Por Raúl de Jesús Bustos Castañeda*
Esta columna está dedicada a entender la mente y sus procesos en el entorno del audio profesional, para poder desarrollar nuestros flujos de trabajo y alcanzar el objetivo más grande que, en mi opinión, es llevar el mensaje de una manera eficaz y contundente a la audiencia; es decir, que la gente pueda conectar en ideas y emociones con la canción en vivo, o con la película, el podcast, la obra de teatro y demás, de tal manera que resuene el mensaje del creador en el espectador.
Es por eso que es imprescindible dedicarnos a meditar acerca de los sesgos cognitivos más importantes que usamos en nuestro día a día para poder dominarlos y enfocarlos de manera tal que sume a nuestros flujos de trabajo y por ende a nuestro resultado final.
En este artículo entenderemos qué son los sesgos cognitivos y cómo ayudan a formar hábitos, los cuales pueden ser buenos y otros no tanto. También analizaremos nuestro primer sesgo: el de arrastre.
Sesgos cognitivos
Según la licenciada Lucila Balduzzi, experta en neurociencias y consultora del Instituto INECO-U, los sesgos cognitivos son mecanismos mentales adaptativos inconscientes que nos permiten tomar cientos de decisiones y hacer juicio de una manera muy rápida con un mínimo de esfuerzo cognitivo (baja demanda mental). Hay que recordar, de artículos pasados, que la cognición es la serie de procesos mentales que nos ayudan a interpretar, entender e interactuar con nuestro entorno.
Dicho de una manera fácil, los sesgos cognitivos son atajos del pensamiento (predisposiciones) para evaluar y/o decidir acerca de cualquier problema o vivencia que tengamos de una manera fácil, práctica y rápida para la mente.
Está comprobado científicamente que tomamos cientos de decisiones en un día, donde los sesgos actúan y nos hacen sentir casi como que decidimos en piloto automático. Para explicar esto, pongamos un par de ejemplos de la vida cotidiana y del mundo del audio profesional.
Ejemplos en la vida cotidiana:
•Hablemos de la rutina en la mañana. Vamos a decir que te levantas temprano y tomas la decisión de tomar un licuado; como todos los días, esa decisión seguramente es fácil y rápida, porque estás predispuesto a tomarte un licuado como lo hiciste los últimos meses. Muy difícilmente, diario vas a analizar todos los beneficios de tomar tu licuado en la mañana; imagínate que todos los días te pusieras a razonar lo importante que es ese licuado para tu organismo, para que te sientas con energía y fuerza y que inicies tu día lleno de vitalidad. Tal vez hiciste este análisis cuando decidiste tomar esta rutina, pero si llevas uno, dos o tres meses con este hábito, sería muy complicado que cada mañana le dedicaras tiempo y esfuerzo cognitivo a analizar porque te tomas el preciado licuado.
•Liguemos otro ejemplo a tu licuado matutino. Digamos que vas de compras cada 15 días y tienes todo lo necesario para tu licuado, pero por un error se terminaron las nueces. Todos los días no dedicas pensamiento a buscar las nueces, siempre están en su lugar, pero ese día que se te terminaron, vas a activar el proceso mental de alta demanda y vas a analizar cómo resolver el problema: si vale la pena ir a la tienda en ese momento, si lo sustituyes con algo o simplemente no le pones nueces ese día. Tus decisiones van a estar sesgadas o cargadas a procesos que ya conoces que se te hacen fáciles para dedicar la cognición a lo que consideras que realmente lo necesite, como tu trabajo o las actividades específicas de ese día.
Ejemplos en el mundo del audio profesional:
•Tal vez en tu estudio grabas todos los fines de semana a una banda en especial y de las primeras veces utilizaste tres micrófonos para el vocalista, analizando conscientemente el timbre de ese vocalista con esos tres micrófonos y elegiste otro para ese vocalista. A partir de ahí, cada fin de semana tu decisión va a ser rápida, pronta y fácil y no te vas a detener a analizar o pensar qué conviene más, porque ya estás sesgado a tomar la decisión con ese micrófono; incluso si llega otro vocalista con un timbre parecido, vas a tener una predisposición directa a usar ese equipo, que en caso de que no tengas tiempo para probar con otros, rápidamente te irás por el que ya probaste. Este sesgo me parece positivo, pero podríamos plantear una situación negativa en la que por un artículo o por el de boca en boca, sepas que un micrófono va a funcionar siempre para todo tipo de voz y sin hacer un análisis crítico tomes la decisión sesgada, porque todo mundo comenta que ese es el equipo perfecto para voces. Este sería un ejemplo de sesgo de arrastre que más adelante detallaremos.
•Otro ejemplo es cuando haces monitores y te preparas antes de que llegue la banda; pruebas los micrófonos de los coros y como tu experiencia te lleva a pensar que un cantante siempre te va a pedir más volumen en el monitor, decides ajustar el volumen de los micrófonos lo más alto posible y buscas el punto de la retroalimentación, para tener un headroom adecuado. Y puede ser que lleguen los cantantes y confirmen tu teoría, pero también puede ser que llegue un cantante que le parezca muy fuerte y te pida que le bajes al monitor y rompa con tu sesgo, y entonces necesites buscar el volumen adecuado para ese cantante detenida y conscientemente.
Para cerrar la idea, los sesgos cognitivos son predisposiciones o atajos que generan hábitos y procesos en automático en el terreno de baja demanda, para ser más eficaces en el día a día. Y si se da el caso de que el problema no sea resuelto, entonces tu corteza prefrontal se activará para realizar un análisis crítico de mayor demanda con mucho detalle para encontrar la solución al tema en cuestión.
Existen más de 150 sesgos cognitivos descritos en la literatura científica, y en esta serie de artículos analizaremos los sesgos más representativos e importantes que utilizamos aplicados a la industria del audio, para poder hacer un uso más eficiente de ellos y erradicar los que puedan estar restando calidad a nuestro trabajo.
Sesgos de arrastre
Es la predisposición de hacer o creer en algo por el hecho de que muchas personas lo hacen. Entre más sea el número de personas que hacen o creen en eso, será más fácil adoptar esa forma de pensar y realizar las actividades como lo hacen todos ellos.
Se me viene a la mente una lluvia de ejemplos que tienen que ver con aspectos técnicos de la ingeniería de audio y también aspectos sociales. tanto en el campo laboral como con la gente que nos rodea.
Pongamos algunos ejemplos:
•Sesgo de arrastre y el orden de los canales para audio en vivo. Como ingenieros de live sound, creo que tenemos casi tatuado en el alma que la batería va en los primeros canales y que el bombo va en el canal número 1. Lejos de cuestionarnos esta decisión, es casi por convención no escrita que así debe de ser. Desde que iniciamos como practicantes o asistiendo a alguien, aprendemos esta práctica; la adoptamos y la realizamos evento tras evento. Lo interesante está en que en el soundcheck y en el show, cuando interpretamos el sonido del bombo y tomamos la decisión de querer hacerle un cambio, vamos en automático sesgados a modificar el canal número 1. No quisiéramos gastar recursos en tratar de pensar en dónde está el bombo, en buscarlo o tratar de analizar cuál fue el orden que decidimos en un inicio, sino que queremos inmediatamente estar en ese canal para poder modificar la ecualización o la compresión y percibir el cambio. Para muchos colegas y para mí, es de alta prioridad tener todo el flujo de trabajo tan sencillo, ordenado y fácil como sea posible. Eso va a reflejar un enfoque predominante a la mezcla y a procesos mentales más sanos, donde nos concentramos en el tema principal: lograr el sonido deseado.
•Sesgo de arrastre en la elección de procesos de tiempo por estilos musicales. Es probable que cuando vamos a mezclar un género musical como el pop, tengamos ya una predisposición a usar reverb en las voces y/o en la tarola. Y sería interesante detenernos a analizar qué tanto nuestra decisión es porque le conviene al proyecto que estamos mezclando o si es enteramente porque así lo hacen todos. En mi opinión, pienso que el mejor hábito es el que viene después de hacer un análisis crítico de dicha cuestión y tal vez confirmar, por qué todos lo hacen así y unir mi sesgo de arrastre con mi criterio desarrollado por la experimentación consciente.
Llego a la conclusión de que el sesgo de arrastre puede ser muy útil cuando no puedo hacer un análisis exhaustivo y confío en el criterio de una comunidad para poder llegar a un buen resultado final, pero es importante considerar que, en ciertas ocasiones, esa idea no aplique eficientemente para mis circunstancias; tal vez sea una idea errónea, porque no es garantía que si todos lo hacen sea lo correcto o se convierta en algo tan genérico que no pueda representar una identidad sónica del género, el artista o propia del ingeniero de audio.
*Es Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica por el IPN. Cuenta con dos diplomados en Neurociencias y educación y Neurociencias para mandos medios, por el Instituto INECO-U. Ha sido docente por más de 12 años en instituciones como SAE Institute y Rec Música y es CEO y director académico en Sonic Ear Training Institute: soniceartraining.com. Contacto: raul.bustos@soniceartraining.com