Sesgos Cognitivos | Sesgo de Confirmación

Por Raúl de Jesús Bustos Castañeda*

Fue muy curioso: un día, en clase de certificación de Pro Tools a nivel usuario, se acercó a mí un alumno con una duda muy peculiar. Me preguntó si había diferencia audible entre el bounce offline y el bounce en tiempo real de Pro Tools, argumentando que un reconocido ingeniero ganador del Grammy le aseguraba que había una diferencia importante entre ambos procesos. Me quedé sin saber qué responderle, ya que en mis nueve años de impartir esta certificación, nadie me había hecho esa pregunta y menos respaldada por el comentario de un reconocido productor.

Después de semanas de darle vueltas, pude unir diferentes puntos para encontrar una respuesta. Los tres ejes más importantes de esa respuesta son la neurociencia cognitiva, metodología de análisis de inversión de fase y el entrenamiento auditivo (cómo analizar la diferencia audible entre un audio “A” y un audio “B”).

En este artículo desglosaremos técnicamente la metodología para analizar si hay una diferencia entre ambos procesos y explicaremos desde la neurociencia cognitiva cómo el sesgo de confirmación puede darnos grandes atajos para nuestros flujos de trabajo, pero también nos pone tropiezos a la hora de dar por hecho algo sin un análisis profundo a priori.

Buscando respuestas: La inversión de fase

Para mí, la inversión de fase es una metodología de análisis muy noble, consistente en tener un audio “A” y un audio “B”. Y el proceso es muy sencillo: se toma uno de los dos audios, se le invierte la fase y posteriormente se suman en una grabación a través de un bus. La premisa es que si el audio “A” y el audio “B” son exactamente iguales, habrá una cancelación absoluta, pero si existe una diferencia entre ellos, se verá y escuchará claramente en el audio resultante.

Lo anterior me parece una metodología sencilla y aplicable que de una manera técnica y lógica demuestra cuándo realmente hay una diferencia entre dos audios y a su vez es un inmejorable punto de partida para iniciar un proceso de análisis y entrenamiento auditivo con el objetivo de desarrollar la percepción para poder distinguir a una primera escucha la diferencia entre los audios en cuestión. En mis 12 años de docente, esto ha sido una herramienta muy buena para poder comparar diferencias entre preamplificadores de transistores y bulbos, diferencias entre altavoces y demás.

La atención de nuestras mentes no se puede colocar en todo al 100 por ciento. Somos seres muy visuales y a lo auditivo le dedicamos naturalmente muy poco espacio cognitivo.

Encontrando respuestas: Bounce Offline y Bounce RTA

Durante mucho tiempo, en Pro Tools sólo tuvimos el bounce en tiempo real y teníamos que contemplar que, si nuestra canción duraba cuatro minutos, el proceso final de integración entre los audios para devolvernos el archivo final duraría esos cuatro minutos. Ese tiempo pareciera no ser mucho, pero a la hora de trabajar audios para cortometrajes, largometrajes o programas de radio con una duración considerable, era vital administrar el tiempo adecuadamente para reservar el espacio para el bounce en tiempo real.

Después de un tiempo llegó el tan esperado Bounce Offline, permitiéndonos reducir el tiempo de este proceso a prácticamente nada, comparado con el de tiempo real. Pero entonces, al tener las dos opciones, surgió la pregunta: ¿Serán iguales o presentarán una diferencia en la calidad del audio?

Este análisis lo realicé hace aproximadamente 3 años y recientemente para este artículo. Veamos los pasos que realizamos.

  1. Tomé una canción que bajé directamente de un CD original y le importé a Pro Tools. También generé un audio con ruido rosa de aproximadamente 10 segundos, que de igual manera importé a Pro Tools.
  2. Tratando de que todas las variables fueran exactamente iguales, realicé los bounces de estos dos audios sin ningún cambio en los faders, ni ecualización, absolutamente nada.
  3. Posteriormente importé los tres audios en una sesión: audio original, Bounce en tiempo real y Bounce offline.
  4. Hice comparaciones entre el audio original vs el Bounce en tiempo real, audio original vs Bounce offline y por último, Bounce offline vs tiempo real, siempre invirtiendo en la fase de uno de ellos y sumándolos por medio de un bus para grabarlos en un track nuevo.
  5. Al audio resultante le apliqué una ganancia de 96 dB para buscar extraer la más mínima diferencia entre ambos audios.
  6. Busqué visual y audiblemente algún detalle que brotara después de la cancelación. Y no se encontró absolutamente nada de señal.

Conclusión: Aún después de darle ganancia de 96 dB, donde en teoría estaría el error de cuantización (pensando en que en la resolución del audio está en 16 bits), no se encontró remanente alguno de diferencia entre ambas señales. Por lo tanto, podemos concluir que no hay diferencia en el resultado de dichos procesos.

 

Sesgo de confirmación

Hay que recordar que la neurociencia define a los sesgos como una predisposición a inclinarnos por una opción en la toma de decisiones y eso puede resultar en atajos muy buenos, los cuales hacen más eficientes nuestros flujos de trabajo, pero para esto tiene que haber un proceso de evaluación minucioso para comprobar la veracidad de ese sesgo, porque de otra manera, nos podemos estar predisponiendo algo que no es verdad y al no evaluarlo con diligencia, estar viviendo en ese error.

Como ya hemos comentado en otros artículos, la atención de nuestras mentes no se puede colocar en todo al 100 por ciento. Somos seres muy visuales y a lo auditivo le dedicamos naturalmente muy poco espacio cognitivo. Y también nuestra mente puede jugarnos trampas.

Expliquemos el sesgo de confirmación. Cuando nos encontramos en una toma de decisión, de cualquier índole, el cerebro tiende a buscar en las respuestas pistas y detalles que favorezcan a la solución que a priori nosotros pensamos que es correcta. Para ahorrar recursos cognitivos, la mente teje atajos para encontrar la solución con el menor procesamiento mental posible, porque de otra manera no podríamos analizar de manera profunda los cientos de decisiones que tomamos en un día. Pero si la raíz de esa predisposición no fue evaluada a profundidad, puede que sea errónea y que nos inclinemos por una respuesta que posiblemente sea incorrecta.

La mente y la escucha son fascinantes. Gracias a ellos manejamos nuestra percepción y enfoque y entenderlos nos permite desglosar el mundo de los sonidos para disfrutarlos, manejarlos y entregar proyectos de calidad.

Expliquemos con dos breves ejemplos:

Si un día nos forjamos la idea de que el mejor café es el del logo de la sirena, en la mañana del lunes, cuando iniciemos nuestro día y nos preguntemos adónde voy a pasar por mi café, tendremos una predisposición clara y automática a buscar esa bebida en ese lugar, y el proceso mental que dediquemos a esa decisión será casi nulo.

Regresando a nuestro ejemplo con el que iniciamos este artículo, la predisposición por pensar que el Bounce en tiempo real es mejor, pudo haber venido de escuchar a un ingeniero reconocido, porque mucha gente lo piensa (sesgo de arrastre). Y debido a esto nos inclinamos a una decisión, pero lo más increíble y fascinante, es que al escuchar, nos predisponemos a que uno es mejor que el otro y realmente creemos que encontramos detalles audibles que nos hacen tener la razón. Y esto es totalmente normal como seres humanos. Un gran ejemplo de esto, entre muchos otros, es el clásico ejemplo de estar ecualizando un instrumento y darme cuenta de que el ecualizador está en bypass o que estoy en otro canal.

¿Qué hacer para no ser víctima de nuestras trampas mentales y usar los sesgos como atajos eficientes a nuestro favor? Después de estudiar el entrenamiento auditivo, encuentro algunas soluciones:

  • Evaluar de alguna manera técnica y analítica si existe una diferencia entre las respuestas, esto para desarrollar una convicción veraz del tema en cuestión.
  • Realizar pruebas auditivas a ciegas en varias repeticiones y/o con un número considerable de personas. Debe haber una diferencia clara y un porcentaje importante que nos indique que nos estamos inclinando a la respuesta correcta.
  • En cuanto al auditivo, no sólo concentrarnos en la diferencia tímbrica de los sonidos o las sensaciones subjetivas que nos den, sino también enfocarnos a las dimensiones de la mezcla para poder encontrar diferencias claras en varios detalles que nos hagan distinguir “A” de “B”.
  • Cerrar los ojos y usar la capacidad increíble que tiene nuestra mente para posicionar nuestro enfoque en un punto determinado a la vez.

Puedo cerrar con una conclusión: la mente y la escucha son fascinantes. Gracias a ellos manejamos nuestra percepción y enfoque y entenderlos nos permite desglosar el mundo de los sonidos para disfrutarlos, manejarlos y entregar proyectos de calidad en todos los aspectos; es algo que me mueve muy profundamente a escribir artículos como éste, dar clases en todas las universidades que pueda o fundar instituciones como Sonic Ear Training.

*Es Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica por el IPN. Cuenta con dos diplomados en Neurociencias y educación y Neurociencias para mandos medios, por el Instituto INECO-U. Ha sido docente por más de 12 años en instituciones como SAE Institute y Rec Música y es CEO y director académico en Sonic Ear Training Institute: soniceartraining.com. Contacto: raul.bustos@soniceartraining.com