Cómo ser un buen ingeniero y/o productor musical

Por Gonzalo Ramos*

A veces, escribir o hablar sobre sonido profesional resulta complicado debido a las muy diferentes “ligas” existentes, tanto en lo técnico, como en lo artístico y económico, entonces, lo que haré en este artículo será enfocarme en cómo se aborda la grabación en la “primera división” y rescatar algunas aplicaciones para los ingenieros/productores que están comenzando y los ya más experimentados, y que las puedan utilizar en sus propias producciones.

La importancia de la experimentación

Una de las características de la música actual es que, en general (y no me malentiendan), toda suena igual. Es como si saliera de una fábrica de producción en serie. ¿Por qué pasa esto? Para responder a esta pregunta, debemos establecer las metodologías de trabajo de ingenieros y productores que han marcado escuela a lo largo de la historia de la producción musical. Y todo se resume en una premisa muy simple: “Si en tu producción musical haces lo que hacen todos, sonarás igual a todos”, de manera que la clave está en experimentar.

Mark Howard, ingeniero de grabación y mezcla de artistas como Bob Dylan, Iggy Pop, U2, Robert Plant, Peter Gabriel y un largo etcétera, cuenta una gran anécdota en su libro “¡Grabando!” (“Listen Up!”, en su edición original) de las sesiones de grabación del álbum “Real Gone” de Tom Waits. Se disponían a grabar el tema “Shake it” y el baterista Bryan Mantia (¡Sí, el de Primus!), a quien había situado en un baño con su instrumento para obtener una estética sonora específica, comenzó a utilizar su rollo de cinta adhesiva para ajustar ciertas cosas. Tom lo oyó a la distancia y dijo inmediatamente que ése era el sonido que quería para el tema, no el de la tarola. Ello le dio a “Shake it” una sonoridad única.

Es importante comprender que la premisa que relaciona el hardware caro con su calidad, si bien es cierta, no siempre aplica para nuestra obra musical.

Podemos decir que en este caso tal vez existió el factor de suerte, pero el otro, el más importante, el de tener la mente abierta, fue el que finalmente hizo que se tomaran decisiones sonoras drásticas. Volviendo al concepto presentado inicialmente en este artículo, en la “primera división”, por lo general existe un factor fundamental: altos presupuestos. Tener un gran presupuesto permite al equipo de trabajo estar mucho tiempo en un estudio de grabación, o un lugar habilitado para grabar. Esto se traduce directamente en tiempo y tranquilidad para poder experimentar y conseguir sonoridades únicas.

¿Cómo sonar diferente con un presupuesto limitado?

Una vez más volveremos al primer artículo de esta serie: “Grabación de instrumentos acústicos” (septiembre 2024), en el que se aborda el tema de la preproducción, etapa en la cual se toman las decisiones relacionadas con la grabación. Este es un muy buen momento para experimentar y buscar el sonido distintivo de una producción musical. Es importante no cerrarse a desarrollar ideas nuevas e invertir tiempo en ellas. El ingeniero Hernán Rojas nos cuenta en su libro “Get Tusked”, en coautoría con Ken Caillat, algunas técnicas de grabación muy interesantes basadas en la experimentación; por ejemplo: durante la grabación del tema “Tusk”, de Fleetwood Mac, estaban trabajando con un dobro. Al momento de doblarlo para crear una imagen estéreo, el resultado les pareció aburrido. No transmitía la emoción que buscaban, entonces se centraron en crear una sonoridad especial para este instrumento. Volvieron a grabar la pista doblada, pero esta vez redujeron la velocidad de la grabadora de cinta a la mitad. El músico (Lindsey Buckingham) tuvo que tocar una nueva versión de la pista con el mismo instrumento, pero en una versión lenta. Al volver a reproducir la grabación a la velocidad normal la nueva pista tenía una sonoridad muy diferente y esta vez sí funcionó. Este tipo de técnica es muy utilizada. Más de lo que se imaginan.

Hay muchas técnicas de grabación y manipulación de pistas que se han desarrollado por accidente o por experimentación. Es importante comprender que la premisa que relaciona el hardware caro con su calidad, si bien es cierta, no siempre aplica para nuestra obra musical. Experimentar con micrófonos baratos, como apoyo y/o doblaje de pistas, puede resultar realmente enriquecedor para nuestro tema musical. Incluso el empleo de altavoces como microfonía nos puede otorgar texturas sorprendentes.

Otra de las técnicas utilizadas por los grandes, aunque poco conocida, es la de hacer pasar una señal, un bus o una mezcla, por una radiocasetera. ¡Sí, tecnología casera del siglo XX! Estos grabadores tienen unos compresores baratísimos que modifican la señal de una forma que puede ser muy interesante. Por cierto, esto explica por qué algunas maquetas suenan totalmente diferente al master final del estudio. En cuanto a la profundidad adecuada de nuestras pistas, la podemos conseguir experimentando con diferentes tipos y posiciones de microfonía dentro del recinto (o fuera) donde se encuentra la fuente. Conocida es la técnica utilizada para grabar las baterías de Led Zeppelin: simplemente ubicaban un micrófono en el pasillo del estudio. Esta nueva pista, conocida como “room”, nos permite modificar considerablemente la sonoridad de un instrumento, haciéndolo más “ambiental”, más “profunda”.

Experimentar con la sonoridad de las voces es un gran desafío; a priori, un ingeniero busca un sonido limpio, cristalino, profundo…lo más real posible. Puede que se tenga éxito con ello, dependiendo del concepto del tema y su estilo, pero les aseguro que probar diferentes técnicas de re-amp nos puede llevar a conseguir pistas impresionantes y llevar nuestra producción musical a niveles muy superiores. Por ejemplo, enviar dicha pista a un amplificador de guitarra, modificar ciertos parámetros de ecualización, agregar distorsión, incluso delays y reverbs, nos dará otra dimensión de nuestro sonido, que ubicado en el contexto de la mezcla hará que ésta cambie considerablemente.

La experimentación siempre será buena, incluso si no logramos un sonido que sea un aporte a nuestra pieza musical, porque el proceso en sí nos dará la oportunidad de aprender sobre Acústica, el hardware, sus posibilidades y sobre todo, las nuestras.

La clave está en experimentar y aprender técnicas de grabación y mezcla utilizadas históricamente con éxito.

Conclusión

La gran capacidad de la tecnología actual nos permite tener en nuestra mano herramientas que hasta no hace mucho tiempo eran realmente costosas y sólo estaban en manos de unos pocos. Pero no hay que caer en la tentación de la producción rápida y carente de nuevas sonoridades. De hecho, diferenciarnos en ese sentido hará que nuestro trabajo destaque entre muchos otros, y por ende, tenga más probabilidades de éxito. La clave está en experimentar y aprender técnicas de grabación y mezcla utilizadas históricamente con éxito. Actualmente tenemos una amplia variedad de libros, masterclasses y entrevistas online. Aprendamos de los conocimientos y metodologías de trabajo transmitidos por los grandes ingenieros y productores y apliquémoslos a nuestro trabajo. 

¡Buenas grabaciones y mezclas!

*Ingeniero de sonido.

Miembro votante de Grammy® Awards y de Latin Grammy® Awards.

Miembro votante de NAMM TEAC Awards.

Ingeniero de grabación, mezcla y mastering en Recorded in Los Angeles (USA).

Web Oficial: GonzaloRamos.es

Estos temas y otros relacionados son analizados en profundidad en los Cursos de Sonido Profesional y Cursos de Grabación y Mezcla realizados en español y de manera online desde España por el autor de este artículo.