Previo a la emergencia sanitaria que vive el mundo en la actualidad, el regreso a los escenarios de la boyband que marcó los años noventa, The Backstreet Boys (BSB), tuvo en las consolas Solid State Logic L550 su invitado especial en su gira “ADN”, teniendo a James McCullagh en el audio en sala y Austin Schroeder en el control de monitores, reincorporando el sonido de la grabación al tratamiento en vivo del reconocido grupo de pop.
“Estaban bastante entusiasmados porque el sonido de SSL es el sonido por excelencia de los noventa, por lo que tenía sentido volver al origen también en ese rubro. Max Martin (productor discográfico, compositor y cantante), es parte de su ADN y todo lo que hace está en una SSL”, afirma James.
Y todo cambió, explica Austin Schroeder: “Nuestro director musical grabó todo el espectáculo en un estudio y recibimos todos los archivos de audio sin procesar. Luego tomamos esas más de 120 pistas y las reducimos a 64 canales a 96kHz y los mandamos a las consolas a través de MADI, lo que nos dio máxima libertad creativa en la mezcla”.
James McCullagh señaló también como claves el flujo de trabajo y la sensación táctil de los faders, botones y perillas de la mesa: “Me gusta mucho que haya tres buses en solitario en lugar de la elección AFL/PFL habitual de la mayoría de las consolas. Cada bus tiene su propia matriz mini, o sección de enrutamiento de entrada, y puedo ejecutar ya sea un grupo de monitores de campo cercano desde uno de los buses en solitario y mis audífonos desde otro. Mis audífonos están configurados para escuchar todo el pre-fader, y los campos cercanos que alisté y para escuchar mi mezcla principal de dos maneras: tengo la mezcla en el bus estéreo principal pre, y fuera de la cadena. La razón de esto es que pueda escuchar qué tipo de diferencia está haciendo el equipo fuera del enrutamiento y también asegurarme de que la mezcla interna pueda mantenerse por sí misma. Todo esto es muy fácil de hacer y rápido para cambiar de fuente con sólo tocar un botón”.
Austin Schroeder, quien usó un total de 137 canales de entrada mono y estéreo, y manejó diez mezclas, destacó las características del canal talkback: “Es una función muy básica, pero tener la opción de configurar los micrófonos en un botón, con una opción momentánea o de enganche, ha sido un cambio enorme para mí. Normalmente uso un interruptor de pie para encender o apagar mi micrófono talkback y a menudo me cuesta tratar de encontrar el interruptor en una arena oscura. En medio de un espectáculo de ritmo rápido, estos segundos perdidos son muy valiosos y pueden crear o romper mensajes importantes que deben transmitirse de un lado a otro. Esto también me ha permitido tener un sólo micrófono talkback que puedo enrutar a diferentes grupos y dedicarlo a tecnología o banda, lo que alivia la preocupación de presionar el botón incorrecto en una situación acelerada”.
Con la gira a tope y el equipo concentrado, el éxito de los conciertos para James McCullagh fue llevar la SSL L550.