Alitzel Díaz, Luis Huesca y Luis Parra han desarrollado su carrera en la industria del cine, la televisión y los contenidos streaming. A través de su compañía, Elefante Sound, y previo al confinamiento sanitario, ya habían visualizado un modelo de enseñanza a distancia para quienes gustan o se interesan en aprender sobre el sonido en este ámbito a través de cursos que van de lo general a lo especializado en este ámbito y es por eso que en la actualidad, han tenido más oportunidades de desarrollo. Así lo describe el trío con créditos, entre otras, en la galardonada cinta “Roma” de Alfonso Cuarón.
Atender la necesidad
Con la claridad de saber cómo se mueve el mercado de los medios audiovisuales y el cine, la premisa de enseñanza en Elefante Sound está basada en fomentar la creatividad y dar retroalimentación constante, como describe de inicio Luis Huesca: “Nosotros damos importancia a la parte creativa y creemos que enseñar al alumno a aprender a escuchar, que revisen los proyectos y las películas que les gustan y, con base en ello, puedan analizar para luego implementar sus ideas es básico, más allá de la parte técnica o de lo que se tiene que utilizar, sino cómo potencializar la parte creativa. La gente lo ha recibido bien porque por lo general, en las escuelas veíamos algo general, pero no específico, sobre todo en la parte de audio y edición especializada en diálogos, efectos, foleys y demás. Tenemos trabajos y experiencias que están plasmadas en los cursos”.
Lo que se quiere compartir en Elefante Sound es la importancia de tener una cultura cinematográfica y experimentar, antes que resolver lo técnico: “Esto es lo que nos desarrolló ya en la práctica. Supervisores como Alejandro Quevedo con Sergio Díaz nos hacían mucho énfasis en que al entrar a escena, si técnicamente se cubría todo y el restaurante sonaba a restaurante, listo, pero qué pasa en la historia, cómo usar el sonido para enriquecer lo que se está viendo. Seguimos aprendiendo con la práctica y la forma que en la que enfrentamos creativamente cada escena, para analizar qué vamos a integrar y por qué; ese tipo de aproximación y de acercamiento a cada trabajo y obra es el toque artístico y deben ir ambos, tanto parte creativa y lo técnico”, detalla Luis Huesca.
De lo general a lo específico
Los cursos que se imparten en Elefante Sound arrancan con el de Introducción al Diseño de Audio para Cine y luego se atienden los especializados como el de edición, diálogos, diseño sonoro, música para medios audiovisuales, mezcla…todo interactivo con retroalimentación directa sobre los trabajos de los alumnos. Así lo describe Luis Parra:
“Lo interesante de esto es que revisaremos personalmente la sesión del alumno y le diremos lo que puede hacer en distintos momentos, como aprendimos nosotros: mandábamos sesiones y a veces salías llorando o brincando de emoción. Una cosa es que veas en YouTube o donde sea cómo se hace tal cosa, pero tal vez nunca explicaron si está bien o mal, si funciona o qué puedes mejorar. Es lo que buscamos. Nos han tocado alumnos de todas las edades, de quince hasta sesenta años y algo muy interesante es que no es necesariamente es gente que se dedica al audio. Si empiezan de cero sí es un poco desafiante el curso porque de la nada también los enseñamos a usar herramientas como Pro Tools, pero vamos aprendiendo con la práctica y los ejercicios”.
“Para los cursos especializados, lo que pasó fue que los alumnos nos dijeron: ‘Ya vimos un poco de cada cosa, nos queremos meter a esto o el otro’. Cubrimos desde diálogos, efectos y diseño sonoro, lo creativo del diseño y acompañar la historia con el sonido, con la parte de música, mezcla y las especificaciones, porque no es lo mismo trabajar para las distintas plataformas de streaming, por ejemplo. Nos estamos acercando a colegas y personas con las que trabajamos para que nos ayuden en la parte de especialización, son profesionales que se dedican a esto todos los días”.
La respuesta ha sido favorable, pues el formato a distancia permite flexibilidad para tomar los cursos y agendar las sesiones de retroalimentación. El alcance ha ido del interior del país al extranjero, como cuenta Alitzel: “Nos ha ido muy bien, hay mucha demanda y como ofrecemos algo extra a las escuelas que dan ingeniería en audio o carreras afines, ha llamado mucho la atención, incluso nos está pasando que chicos de preparatoria encuentran una posible vocación porque ven que hay un campo laboral al que pueden acceder”.
“Nuestro valor agregado es la experiencia”, añade Luis Huesca: “La retroalimentación en línea (porque dejamos tarea), no es para darles una calificación, sino justo una respuesta. Es lo importante, lo artístico de esto, lo que valoramos los tres, poder despertar ese pensamiento divergente de no quedarte sólo con lo técnico, sino que damos un acercamiento artístico para despertar la sensibilidad creativa y cómo abordar cada proyecto. Hemos trabajado en cine de arte, comerciales, telenovelas, cine romántico, cada proyecto es como un personaje nuevo y hay que abordarlo de forma diferente”.
Formato y duración
El acercamiento para inscribirse a los cursos es mediante la página web de Elefante Sound y por correo electrónico para corroborar disponibilidad y fechas de inicio (www.elefantesound.com y info@elefantesound.com). Al ingresar cuentas con los materiales de las prácticas y un sistema de gestión para agendar las sesiones de feedback en vivo. En promedio, la duración de los cursos es de doce a quince horas, dependiendo de las sesiones de retroalimentación. Al concluir se entrega una constancia y se les certifica con el respaldo de la empresa y de ellos como docentes.
Esta es una modalidad a la que debe sacarse el máximo provecho; así lo evalúa Alitzel: “Las universidades llevan diez años dando licenciaturas en línea, la cosa es que ahora todos los que lo hacían presencial estamos adaptándonos a hacerlo a distancia y la verdad es que hay muchas oportunidades, como dice Luis Parra, poder llegar a otros países, saber cómo trabajan allá y acá, todo es importante a la hora de la retroalimentación”.
Por otra parte, Luis Huesca menciona: “Hablamos de la postproducción de sonido, pero las nuevas modalidades de hacer la producción en general es trabajar ambas al mismo tiempo, de forma escalonada, primero filmando y luego editando. Hoy tenemos la posibilidad de contar con procesos que se hacían un año después y luego editábamos; sin embargo, ahora lo hacemos una semana después de que el actor lo hizo o avanzamos con otro material, sin necesidad de que vaya alguien porque se están haciendo de la mano. Es muy interesante experimentarlo y compartirlo”.
El nivel de la postproducción de audio en México
Al ser nuestro país un territorio donde la población consume un importante nivel de contenidos audiovisuales tanto en medios tradicionales como en streaming, la paridad respecto a su creación en suelo azteca podría incrementarse: “Tenemos buen nivel ahora; realmente el diseño de audio en México es nuevo, evolucionó bastante con películas como “Amores Perros”, porque en otros países llevan muchos más años haciéndolo. Aunque México empezó tarde, pensamos que va bien porque creemos que la industria está creciendo y se necesita gente para cubrir tantos proyectos”.
“He tenido la oportunidad de leer y ver en varios lados que el crew mexicano, tanto en producción como postproducción, está bien valorado. Gusta cómo trabajamos en México porque a lo mejor en otros países donde te pagan por hora se ponen más exigentes y acá la mayoría somos apasionados de lo que hacemos, entonces realmente entregamos todo en cada proyecto y si te debes desvelar, lo haces. Los mexicanos tenemos muchísimas herramientas para resolver y por eso creo que México tiene potencial, por eso nos gusta mucho lo que estamos haciendo con los cursos, porque el talento ahí está, nada más es encontrar la manera de dar las herramientas”, concluye entusiasta Luis Parra.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco