Por Alan García*
Durante muchos años, a la hora de trabajar con audio, los audífonos eran para mí solamente una herramienta para revisar algún detalle en específico de lo que estuviera trabajando o meramente para disfrutar de otra referencia. Sin embargo, nunca me sentí confiado de trabajar de lleno con ellos. Sentía que los audífonos que me gustaban eran muy divertidos de escuchar, pero que no representaban tan fielmente el audio.
Con las nuevas tecnologías de audio inmersivo, trabajar con audífonos ha adquirido mucha importancia y se está avanzando hasta llegar al punto de poder hacer la mayor parte de estas mezclas en audífonos.
Lo primero, la calidad sonora
Muy al principio de mi carrera intenté algunas mezclas usando audífonos y no logré alcanzar un sonido que se tradujera bien a otros sistemas, así que simplemente descarté esta posibilidad y me enfoqué a trabajar con monitores de estudio, pues ahí sí entendía qué era lo que sonaba.
Eventualmente, por la carga de trabajo y buscando ser más práctico, volví a encontrarme con la idea de tener una estación en casa donde pudiera hacer cambios sencillos de mezcla sin necesidad de regresar al estudio, pero con la premisa de que la calidad del trabajo no fuera menor. Poco a poco fui probando diferentes opciones de audífonos: abiertos, cerrados, in-ears, earpods y demás hasta que llegué a conocer los S3 de OLLO Audio; los compré y después de usarlos platiqué con el CEO de la compañía, que me ofreció representar a la marca. Como me encantó cómo sonaban, acepté.
Por mera curiosidad trabajé un par de mezclas completamente en audífonos.
No funcionó.
Los audífonos sonaban increíblemente, pero mis mezclas no. En ellas, con estos dispositivos, los planos estaban muy exagerados, la imagen estéreo muy abierta, los efectos no resaltaban, la potencia de la batería era inexistente y yo estaba completamente perdido y frustrado.
Trabajar con audífonos integra dos factores, a mi parecer, que hacen una diferencia abismal con la experiencia de trabajar con monitores: 1. El oído derecho no escucha el sonido que proviene de la bocina izquierda y viceversa, y 2. El sonido del cuarto en el que trabajamos es inexistente.
Estas dos cosas nos crean ventajas y desventajas, pero para mí, el mayor reto fue encontrar cómo hacer que lo que escuchaba en mis audífonos se tradujera a otros sistemas. ¿Cómo podía lograr tomar decisiones de balances, paneos, ecualización, compresión, reverberaciones y confiar en que lo que estaba entregando tendría la misma calidad que cuando tomaba esas decisiones en mi estudio con mis monitores Boulder de Unity Audio?
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Decidí irme a lo básico y mezclar todo lo que pudiera de forma rápida y simple, enfocándome siempre en el balance de los instrumentos. Utilicé una técnica que le he enseñado a mis alumnos durante años, en la cual les pido que pongan una cama de ruido rosa en un track auxiliar e ir subiendo el volumen de los diferentes instrumentos hasta que apenas se escuchen sobre el ruido rosa.
Después de algunos intentos logré adaptarme y lo demás cayó en su lugar. Con la práctica, ahora me siento muy confiado de lo que puedo lograr trabajando así, y la gran ventaja es que puedo trabajar en el estudio, en casa o de vacaciones en cualquier parte del mundo. Es más, en este momento de mi carrera prefiero masterizar utilizando audífonos, escucho la música con ellos como si tuviera una lupa y puedo tomar decisiones muy específicas sin miedo a equivocarme.
Actualmente existen muchas marcas de audífonos profesionales y de software que nos ayudan a emular estudios profesionales. En mi curiosidad por el tema, me encanta probar todas las variedades y colores de estos. A continuación comparto mi set up actual para trabajar con audífonos y con el que estoy confiado al cien por ciento de que lo que trabaje ahí sonará como espero en cualquier otro lugar:
• Interfaz Black Lion Audio Revolution 2×2
• Play2Me system de OLLO Audio con audífonos S5X y calibración USC
• Immerse Virtual Studio – Lurssen Mastering, de Embody
Con las nuevas tecnologías de audio inmersivo, el tema de trabajar con audífonos ha adquirido mucha importancia y se está avanzando hasta llegar al punto de que podemos hacer la mayor parte de una mezcla en Dolby Atmos (si no es que toda) completamente en audífonos, pues hay muchas menos variables que en un recinto real, además de que el rendering binaural es una parte primordial del formato. Poco a poco, diferentes compañías están logrando emular de manera más precisa la experiencia de escuchar en un estudio con monitores profesionales y con una acústica bien trabajada.
¿Significa esto que es mejor trabajar con audífonos?
No necesariamente, pero realmente tiene varios beneficios, como el hecho de que no necesitamos hacer la misma inversión que si quisiéramos acondicionar acústicamente un espacio y comprar monitores de estudio profesionales, sobre todo si es que estamos empezando nuestra carrera, o que podemos trabajar en diferentes espacios sin ningún cambio en nuestra referencia.
Una gran parte de la música que se consume actualmente se escucha en audífonos, así que es natural que podamos trabajar directamente en este formato; sin embargo, no por eso tenemos que dejar de lado la opción de tener un espacio donde podamos escuchar y confiar en lo que estamos haciendo.
Los invito a que me sigan en sunorecords.com/blog, donde trato más temas referentes a la producción musical y donde comparto cosas que he aprendido a lo largo de mi carrera. Si algo de lo que escribo les fue de ayuda, pueden enviar un correo a alan@sunorecords.com
Me encantará saber de ustedes.
*Ingeniero de Mezcla y Masterización en Suno Records y Customer Success Manager en SoundBetter.