Enrolado en lo que serán los conciertos para presentar sus nuevas canciones, el cantautor peruano Gian Marco comparte los procesos creativos y técnicos que han dado forma a temas donde comparte arte junto a Mike Bahía, Rubén Blades, Catalina García, Leonel García y Silvio Rodríguez, entre otros. La aventura muestra una faceta distinta, en la que depositó su confianza para que el músico colombiano Julio Reyes (quien ha colaborado con Pablo Alborán, Alejandro Sánz, Marc Anthony), dirigiera la producción.
Por primera vez en 17 grabaciones discográficas, Gian Marco buscó a Julio para encerrarse a componer, pre producir y producir nuevas canciones. Así lo cuenta: “Lo busqué porque hace un trabajo muy interesante, viene del mundo clásico y desde ahí ha hecho cosas increíbles; empezamos a componer en octubre de 2021 en su estudio Art House, en Miami. Felizmente tuvo el interés y tiempo, cosa que valoro mucho por los proyectos que hace. Fue la primera vez que co-escribí canciones, generalmente escribía todo el repertorio y luego ya contactaba al productor. Ahora no: hemos escrito juntos este álbum y él armó la producción también”.
Para componer, los instrumentos básicos del peruano son el charango, la guitarra y el piano, y en su home studio tiene micrófonos Manley y Mojave A300 (para su voz) y Schoeps para las guitarras, más AKG CLC 414, Shure SM7B y SM57; compresor Tube-Tech; preamplificador BAE Audio; consola Avid Artist MIX, software/DAW Pro Tools, Logic y Ableton; monitores KRK V8 con un sub de 12 pulgadas; interfaz Universal Audio Apollo X6; plug-ins recurrentes Atmosphere y Stylus, así como sonidos y galerías de Native Instruments, entre otros.
De la experiencia de componer con otros, agradeció la coincidencia en que “hay que encontrar el hilo de la canción; no siempre propone ésta, sino que también va de la mano con lo que el artista quiere decir; por eso hay que cuidar los espejismos, como alguna vez me dijo Alejandro Sanz: ‘no te quedes con lo primero que venga, nunca; hay que seguir buscando hasta sentirse sumamente cómodo’, para no caer en esta dinámica de producir [canciones] como si fuera una fábrica de chorizos”.
Bajo ese principio es que se fue pensando en las colaboraciones, pues “fueron las canciones las que pidieron un poco con quién podía acompañarlas”. Eso y las redes que logran consolidarse en esta industria: “Lo de Silvio Rodríguez pasó luego de que en una sesión de listening, con los directivos de Altafonte y Julio, soltaran el comentario de proponerle hacer el featuring… ¡imagínate! Silvio, a quien considero un mentor. Algo similar pasó con Rubén Blades: sé que Diego Torres le conocía y le pedí su contacto; en un intercambio de correos aceptó y me hizo valorar la importancia de esta gente con la que tienes afinidad en la música”.
Julio Reyes tomó la responsabilidad en todo: la búsqueda y selección de músicos, y también se encargó de la mezcla: “Soy de los que piensa: ‘zapatero a tus zapatos’ y si bien opino del trabajo que realizan, tengo claro que si deposité mi confianza en esa persona es porque hará su trabajo; para eso están los ingenieros de mezcla y masterización y lo mío es escuchar para llegar a lo esperado. Si estás contratando a alguien para que lo haga, tendrás que supervisar, pero confíar en esa persona. Yo le doy al productor la libertad que necesita”.
Con la publicación ya en plataformas de los sencillos “Contigo hasta el final”, junto a Mike Bahía, y “Aún me sigo encontrando” con Rubén Blades, lo que sigue es terminar de dar visto bueno a las masterizaciones de los demás sencillos y alistar a la banda con la que brindará algunos conciertos el año próximo: “Para mí es vital hacer conciertos. No hay nada más bonito que ver un show en vivo y a sus ejecutantes brindándolo. ¡Estoy feliz de volver al ruedo!”.