Diversidad creativa en audio: Armando Chong

La larga trayectoria de Armando Chong ha abarcado todas las áreas de la producción en la industria del espectáculo. Su labor como ingeniero de sala de la banda tapatía Cuca desde su fundación ha sido complementada por emprendimientos personales e importantes incursiones en el mundo de la educación. Su estudio Máquina Sónica fue el laboratorio en el que las principales bandas emergentes realizaron sus respectivas óperas primas, grabadas y/o producidas por Armando. Todo esto lo convierte en una respetada figura en la música de Guadalajara y nacional.

Talento encaminado

Armando nos da el contexto de sus inicios: “Soy de ascendencia china por mi abuelo, que era de esa nacionalidad y que llegó a vivir a Chiapas. Mi padre es músico lírico. Le gusta cantar y se acompaña con guitarra y toca la marimba, aunque nunca se dedicó profesionalmente. Yo empecé como músico de manera lírica, muy chavo. Cuando entro a la prepa, me encuentro en la disyuntiva de tomar una carrera normal o seguir dentro de la música y así es como entro a la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara a hacer la carrera de guitarra clásica. Trabajando con los grupos, me empezó a interesar el lado técnico, ya que queríamos grabar demos. En ese tiempo existían las porta estudios Tascam de casete de cuatro tracks, con las que me las ingeniaba. Como músico, tenía un grupo de música mexicana y rock con Carlos Aviléz y Oscar Fuentes llamado Cabaret Voltaire, el cual se desintegra y Carlos forma una nueva banda con un amigo llamado José Fors, bautizándola como Cuca. El grupo estaba por hacer una gira a la que me invitan y entro a trabajar con ellos, primero como roadie de Galileo Ochoa, guitarrista. En ese momento, Jorge “Chiquis” Amaro hacía su audio en sala, además de haberles producido “La invasión de los blátidos”, su primer disco. Cuando “Chiquis” no pudo continuar, naturalmente pasé yo a tomar su puesto y ahí me he quedado hasta nuestros días”.

Dentro de los roles más trascendentes de Armando Chong están los de productor y educador: “En este trayecto, empiezo a producir cosas. Mi primera producción formal fue el primer disco del cantautor Oscar Fuentes para el sello Mix Records, en el que participé haciendo los arreglos y tomando decisiones en el estudio. Por aquellos tiempos, Mauricio Ramírez “Magú”, que entonces trabajaba con Maná, funda una escuela llamada Dynamics y me invita a ampliar mis conocimientos de manera más seria en un curso. Al terminarlo, Mauricio me ofrece una sociedad y de ahí empezó un camino de diez años. En la etapa final, Mauricio entra a trabajar a Meyer Sound México y se ve en la necesidad de emigrar a la Ciudad de México, por lo que yo me quedo a cargo de la escuela”.

En esa coyuntura, Armando recibe la invitación de Meyer Sound de integrarse a sus filas: “Magú” estaba en el departamento de educación. “Me entrevisto con Antonio Zacarías y comienzo a laborar como gerente de servicio y atención a clientes. Me quedé ahí con la intención de seguir trabajando en vivo, pero el trabajo de tiempo completo me empieza a complicar esa área. Entonces decido renunciar y seguir con mis aspiraciones musicales, ya que un amigo muy querido, Fernando Toussaint (Q.E.P.D.), me ofrece la gira de reencuentro de Flans, que duró aproximadamente un año. Paralelamente trabajaba en los proyectos de los integrantes de Cuca (Forseps y Nata), ya que en ese tiempo, Cuca estaba separada. Por ese tiempo, José Fors me invita a producir su segundo disco, llamado Forseps .02, lo cual se repitió años después para el disco 333, ambos en Oigo Estudios. En el álbum .02, José decide hacer una producción más ambiciosa, la cual incluye arreglos de cuerdas y otros instrumentos, para los que hice arreglos. Después hago “Tarará”de Gerardo Enciso, para Fugazi Records, en donde también hago arreglos y producción”.

El emprendimiento

“A partir de ahí me entra la idea de montar un estudio y Carlos Aviléz y yo decidimos poner un estudio, al cual nombramos como Máquina Sónica y que fue mi casa durante un buen tiempo. Ahí pude hacer cosas para las bandas locales más importantes como Jaramar, Forseps, Valentina González, Radaid, La Bodeguita del Medio y un largo etcétera. Fue una época bastante fructífera, ya que hicimos una gran cantidad de discos desde 2000 a 2014”. En la música, trabajé en la Ópera Rock “Dr. Frankenstein”, de José Fors, en la que hice la composición de los arreglos orquestales de la música y además el sonido en vivo”. Ahora trabajo para la productora 2 Hands, con la cual producimos una gran cantidad de festivales a nivel nacional.

Armando comparte cuál es su configuración ideal con respecto a equipamiento en vivo: “Trabajo bastante con d&b audiotechnik J8, su sonido me gusta bastante. También me agrada mucho el K1 de L-Acoustics. Mi configuración ideal es el L-Acoustics con Digico SD7, consola que me encanta. En este momento, en el mercado hay demasiado uso de plug ins y considero que el uso indiscriminado de estos hace que las mezclas suenen demasiado parejas, que pierdan dinámica y que todo suene comprimido y demasiado digital y sintético. No baso mi sonido en ellos; yo viví la transición del audio análogo al digital y en su momento, las consolas análogas que me gustaban eran Midas. El advenimiento de todo lo digital y de Pro Tools ha hecho que cada vez se pueda utilizar menos hardware y no lo veo mal, pero si tienes una consola SSL o una Neve análoga y pasas de ahí a una conversión digital, es lo ideal.

Terminamos la conversación con Armando Chong con una apreciación final para las nuevas generaciones: “Creo que he tenido una carrera larga en la que ha sido muy benéfica la situación de ser músico y técnico a la vez. Como músico abrevo en muchos estilos y además, gracias a mi formación en el conservatorio y por mi intención en la composición y arreglos, enriquece lo que hago, tanto en la producción como en mi trabajo en vivo. Creo que tengo un acercamiento más real y un enfoque artístico y eso ha sido para mí un plus en mi carrera, que de alguna manera he sabido aprovechar y me mantiene vigente a lo largo de estos años. Es importante que ingenieros de nuevas generaciones o que se dediquen al audio estudien música y no sólo hacer un trabajo técnico”.