Por Alan García*
Una explicación sobre la direccionalidad de los micrófonos y cómo usarla a nuestro favor.
Al momento de realizar una grabación, tenemos que pensar en diferentes variables; una de las más importantes es la elección de los micrófonos que usaremos. Dentro de esta decisión, tenemos que tomar en cuenta el patrón polar de cada micrófono, pues conociendo su patrón podremos optimizar la manera en la que capturamos un sonido. Puede parecer un tema básico, pero nunca está de más tenerlo muy presente.
La parte clave, a mi gusto, es saber qué ángulos rechaza el patrón polar, pues así podemos disminuir sonidos que no queremos en la señal del micrófono.
Un tema muy importante
El patrón polar es la direccionalidad del micrófono. Es decir, desde qué ángulos puede captar la presión sonora y desde qué ángulos no, o con diferentes cualidades. La parte clave, a mi gusto, es saber qué ángulos rechaza, pues así podemos disminuir sonidos que no queremos en la señal de ese micrófono. Mi acercamiento y opinión sobre este tema es principalmente en un ambiente de estudio, donde podemos controlar la mayoría de las variables con calma y cuidado, pero creo que conocerlo es igual o más importante en situaciones de shows en vivo.
Como sabemos, los patrones polares son principalmente tres: cardioide, bidireccional y omnidireccional.
Cuando vemos el manual de un micrófono, podemos ver el nombre de su patrón polar y una gráfica del mismo. Algunos fabricantes incluso especifican el patrón polar en diferentes frecuencias, pues los micrófonos se comportan de manera distinta según la frecuencia que estemos analizando, y como veremos más adelante, según la distancia a la que coloquemos el micrófono respecto a la fuente sonora.
Patrones polares:
Cardioide
Este patrón polar es muy popular y también muy útil. Su nombre y gráfica nos hacen notar que tiene la forma de un corazón.
Con un patrón polar cardioide, un micrófono capta bien el sonido que proviene de la parte frontal, un poco de las partes laterales y rechaza la parte trasera.
Existen las variantes súper-cardioide e híper-cardioide, que “alargan“ la figura de corazón; es decir, que captan menos de los ángulos laterales y vuelven el patrón más direccional.
El patrón polar cardioide nos puede ayudar a rechazar la información que queremos que no se capture en un canal de audio cuando tenemos varios instrumentos físicamente cercanos; por ejemplo, podemos microfonear la tarola o caja en una batería y rechazar el hi-hat, dándole la espalda del micrófono.
Bidireccional
El patrón polar bidireccional o figura de “8” es muy especial, pues capta muy bien el sonido proveniente del frente, pero de igual manera el que viene desde la cara posterior del micrófono. Su particularidad, que a mi parecer lo hace excepcional, es que rechaza casi por completo cualquier sonido que proviene de las partes laterales de la cápsula. Así que si quieren rechazar algún sonido casi por completo mientras microfonean otro instrumento, pueden utilizar este patrón polar.
Uno de mis usos favoritos para este micrófono es cuando el mismo artista está tocando una guitarra acústica y cantando al mismo tiempo. Puedo poner el micrófono inclinándolo para que capte bien la guitarra y rechace la voz, y por supuesto, utilizar otro micrófono distinto sólo para la voz. Con esta técnica podemos separar bastante ambas fuentes sonoras y trabajarlas posteriormente en mezcla sin preocuparnos mucho por el bleeding (sonidos de instrumentos que se cuelan a través de micrófonos que no son los usados para grabar ese instrumento en particular).
Omnidireccional
Cuando necesitamos que un micrófono capture el sonido proveniente de todos los ángulos, utilizamos uno con patrón polar omnidireccional. Su principal función será cuando queremos capturar el cuarto o el ambiente.
Cabe mencionar que el patrón polar de un micrófono es una característica que tiene que ver con la construcción del mismo, tanto en sus dimensiones y formas, como en sus circuitos. Incluso algunos micrófonos tienen la posibilidad de ser multi-patrón, lo que los hace más flexibles.
Tips
En esta ocasión, quiero darles algunas herramientas para usar el patrón polar de sus micrófonos para capturar su música de la mejor manera:
- Apuntar el micrófono directo a la fuente sonora, como sería lo más lógico, pero también hay que pensar en el ángulo que rechaza ese micrófono en particular y tomarlo en cuenta respecto al resto del cuarto o instrumentos que están sonando al mismo tiempo. Con esto se podrá limpiar muchísimo la señal.
- Los micrófonos tienen una clara tendencia a captar menos agudos en la parte lateral de la cápsula, aún cuando el patrón polar sea omnidireccional. Una manera práctica de verlo es que podemos rechazar esos agudos si la fuente a la que estamos grabando tiene mucha energía en las frecuencias arriba de 8 KHz; por ejemplo, si la voz está muy sibilante. Con girar unos cuantos grados el micrófono podemos lograr tener una señal con menos energía en esas frecuencias. Usen audífonos y pónganse frente a un micrófono pronunciando la letra “S”. Giren poco a poco el micrófono y sientan cómo la “S” baja y sube de volumen.
- Cuando hablamos de patrón polar, también tenemos que hablar del efecto de proximidad. Los micrófonos direccionales tienen la particularidad de que cuanto más los acercamos a la fuente sonora más realzarán los graves de ésta. Aprovechar el efecto de proximidad nos ayuda, por ejemplo, a grabar una voz con mucho cuerpo. Sin embargo, tenemos que tener cuidado y estar conscientes de cómo ocurre este efecto, ya que puede variar mucho en las tomas si el cantante cambia su distancia respecto al micrófono drásticamente. Al mismo tiempo, si la fuente que estamos grabando tiene demasiados graves, con alejar el micrófono unos centímetros podremos resolver el problema.
Espero que esta información le ayude en su próxima sesión. Si tienes alguna duda o comentario cuéntenme. Leo y contesto todos los mensajes.
¡Gracias por leer!
*Ingeniero de Mezcla y Masterización en Suno Records y Customer Success Manager en SoundBetter.