Fito Páez y Emir Kusturica. Natalia Lafourcade, Julieta Venegas y sistemas de arreglos lineales Meyer Sound de última generación controlados eficientemente por consolas Yamaha y Digico. Miles de personas asistiendo a uno de los festivales culturales más importantes de México: el Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera, que comienza a alcanzar alturas insospechadas en su rubro. Enorme producción.
Destino: evolución
Tradicionalmente se pensaba en Metepec, localidad del Estado de México, como un pueblo de maestros alfareros artesanos, autores de uno de los símbolos más significativos de la artesanía mexicana: el Árbol de la vida. Sin embargo, a partir de finales de los ochenta, el municipio comenzó a presentar un crecimiento físico y económico sin precedentes. En este contexto, la actividad cultural de igual modo creció a pasos enormes. Músicos, escultores, pintores, escritores y actores se vieron cada vez más atraídos por este pequeño pueblo, que a pesar de su crecimiento, nunca ha perdido su esencia, así que el surgimiento de un festival cultural era algo de esperar, sencillamente por inercia de los acontecimientos. En octubre de 1991 surgió Quimera y desde entonces, artistas de todo el mundo han visitado los escenarios que este evento ofrece. Diego “El Cigala”, Pablo Milanés, Goran Bregovic, grupos de danza de África, Rusia, Japón, China y muchos otros países, además de grupos de jazz, folk, rock y demás. Sólo con mencionar esto podemos tener una idea de lo que representa este festival y lo que nos concierne: la enor me responsabilidad de que todo en producción se lleve a la perfección.
Un festival es ya complicado en sí, pero un festival cultural de estas magnitudes puede ser en definitiva un reto de otro nivel. Sólo pongámoslo en perspectiva: un festival de música electrónica tiene un DJ, luego otro y otro que tal vez traiga un percusionista… es todo. En un festival de rock viene una banda de tres, cuatro, cinco integrantes, detrás de otro grupo del mismo tipo (claro, con especificaciones propias en cuanto a equipo, backline, input list, parcheo y demás). Pero en un festival como Quimera, puede suceder que se tenga en el escenario un acto tan simple como guitarra y voz, seguido de todo un acto de ópera con orquesta en vivo y un montaje entero de escenografía y después una banda de tres integrantes o un grupo de danza folclórica con un mariachi completo. Además, cada uno tiene sus requerimientos muy detallados en cuanto iluminación y video, como fue el caso del guitarrista Alex Otaola, quien presentó un show donde su música, ejecutada totalmente en vivo, estuvo sincronizada con el cortometraje ruso “El Hombre de la Cámara”; show que por cierto fue mezclado en el audio por el experimentado Luis Quiñones.
Sabiendo esto, la responsabilidad fue delegada a través de un minucioso proceso en la elección de la empresa productora. Rodrigo Benjamín Flores Santín, director de cultura del Municipio de Metepec, comenta al respecto: “Para el Festival Quimera se requiere de una empresa que nos dé la confianza de la experiencia, pero que también cuente con toda la tecnología que en estos días se necesita para satisfacer los requerimientos de artistas internacionales, que en la mayoría de las ocasiones dependen de ciertos implementos muy específicos para desarrollar su actos. Además, en Quimera siempre tenemos escenarios pequeños como en el Museo del Barro, pero también tenemos escenarios grandes como el de la Plaza Juárez, la Escalinata del Calvario o Quimera Rock, donde se presentan los espectáculos principales, por lo que también requeríamos una compañía que pudiera atender todo de manera integral. Eso nos evita muchos problemas y sobrecarga de estrés”.
Después de todo el proceso, la compañía encargada fue Total Event, una empresa que se caracteriza por su profesionalismo y compromiso. José Martínez Ramírez, jefe del departamento de actividades artísticas del festival, agrega: “Quedamos muy satisfechos con los resultados. Una cuestión fundamental en este tipo de festivales es la diversidad de riders y requerimientos de cada artista. Esta empresa pone cuidado especial a los detalles en cuanto a características de equipo y cumplir con los mismos; ellos nos informaron de cada decibel que sus equipos entregarían, cada lumen que sus luces proyectarían y cada pixel que sus pantallas darían de resolución. Esto nos ayudó mucho en la comunicación con los equipos de producción de cada artista”.
Muchos fueron los llamados, pero pocos los elegidos, dirían por ahí. Cumplir con los requisitos de un festival de talla internacional como Quimera es cada vez más complejo. José Antonio Ruiz es el director de Total Event y relata: “Fue un proceso largo y apurado. Se estudiaron a conciencia todos los riders y posteriormente se ofreció uno general que pudiera satisfacer de mayor manera los requerimientos de cada agrupación, más sus complementos. También se tomó en cuenta el tipo de espectáculos que se tendrían en los cinco escenarios principales, tres de los cuales fueron grandes”. Los foros eran, además de los ya mencionados de Plaza Juárez y Escalinatas del Calvario, el Quimera Rock (que es un festival de rock dentro del Festival Quimera), un pequeño auditorio en el Museo del Barro y un foro en el Mercado de Artesanías.
Audio para versatilidad musical
Como habíamos dicho anteriormente: tecnología de punta es la marca de la casa, como diría José Antonio Ruiz: “Siempre hemos trabajado con Meyer Sound por varias razones, siendo la principal, la calidad de audio que ofrecen sus productos y que es una marca aceptada internacionalmente en todos los riders, pero además, el servicio, con el cual sabemos que contamos siempre. Así que en Quimera manejamos varios modelos de esta marca”. En la Plaza Juárez hubo nueve cajas por lado de la serie MILO, complementadas con un front fill de UPA 2P y tres subwoofers por lado de la serie 1100-LFC en configuración cardioide. Ya sabemos cómo suena eso. Un sonido amplio y potente. Quimera Rock usó veinticuatro cajas MILO, doce cajas MICA y arreglos cardioides de 700-HP; un festival de rock tiene que sonar claro y con alta potencia y fue así como se escuchó. Sin embargo, las que causaron muy buena impresión fueron los altavoces MINA instaladas en Las Escalinatas y conjugadas con los poderosos subwoofers 700HP, cuatro por lado en configuración también cardioide.
Lo que llama la atención de este último arreglo es la gran claridad del sonido que emiten, además de los graves compactos y con definición. En este lugar, por necesidades de la ubicación, estuvieron los sistemas apuntados hacia afuera y no hacia el frente o hacia el centro, lográndose una cobertura notablemente homogénea. Se advertía la mano de Óscar Barrientos, gerente de servicios técnicos de Meyer Sound Latinoamérica (reconocido por todo el medio como uno de los mejores ingenieros de sistemas que tiene México), que por supuesto se hizo cargo de la alineación de los equipos, junto con su equipo de especialistas en diseño de audio. Emilio Velázquez, ingeniero responsable de sala de la Escalinata del Calvario, comparte sus impresiones acerca de este arreglo: “Nuestra sala (FOH) no se encuentra centrada como se realiza en la mayoría de las ocasiones, sino que está de frente a la línea derecha de los MINA. Uno podría pensar que de esta forma la mezcla se distorsionaría en medio, donde la escalinata se encuentra. Sin embargo, no es así; lo que los ingenieros de cada artista escuchan desde su posición en la mesa es bastante fiel a lo que escucha el público”. Aquí se presentaron Miossec, de Francia; Revólver Plateado, de Colombia y Alex Otaola, entre los más importantes.
En el foro principal se presentaron, por mencionar algunos, Héctor Infanzón, mezclado en sala por Luis Quiñones; Julieta Venegas, con Akira Honda en la mesa de mezcla; Natalia Lafourcade, acompañada por el ingeniero Daniel Martínez, así como Ely Guerra, Alondra de la Parra, Emir Kusturica y Fito Páez. El FOH estuvo controlado por dos consolas: una Yamaha PM5D para los actos principales y una CL5 para el resto. Daniel Martínez relata su experiencia: “la PM5D es una consola que podríamos llamarla de batalla. Por otro lado, hablando del show en sí, nos sentimos muy cómodos. En este lugar detectamos que había una resonancia particular entre 300 Hz y 500 Hz, por lo que tuvimos que cuidar mucho la presencia de la voz de Natalia, colocándola en frecuencias medias altas y altas, y el equipo Meyer Sound MILO que tenemos aquí me ayudó a lograrlo”.
Por su parte, Javier Sánchez, jefe de staff, nos habla del monitoreo para los escenarios: “En monitores de piso tuvimos monitores de piso Meyer Sound MJF-212A en los dos escenarios, mientras que en side fills contamos con MSL-4. Las consolas que usamos para controlar monitores en la Plaza Juárez fueron las Digico SD9 y Yamaha CL5. En Las Escalinatas se controlaron monitores desde una Yamaha M7CL o desde la consola de sala, dependía de cada espectáculo”.
La sección de monitores y microfonía para los diferentes escenarios, estuvo bajo la protección de Hugo Ruiz, Rubén y Alejandro Ramírez, quienes hicieron mezclas para Emir Kusturica, entre otros. “El ajuste de Emir fue algo complicado porque no habíamos manejado tantas mezclas (diez) en un solo grupo; eso se lleva su tiempo y hay que ser bastante meticuloso. En este caso, usamos sólo monitores de piso para cada uno de los músicos, pero se usaron también combinaciones de in-ears con wedges e incluso solamente in-ears”. Adicionalmente, se utilizaron subwoofers 600HP en el drum fill, según lo requiriera cada artista.
Los recursos visuales
El video cobra cada vez más importancia en los shows en vivo. Los VJs tienen mayor demanda y más artistas musicales se han dado cuenta del efecto de agregar una dimensión adicional a sus conciertos, logrando que su público involucre aún más sentidos en la experiencia de un espectáculo en vivo. Un ejemplo clarísimo en el Festival Quimera fue la participación de Alex Otaola. Gorki Giner fue el responsable del video en Las Escalinatas, donde tuvo presencia el show de Alex, y comenta: “En un festival hay que ser muy versátil. Hay que saber cómo responder y manejar las cámaras según el tipo de espectáculo que se esté presentando; por ejemplo, si se trata de un concierto de rock o de un grupo de danza, uno puede ser más dinámico que cuando se está trabajando con música tranquila. El escenario de Las Escalinatas en particular, es muy abierto; ahí se presentan una gran variedad de artistas, por lo que uno debe estar listo a reaccionar rápidamente”.
En Las Escalinatas se manejó una consola de video Roland V800-HD, con la posibilidad de hacer conversiones desde VGA hasta FullHD, así como cámaras Panasonic AGHPX370 y tres pantallas de LEDs, una central y dos laterales con procesadores separados para señales separadas. Por otro lado, en Plaza Juárez se tuvo un centro de control de video Sony Anycast Touch, cámaras Panasonic AJ-PX380, incluso cámaras robóticas para ciertos espectáculos y también una pantalla central complementada por dos laterales. “Total Event se ha esforzado por invertir en equipo de última tecnología, lo cual uno como profesional agradece, ya que nos permite ofrecer un mejor servicio y de alta calidad para cada espectáculo, cumpliendo con requerimientos muy sofisticados”, dice Cristian Ramírez, coordinador de video de la empresa.
La iluminación también tuvo sus desafíos. “En muchas ocasiones, esta parte presenta mayores dificultades que el audio y el video, porque los artistas son muy específicos y estrictos acerca del impacto que desean provocar en el público”, afirma Ramiro Páramo, coordinador de producción. En este campo todo estuvo controlado por consolas MA Lighting GrandMA-2 , WholeHog y Avolites Pearl.
Fue de llamar la atención la conectividad que tuvieron los dos escenarios principales, ofreciendo audio y video recíproco. De esta manera, en tanto que se hacían los preparativos para el siguiente artista, se tenía la posibilidad de transmitir por medio de fibra óptica lo que sucedía en la otra tarima. Excelente solución para que el público no se perdiera ningún espectáculo.
Gran festival, grandes artistas y gran compañía de producción; todo complementándose de tal manera que incluso los talentos extranjeros quedaron sorprendidos por la capacidad que podemos presumir en grandes eventos como éste.
¡Nos vemos en el próximo Festival Quimera!
Festival Quimera: Algunos de las presentaciones
Cuarteto Latinoamericano Michael Nyman Puerto Candelaria Héctor Infanzón y Alberto Cruz Prieto Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM) Alejandro Otaola y el Ensamble de Cámara / Acción Alonso Arreola y Mardonio Carballo Julieta Venegas Natalia Lafourcade Ely Guerra
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Banda Regional Mixe
Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra Son de Madera Horacio Franco y Víctor Flores Alondra de la Parra y la OSEM Rebel Cats San Pascualito Rey Dr. Krápula Todd Clouser y Renee Mooi Fito Páez |
Audio Altavoces Meyer Sound MILO, UPA 2P, MICA, MINA Subwoofers 1100-LFC y 700-HP (configuración cardioide), 600HP Consolas Yamaha PM5D, CL5, Digico SD9, M7CL Monitores Meyer Sound MJF-212A, MSL-4
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Video Consola Roland V800-HD Cámaras Panasonic AGHPX370, AJ-PX380 Tres pantallas de LEDs (una central y dos laterales con procesadores separados para señales separadas) Centro de control de video Sony Anycast Touch Consolas de iluminación MA Lighting GrandMA-2, WholeHog y Avolites Pearl |