La Casa 11;11;11: Creatividad y negociación en la vida y en el control room

De linaje. El estudio La Casa 11;11;11 fue fundado por el padre (Everardo Cano), e hijos de esta dinastía (Everardo Jarel Cano Cortez y Carlos Alberto Cano Cortez), como un espacio para saciar las inquietudes, experiencia y pasión por crear música, abarcando procesos como la producción, grabación y muy especialmente, la mezcla. “Uno de mis hijos estudiaba en el TEC y el día que le di una guitarra cambió su vocación y quiso ser músico; le recomendé aprender a grabarse y  a mezclarse así que se fue a estudiar a Australia. Luego, otro de mis hijos, mientras hacíamos música para una novela de TV Azteca, armó algo que le mostramos a la producción, les gustó y se quedó. Entonces decidimos que, si ya andábamos en esto, por qué no hacerlo una empresa y así surgió”, recuerda emocionado Everardo, un referente del audio profesional en México por su labor en entornos tan diversos como la transmisión televisiva, el teatro musical y el en vivo.

“Lo creativo para mí también es encontrar otra función a las cosas, más allá de lo que normalmente se utiliza”.

Experiencia, la carta fuerte

En acción desde 2017, La Casa 11;11;11 ostenta créditos en el registro sonoro de diversos proyectos hechos desde su control room y también de conciertos en vivo, como el tracking en la última gira de Juan Gabriel. A la par, la experiencia acumulada y habilidad para negociar, le permite a la tríada desenvolverse como especialistas para marcas de audio profesional, como comparte Everardo: “Mi camino ha sido el que la vida, aunque yo no lo quiera a veces, me ha puesto. Eso me ha permitido probar y conocer de gente muy valiosa. Cuando viví el mundo de los shows en vivo con Lucía Méndez, dejé el estudio de grabación —lo que no estuvo bien, pero deslumbraba lo económico y el poder que tenía—. Tuve que cambiar, porque yo era un tirano en el estudio, de los que imponía sus ideas; tampoco me gustaba escuchar mi trabajo, pero aprendí a cambiar varias actitudes”.

“Tuve un accidente y casi pierdo la vida. Eso también me hizo considerar mucho poder compartir mis experiencias, algo que jamás había pensado. Lo cierto es que han cambiado mucho las cosas; antes el ingeniero tenía un poder de decisión muy grande. Ahora quizás sea el production manager el que tiene más poder o las empresas que manejan a los artistas o el presupuesto, pero antes no”.

La especialidad de la casa

Tener el estudio para mezclar y además plasmar cualquier idea musical al instante, le ha dado este espacio a Everardo y sus hijos una versatilidad y flujo de trabajo que, llegada la emergencia sanitaria, les mantuvo creativos y enfocados: “Para mí ha sido muy bonito porque he tenido no sólo el tiempo de estar con ellos, mi familia, sino también con la consola Solid State 550 a mano; entonces, cuando se me ocurre algo para hacer en vivo, voy y enciendo la consola y me pongo a probar qué pasa, desde esta referencia en el estudio. Bajo y subo, así me la he pasado; ha sido fructífero para mostrar las cosas que se pueden hacer con el equipo que tenemos”.

“En nuestro estudio podemos generar música para series, películas, documentales, dejamos de lado lo relativo a comerciales y ese ámbito. Creo que tenemos propuestas frescas e interesantes musicalmente hablando. Hay una habilidad que, también siento, falta en cuanto a la educación que dan en la escuela —para todo ámbito, no sólo el del audio profesional—, y es que nos enseñen a negociar. Todo en la vida es negociar”.

“Siempre hay un fin común para lo que quieras; en el audio y en la vida hay que estar en fase: si vas en opuesto tendrás que cancelar, pero si no, ya puedes sumar”.

“Normalmente no sabemos, entonces nos enojamos y nos vamos. No sabemos negociar y creo que eso es una parte importante para empezar y construir algo. Siempre hay un fin común para lo que quieras; en el audio y en la vida hay que estar en fase: si vas en opuesto tendrás que cancelar, pero si no, ya puedes sumar. Y ojo, no me refiero a que pensemos igual, eso no se puede y de hecho, hay que mantener nuestras ideas diferentes, pero debemos tener fines comunes. Si éste existe, hay que trabajar para ello”.

Ese principio de fase lo puedes llevar al pensar en lo creativo, porque la fase la vas a encontrar en todos lados: en un plug-in, en unos altavoces, en una consola, y una vez que ya la tenemos ahí puesta, nos va a llevar a mejores resultados. Independientemente de que haya mil controladores, monitores… por eso la negociación es tan importante para mí, sabiendo que voy a enfrentar un mundo donde la variable más importante suele ser el presupuesto: no, debo saber expresar qué necesito para sonorizar una orquesta y cómo se puede conseguir”.

“Ahora bien, lo creativo para mí también es encontrar otra función a las cosas, más allá de lo que normalmente se utiliza. Mi hijo trajo unos plug-ins nuevos y me puedo pasar horas y horas moviéndole y tomando notas. Eso, tanto en cuestiones de la mezcla como de aplicaciones en vivo, es lo que vamos a poder encontrar acá, con el uso de nuestro equipo. Soy de los que cree que alguien te regala las ideas y que éstas se encuentran ahí, flotando, para ver si las tomas. Me pasó varias veces que se me ocurrían cosas, las hacía y luego resultaba que las leía publicadas en revistas especializadas de audio como técnicas nuevas de microfoneo y así. Debemos estar alerta”.

“Con los años también sigo aplicando algo que ya veníamos haciendo: la filosofía era hacerlo bien, no necesariamente rápido porque lo creativo no lo puedes forzar. Tienes que darle su tiempo, su espacio. En mi caso no les garantizo que les toque siempre estar sentados junto a mí para  mezclar o trabajar, porque soy bastante desordenado y caótico a la hora de la creación, pero sí les puedo decir es que la prueba la tendrán y a partir de ella vemos qué podemos negociar; por ganas y creatividad, créanme que no va a quedar. Puede sonar poco modesto, pero llevo muchos años metido en el audio profesional y me encantaría poder compartir más con la gente. En eso también estoy trabajando”.

“Tuve que cambiar, porque yo era un tirano en el estudio, de los que imponía sus ideas; tampoco me gustaba escuchar mi trabajo, pero aprendí a cambiar varias actitudes”.

Haz y aprovecha

Para todos ha tenido un impacto los tiempos actuales. Everardo invita a los colegas y artistas a mantenerse activos y revirar en la oportunidad que este momento pide de todos: “Sé que está muy difícil, claro. Necesitamos volver a juntarnos y en el caso de mi medio, el estudio de grabación, continuar y tomar la ocasión de hacer más cosas: nosotros hemos incursionado en la transmisión de obras de teatro en línea, streamings. Debemos prepararnos y tomar las riendas del ámbito en el que nos desenvolvamos y aprovechar el tiempo. Prepararnos mejor. Lo malo lo tenemos que resolver, no hay otra opción. Tenemos que encontrar los caminos. Hay muchas soluciones y no las vemos porque sólo creemos en lo que hacíamos”.

La invitación está.

Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco