocio bien estructurado y en crecimiento, diríamos 360, porque vendían desde una plumilla o una cuerda, hasta rentaban equipo para los grandes conciertos que hacíamos. Ese negocio era Música Moderna”.
Jaime llegó con la carrera en Economía concluida, por lo que sus tareas se centraron en ello: “Empecé con lo administrativo, nada técnico, sino la contabilidad: pagos, facturas, cobranza y demás. Así duré dos años y me fueron llamando mucho la atención los equipos, porque veía llegar los tráilers para cargar de El Buki, Juan Gabriel, Pepe Aguilar y muchos otros. Me parecía muy interesante y hasta pensé en estudiar Ingeniería o algo relacionado, pero la verdad es que la Economía me gustaba mucho y más bien quise ver qué podía aplicar acá y empecé en logística e inventarios. Eso me sirvió muchísimo, porque me familiaricé con los equipos y eso me permitió también hacer las cosas en ventas, porque ya sabía de bocinas, luces y todo eso. Luego, en el área de logística, pude determinar cómo se hacía la elección de equipos para los conciertos, el staff que lo cubriría y toda esa parte de planeación. Quienes nos dedicamos a esto debemos tener ese conocimiento, para poder vender a los productores y promotores, que son los principales clientes”.
Jaime no duda en afirmar que Música Moderna le dio el equivalente a una carrera universitaria en producción de espectáculos (algo que no existía en nuestro país), pues llegó a manejar las cuentas de artistas como Camila, Gloria Trevi y Pepe Aguilar, y también para marcas de autos y consumo.
Profesionalizar la pasión
Vino entonces un momento de pausa en el que culminó el paso de Jaime por Música Moderna y balanceó si quedarse en el espectáculo o enrolarse en la economía, cuando llegó la invitación para integrarse en la que sería su maestría: la Arena Ciudad de México: “Grupo Zignia inauguró la Arena Ciudad de México en febrero de 2012 y nombraron a Paco Paz Botello director de Producción de Zignia. Paco es una extraordinaria persona, mi senséi de todo, y me llamó para ser el gerente de Producción de la Arena”.
“Ahí pude hacer todo tipo de shows; algunos que no conocía, por ejemplo, los eventos deportivos como los juegos de basquetbol de la NBA, los Monster Truck, el Ringling Brothers, Disney On Ice y la pista de hielo. Todo eso fue como mi maestría. Música Moderna fue mi universidad, la mejor que pude haber tenido, y operar después un foro como la Arena Ciudad de México, acondicionada para tal variedad de espectáculos, te ocupan de manera distinta, porque también debes considerar la experiencia para el público, que escuche y vea bien; los accesos, la pauta comercial, cosas muy detalladas que nunca había visto porque no les pones atención cuando estás del otro lado. Es una cosa realmente maravillosa”.
Con ese conocimiento a cuestas, llegó el momento para Jaime de enrolarse en el emprendimiento y dirigir las riendas de Equipos Apolo, la que el apasionado economista considera su doctorado: “En 2014 llegó la oportunidad de formar esta compañía con un grupo de socios que vieron interesante el negocio, no sólo financieramente, sino para resolver necesidades que había. Afortunadamente congeniamos en muchas cosas y las que no, las pudimos encaminar, y desde ese año a la fecha estoy aquí; ya casi son diez años y es maravilloso, porque esto es lo que me apasiona”.
La fascinación que mantiene viva la pasión de Jaime se asocia al gusto por entender cómo operar una compañía de esta naturaleza y estructurarla conforme a la evolución y retos que la Industria del Espectáculo tan demandante en México marca: “Hay que estudiar cómo hacer estrategias, tanto de inversión como de venta, y las alianzas comerciales para sacar a flote todo. Hoy hay más promotores, existe credibilidad y profesionalización para conseguir clientes. Cuando empecé se hacían palenques con la iluminación del lugar y hoy es tremendo lo que se hace para armar un show. Yo veo que nuestro trabajo es como de doctor, 24/7, haciendo cotizaciones, logística, siempre supervisando y atento a lo que el promotor mueve o ajusta, por eso sólo la pasión nos puede mantener aquí, porque no hay horarios y vives en una adrenalina muy especial”.
Una constante de desafíos y aprendizajes
En la línea de tiempo, la evolución de la producción y cómo se enlazan las compañías de renta reúne el desarrollo y profesionalización de los recintos, la importación de equipos y el desarrollo de equipos de marcas nacionales, el crecimiento de los distribuidores, y la capacitación en tecnologías e innovación, así como carreras certificadas. “Todo eso vino desde los años ochenta y ha crecido de forma impresionante; ahora tenemos licenciaturas en la Universidad Anáhuac, el TEC de Monterrey, escuelas como Sala de Audio, cursos y especialidades, todos tienen cosas muy interesantes. Sin embargo, en esto, el aprendizaje real y que beneficia a nuestra Industria, sigue siendo en el campo de batalla, desde saber cómo se carga un tráiler, cómo se distribuye un equipo en el escenario y qué se hace primero y después, porque si no llevas el proceso de producción adecuado, se vuelve más lento, más complejo y caro, y esos conocimientos sólo los adquieres en el show. Se trata de complementar la teoría”.
Considero que hoy, el gran reto es entender las nuevas necesidades que nuestros clientes tienen, tanto los artistas como las producciones de eventos, por este desarrollo en innovación aplicada al Espectáculo y cómo lo quieren usar a nivel creativo”.
“Considero que hoy, el gran reto es entender las nuevas necesidades que nuestros clientes tienen, tanto los artistas como las producciones de eventos, por este desarrollo en innovación aplicada al Espectáculo y cómo lo quieren usar a nivel creativo”.
“El otro gran desafío es la seguridad, porque afortunadamente, la Industria lleva rato profesionalizada y ya hay una estructura desde los managers, los recintos, las compañías de renta, los productores, los distribuidores y demás. Tenemos al alcance todo y podemos conseguir lo que queramos para que cualquier producción llegue al país”.
El recuento de Jaime concluye subrayando el que ha sido su mayor aprendizaje en Equipos Apolo (y su destacada trayectoria): “Hay que ponerle demasiada pasión a esto porque si no, claudicas”.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco