Con una filmografía que enlista su participación en ocho producciones propias, el cineasta mexicano Fabián Palacios está llamando la atención en los festivales internacionales con su cortometraje “Azar”, el cual formó parte de la selección oficial en el Festival de Cine Lift- Off de Berlín 2023, ganando el Premio del Público al mejor cortometraje, además del Festival de Cine Lift-Off de Tokio.
Egresado de la Escuela de Artes Visuales (SVA) de Manhattan en Producción Cinematográfica, radica en Nueva York y establece así la razón de hacer del cine su vía de expresión: “El cine es un medio maravilloso para contar historias que te permite hacer mucha investigación; es muy satisfactorio abordar temas que te interesan, escribir una historia con base en eso y retratarlo. Por otro lado, te deja compañeros increíbles con los que colaboras, porque por más que yo escriba o dirija el corto, es un trabajo en equipo y lo padre es poder compartir esa visión, que te entiendan y estemos en el mismo canal para crear una pieza con un equipo. Te da lazos muy fuertes con tus compañeros”.
Para Fabián, en su cortometraje “Azar” -donde funge como director, guionista y productor- el peso del audio da muestra clara del balance que debe haber entre éste y la imagen en el cine: “La gente ubica el cine por lo visual, que es la imagen, pero el audio es igual de importante o hasta más, porque la combinación del audio y lo visual hace el cine. Los sonidos son igual de importantes, esos pequeños detalles, todo el diseño, cómo trabajas con ruidos, silencios o sonidos específicos, ambientes naturales, de la ciudad, la importancia de crear atmósferas que es básico para el cine”.
En “Azar” fueron justamente las atmósferas las que marcaron la pauta sonora, siendo su diseñador Luis Miguel Pérez, músico y productor mexicano, con quien Fabián trabajó a distancia: “Hablamos y le mandé el guión; platicamos de cómo iban a ser las atmósferas, el tono de la película y decidimos jugar con los silencios que, en este corto, particularmente la música es importante, de los temas principales, y yo lo viví con emociones en ciertos beats de la peli. Le pedía dónde profundizar o donde ir quitando poco a poco los sonidos de atrás y transicionar entre la banda sonora y los sonidos diegéticos. Me involucro mucho con el sonido atmosférico, cómo quiero que se escuche y se sienta la escena, y siempre estoy abierto a escuchar sus sugerencias y observaciones pues ellos son los expertos en eso”.
“La post fue difícil porque yo estaba en Nueva York y Luis en México, no podía dejar de trabajar y tuvimos que mandar versiones completas; lo enviaba y yo lo montaba con la imagen y lo escuchaba de corrido. Tuvimos que ser muy precisos con el time code, incluso desde la grabación. Hacia las correcciones de todo y armábamos una segunda vuelta, la post de audio fue más tardada y un desafío. Incluso Luis regresó a las locaciones con su Zoom H5 a grabar todo y retratar ese Coyoacán caótico -locación principal del corto- en audio al igual que la imagen”.
“Azar” sigue su corrida por festivales independientes alrededor del mundo en espera de poderse compartir a todo el público a través de exhibiciones y plataformas. “Sigue su camino en eventos que abren espacios a las nuevas voces en el cine independiente. Me gustaría darle una vuelta para ver cómo le va en México, pues está hecho allá, por talento mexicano y aborda un tema con el que muchos se pueden identificar”, concluye el cineasta.