Cinco maneras en las que el estudio de grabación nos hace mejores personas

Después de los episodios surreales que hemos vivido tras los cambios radicales en la industria musical, como los nuevos modelos de producción, tiempos de confinamiento, crisis sanitarias que a su paso arrastran problemas emocionales, económicos y demás, queda de manifiesto que los tiempos difíciles nos unen más como personas, ya que conseguimos ser más empáticos, tolerantes y solidarios entre nosotros. Por supuesto que hay excepciones, pero en general, podemos experimentar más unidad al unir fuerzas para seguir adelante y el campo de la música no es la excepción.

El efecto positivo del estudio

La música, como bien sabemos, encierra (generalmente), un gran contenido emocional. Cada nota ejecutada por los músicos, así como el trabajo del autor, productor y personal técnico, proyectan parte del contenido emocional que se “retrata” en cada canción, es por ello que no se puede dejar de lado la parte humana que se involucra en cada producción a través de la energía que como personas depositamos en toda nuestra función dentro de cada proyecto musical.

En este contexto y a través de tantos años de trabajar dentro del estudio con diferentes personalidades, he aprendido que gran parte de conseguir buenos resultados está en saber cómo generar un vínculo emocional que como equipo funcione lo suficiente como para guiarnos por un camino que nos predestine a obtener no sólo el resultado esperado, sino también a crecer como persona y como profesional.

Es por ello que en esta ocasión, quiero compartir lo que en mi experiencia, a manera de resumen, serían cinco maneras en las que el estudio de grabación impacta en nuestras vidas de manera positiva:

1. Se establecen nuevas relaciones profesionales

Es bueno tener siempre en cuenta que todas las personas que se involucrarán contigo en el estudio merecen la misma atención y respeto; haz todo lo que esté en tus manos para ayudar a su crecimiento, desde tu posición y posibilidades. Es muy común que aquel personaje con el que trabajamos en algún proyecto, se convierta en una amistad, o simplemente regrese en un futuro y que, sin buscarlo de manera intencional, te involucre de nuevo, pero ahora desde una nueva posición, en la que puede influir en tu crecimiento profesional, y no es que actúes por conveniencia, ya que aún si no volvieras a saber jamás de esa persona, tú crecerás como persona y profesional a la vez.

2. Se desarrolla la paciencia y la empatía

La paciencia es, sin duda, una virtud que no todos poseen y si no la desarrollas en un estudio de grabación, te resultará muy difícil lidiar con las dinámicas de producción. Hay que tener siempre en cuenta que, para muchos, es su primer acercamiento a un estudio y que aún les intimida, de forma que su desempeño puede verse mermado por tal sensación, sin tener nada que ver con su capacidad o talento. Asimismo, hagamos memoria de cuando nosotros estábamos en etapa de aprendizaje, buscábamos siempre a quien fuera más tolerante y nos impulsara a aprender de manera cordial. Si desarrollamos la virtud de la empatía, podemos obtener mejores resultados en el desempeño de cualquier ejecutante, que sienta comodidad no sólo físicamente; el ánimo que lo haga sentir en confianza normalmente se reflejará en lo que hará, y tenemos que recordar que a nosotros tampoco nos conviene tener un resultado mediocre que salga de nuestro estudio. La paciencia y la habilidad de cómo crear nuevos mecanismos para obtener buenas tomas con cada tipo de personalidad es todo un arte.

3. Desarrollo de la excelencia

La minuciosidad con la que se trabaja en un estudio hace de nosotros una persona más observadora y crítica al paso de los años, que, al ser bien canalizada, elevará día a día nuestro nivel de excelencia en los resultados que obtendremos. Trabajar con una actitud profesional responsable y al mismo tiempo armarnos de un equipo de trabajo humano con la misma mentalidad, nos hará no sólo destacar del resto, sino también aprender a ser más cuidadosos, independientemente de que algo “se note o no”. Recuerda que ser profesional no es en sí mismo un nivel, sino una actitud que quizá en un futuro te lleve a un peldaño cada vez más alto. El estudio de grabación es un microscopio en el que todos los detalles cuentan y muchas veces, en los detalles está gran parte del gusto y la elegancia de la música que siempre es un reflejo de nosotros mismos.

4. Se estimula y desarrolla la creatividad

Una de las áreas que más se estimula en los procesos de creación musical y producción es, sin duda, la creatividad; por ser creativo no sólo entenderemos el hecho de tener la capacidad para crear obras musicales, sino también involucra el hecho de saber cómo lidiar con una serie de cuestiones técnicas que nos permitan acercarnos a nuestros objetivos sonoros, por ejemplo: resolución de problemas, cuestiones de rutas de señal, logística de producción, cableado y uso creativo de las herramientas técnicas como micrófonos e instrumentos que se utilizan de forma poco convencional para conseguir determinados resultados sonoros y demás, al mismo tiempo que como mencioné antes, se desarrolla la habilidad de saber cómo obtener lo mejor de cada miembro del equipo, como músicos, arreglistas, director musical o cantantes, con personalidades totalmente distintas. Se trata de aprender a mimetizarnos de manera saludable y para el objetivo común, sin perder de vista que es una habilidad que, una vez desarrollada y apropiada, nos acompañará por el resto de nuestras vidas.

5. Se ayuda a otros a cumplir sueños, metas u objetivos altamente valiosos

Es inevitable que al dar lo mejor de ti en cada proyecto, estás colaborando en el crecimiento de alguien más; no todo se trata de recibir, ya que dando lo mejor también estás ganando mucho en el ámbito personal y profesional; además, la paz que otorga saber que tu trabajo seguirá dando frutos a otros, brinda una sensación de plenitud y motivación para seguir siendo mejor cada día.

Sé que los puntos anteriores suenan muy románticos, pero si creemos en la unidad, donde todos nos ayudamos unos a otros, en lugar de competir, el éxito estará garantizado para muchos en sus respectivos momentos. Ponlo a prueba y evalúa por ti mismo: ser mejor persona y mejor profesional le augura un buen futuro a nuestra música, haciendo de este mundo un lugar mejor para vivir.

Por Ferrer León*

*Es productor musical, ingeniero en audio y músico y cuenta con 25 años de trayectoria en diversas áreas de la producción, participando en diferentes proyectos dentro y fuera de México, que abarcan música regional, pop, jazz, rock y orquestas sinfónicas, así como música para empresas y soundtracks. También está a cargo de la producción de audio en la Dirección de Innovación de la Secretaría de Educación Pública. Es miembro votante de los Latin Grammy y cuenta con su propio estudio de grabación, AntenaStudio, en Guadalajara, Jalisco. Pueden encontrarlo en: ferrer@antenastudio.com y www.antenastudio.com