Por Marisol Pacheco
Desde su número uno, la actualidad en el estudio de grabación fue leitmotiv y guía para sound:check Magazine. Así lo atestiguó el primer reportaje llamado “Desde el Estudio”, con la presencia de la Asociación Mexicana de Ingenieros de Grabación (AMEGA), entidad que indicaba directrices por desarrollar y atender para la industria de la grabación en México: conocimiento, capacitación y creatividad para los ingenieros, asimilación y uso de equipamiento e innovación (atendiendo el factor obsolescencia), la concientización sobre el entorno de negocio y la rentabilidad. Finalmente, ahí también quedó claro un objetivo a preservar: hacer comunidad y enlazar al talento mexicano.
Las novedades tecnológicas estaban marcadas por el arribo de los incipientes sistemas de grabación digital para computadoras personales y estaciones de trabajo, las soluciones no lineales de grabación para usuarios ADAT y los grabadores digitales modulares multicanal como la M20 de Alesis, Studio Mix de Peavey/Cakewalk, la consola de grabación digital TM-D4000 de Tascam y los procesadores digitales como los de dbx. Era el momento de la producción de sonido surround, llevar el estéreo al 5.1, y de ello nos hablaban Mike Moreno y Salvador Tercero en el estreno de la sección “Recordemos lo básico”.
La revista sound:check ha sido fundamental en el desarrollo y profesionalización de la Industria de la Música en México. Unió las piezas de un enorme y complejo rompecabezas que necesitaba armarse y se convirtió en la referencia para saber lo que sucede en nuestro entorno. sound:check nos conectó a todos e impulsó y motivó el desarrollo de empresas relacionadas con el audio profesional, iluminación y la producción musical en general. Gracias por existir y por ser una publicación comprometida con el medio musical. Felicidades a todo su equipo por estos primeros 25 años de existencia”.
Mario Santos, director general del Centro de Creadores Musicales (CCM).
Nuestra primera visita al legendario Estudio 19, donde -desde entonces- ya existía este balance entre la tecnología análoga y digital, permitió conocer el testimonio de quienes hoy son pilares del quehacer en la grabación, como Rogelio Gómez (Q.E.P.D), Fernando Roldán, Gerardo Macín, Salvador Tercero, Humberto Terán y, claro, Francisco Miranda.
Vivíamos el momento dorado del CD como formato y de eso nos compartía Luis Arias desde Sonopress; seguían llegando los sistemas de grabación digital a 24 bits de resolución como el Paris de Ensoniq, que reseñara Luigi Lazareno; era el debut del Shure KMS32, micrófono cardioide y el entusiasmo por el 5.1 se integraba a gabinetes como los SLR de JBL. Para agosto de 1999, teníamos sistemas completos de grabación, mezcla y procesamiento digital ADAT, como el Studio Pack de Alesis.
Poco antes del año 2000, época universitaria y de comprar mi revista sound:check en Sanborns.
Después, siempre recurría a la revista para conocer lo más nuevo en equipos y enterarme de todo lo que sucedía alrededor del mundo al que estaba incursionando.
Me gustaba tanto la calidad editorial y la forma de narrar los hechos, que los contacté para que nos acompañaran a cubrir el primer Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua. Fue un hito para la ciudad, ya que era la primera vez que aparecían en una revista especializada, a diferencia de otras entidades que, no obstante, tenían mayor actividad cultural y de entretenimiento.
Son ya veinticinco años recorridos al lado de sound:check Magazine, escribiendo en sus páginas la memoria del espectáculo de nuestros corazones.
Cada pieza editorial conforma la historia de nuestra industria; cada palabra y fotografía son un fiel registro del trabajo que no se ve y que tanto logra.
Gracias a todo el equipo de sound:check Magazine, que tengan una larga vida de éxitos ininterrumpidos.
Un orgullo ser parte de este equipo tan valioso y tener la oportunidad de colaborar en el consejo de especialistas.
Brenda Salayandía Jiménez, socia fundadora de MainStage & CompaSStage
Los estudios eran un búnker de “Arte y Tecnología”, que permitían adentrarnos en la producción musical y técnica de grabaciones como “La Inmensa Minoría”, de Fernando Toussaint, quien, junto a Salvador Tercero en Sala de Audio, nos mostraron cómo sacar el máximo del “equipo casero”: Alesis M20 y XT20 a 32 canales de grabación digital a 20 bits, utilizando CADI (control remoto) y medidor portátil RMD.
El primer aniversario nos dejó conocer el legado de Pedro Plascencia Salinas (Q.E.P.D.): Ka’y Nah Estudio, comandado por Fernando Ortiz.
A 25 años de distancia, nuestra sección “Detrás del Micrófono”, deja identificar los procesos de producción -hoy híbridos- que realizan músicos, productores e ingenieros para crear música, demostrando que se han dado pasos enormes en la producción musical: Garigoles armó su “Licantropía Moderna Vol. 1” en el home studio de Óscar del Río, Panteras Estudio, con interfaz de audio Audio Audiofaire 12, mixer MRS24 y hardware como Pro Tools HD2 Core y Accel, SSL 500 Lunchbox EQ y Compresor y Digidesign 192 i/o; Paco Herrejón hizo su “Caleidoscopio” con su DAW Presonus Studio One y los home studios de colegas que participaron, como Javo Barrera y capturando cosas en específico, como la batería de Chuz Estrada en Pieza Estudios, con un set de microfonía que incluyó AKG, Neumann, Telefunken, Shure, Beyerdynamic, Sennheiser y Austrian Audio; la banda Odelay armó su EP “Kreuzberg Shuffle” aplicando técnicas de microfoneo en su espacio, Casa Filigrana, y dejaron la mezcla y masterización a Hans Mues en su The Freak Room; además, la cantautora Leiden creó “Volver al Corazón” en Young Studio, de Luca Ortega (arreglos y grabación), precedida de un tallereo de canciones vía Zoom, para luego estrenar el sencillo “Preciosa”, producido y grabado por Gonzalo Schroeder en su home studio, con mezcla y master de Erik Urbina; Alex Cuba trabajó “El Swing que yo Tengo” con Logic, interfaz Duet 2 de Apogee, preamp Grate River, micro Neuman TLM 49 y controlador MIDI Oxigen de M Audio; Francisco Lelo de Larrea logró una coinversión que le permitió grabar “Ataraxia” en Atomic Sound Records en Nueva York, por Fernando Lodeiro, y encargar la mezcla y masterización a Óscar Zambrano.
La revista y todo el concepto de sound:check ha sido muy importante para mí, ya que es una ventana a la Industria, ahí ves lo que está sucediendo, es el punto de contacto con otros profesionales y un espacio que permite aprender y compartir conocimiento; es el ente que une a todo el medio y siempre hay temas interesantes que se publican y de donde se aprende. Por otra parte, sound:check Xpo es el escaparate más importante para mostrar productos y ver a todos los amigos, es un punto de encuentro y el evento más importante del año, siempre lo atendemos con mucho gusto. Por otra parte, el evento de reconocimientos que se hace en el marco de este evento es muy emotivo, ya que se reconoce el trabajo de muchas personas que a veces pueden pasar desapercibidos y que sin embargo son muy importantes en el medio. Sólo sound:check ha tenido la delicadeza de reconocerlos.
¡Que vengan muchos años más!”.
Manuel Tapia, gerente de ingeniería y proyectos en Representaciones de Audio.
En este resumen, y como prueba de esta enorme evolución en la industria de la grabación, durante las ediciones recientes tuvimos temas con Dolby Atmos en un Reporte Especial, en el que Carlos Cuevas (Dolby Applications Engineer) nos hizo recordar los principios de este formato sonoro a una década de su origen, mientras que Nacho Cano nos dejaba escuchar su “Malinche Sinfónico”, la mezcla Dolby Atmos hecha por Mikel Krutzaga en Abbey Road.
Siguen creándose estudios de grabación: los hay de tipo boutique, como Alquimia Recording House en CDMX, cuyo diseño y construcción ostenta los principios del Walter Storyk Design Group, o como el de producción de alta gama: CHG Recording Studio en Jalisco, entre los primeros en tener una consola SSL Origin y un par de monitores Genelec 1235A de campo lejano estéreo, además de la posibilidad de mezclar en Dolby Atmos.
La industrialización del audio en el cine, por talento mexicano, es una aspiración que va haciendo camino, como ejemplifica la colaboración de Avid para la cinta “Chupa” de Jonás Cuarón, con Daniel Zlotnik y Camilo Froideval en la batuta musical y sonora de la grabación, desde Sony Music México.
En Showco hemos estado vinculados a la revista sound:check prácticamente desde su fundación. Para nosotros no sólo han sido el medio de comunicación oficial de nuestra Industria, sino que a nuestra naciente empresa le dieron la oportunidad de darse a conocer y empezar a formar parte de este mercado. Más allá de ser un espacio plural donde podíamos publicitar y dar a conocer nuestros productos, sound:check siempre ha representado un canal de comunicación que le ha dado voz a la Industria de la Música y el Espectáculo. ¡Enhorabuena y que sean otros veinticinco o más!”.
Rodolfo Vergara, director general de Showco
Un enfoque a lo humano versus la innovación se ha vuelto pertinente en las “Columnas Invitadas” donde Ferrer León, Raúl de Jesús Bustos Castañeda, Darío Peñaloza y Alan García ponen a consideración temas que invitan a reflexionar sobre el rol del músico, el ingeniero de estudio y el productor, así como su toque y sensibilidad como individuo.
El reconocimiento a las leyendas locales y foráneas permanece para seguir consolidando el vínculo y diálogo en nuestra comunidad: desde Ed Stasium hablando de su carrera, previo a su participación estelar en sound:Check Xpo, a la pasión por el estudio de grabación de Laura Cerda desde Álamo Estudios y la tercera entrega de Premios de Oídos de Oro.
¡La grabación sigue siendo un ámbito vibrante para todos y la razón de existir para muchos profesionales, cuyos logros seguirán llenando las páginas de sound:check Magazine!
La revista sound:check prácticamente ha ido de la mano de mi carrera (tenía 18 años cuando llegó la primera edición a mis manos) y ha sido una gran motivación, ya que leía las reseñas de los eventos y me podía imaginar todo lo que iba sucediendo alrededor del mismo. Leía la sección ‘On Tour’ e imaginaba que algún día tendría la oportunidad de usar esos equipos, leía las reseñas de los nuevos equipos e iba a leer los manuales para entender el correcto funcionamiento de las cosas. Leía sobre varios compañeros forjadores de la Industria y que actualmente puedo llamarles amigos a varios de ellos. Definitivamente es una gran labor la que ha realizado la revista y el equipo que ha sido parte fundamental en mantener a la Industria comunicada y unida. ¡Felices primeros 25 años!”.
Carlos Rosanoff, director general de Prees