Por Néstor Iencenella*
Ozone 10 ya tiene veinte años en la Industria; al principio parecía más un experimento que un software para masterización. Año tras año esta fantástica empresa siguió haciendo mejoras, (gracias por la persistencia y el compromiso), y hoy, sin duda alguna, es una herramienta indispensable para masterizar cualquier estilo de música.
La inversión monetaria es realmente justificable, porque además de las capacidades de masterización, contiene módulos que pueden ser utilizados en mezcla en canales individuales o buses y ahí se tendrán varios tipos de ecualización diferentes.
La primera cachetada de inteligencia artifical
Quizá el mayor cambio en esta nueva versión de Izotope Ozone es el asistente de masterización; se le puede poner una canción de cualquier género musical y en unos pocos segundos, este magnífico programa la masterizará, algo impensado hace unos veinte años (cuando nació). Algo importante a tener en cuenta es que siempre se logrará un mejor resultado haciéndolo escuchar o analizar una sección de la canción armada; es decir, el último coro, por ejemplo, o si la canción es instrumental, la parte de la melodía principal. De este modo, el análisis estará basado en esa parte y seguramente lograrás un mejor resultado, aunque en las pruebas que he realizado también pude notar que puede funcionar también haciendo analizar otras partes y a veces funciona mejor con el primer verso.
Como si esto fuera poco, luego de escuchar la masterización sugerida, podrán ver lo que hizo, el tipo de módulos que utilizó y modificar algo si así lo desean. Este es un gesto maravilloso por parte de los programadores, porque permite hacer ajustes o modificaciones sobre lo que el software creó. De esta forma, Ozone puede servir como punto de partida hacia la búsqueda de un nuevo sonido o incluso como materia didáctica para aprender un poco más sobre algo que está hecho por un software.
Luego de varias pruebas he descubierto que más o menos utiliza las mismas herramientas con los mismos trucos, ejemplo Hi Shelf y Low Shelf en los ecualizadores. A veces es la decisión correcta, a veces no.
Una de las herramientas del Ozone 10 que más me impresionó fue que casi siempre “adivina” el género musical de la música que está masterizando, lo cual habla bastante bien de la intensa programación que hay detrás. Sin duda alguna, como ingenieros de masterización debemos incorporar estos nuevos recursos en nuestro arsenal, ya que nos puede servir para evaluar nuestro propio trabajo o simplemente tener otra perspectiva o versión. Es muy útil para masterizar demos o trabajos que no sean tan complejos o de bajo presupuesto y además añade un nuevo mundo a los músicos y productores que no necesariamente saben masterizar y que desean lograr un mejor sonido en sus estudios caseros.
Ozone 10 ya tiene veinte años en la Industria y hoy, sin duda alguna, es una herramienta indispensable para masterizar cualquier estilo de música.
Diversos usos
¿De qué se trata Ozone 10? Es un plug in que contiene otros 17; la versión Advance permite usar estos plug ins de forma individual, por ejemplo, para una mezcla.
Esto hace que la inversión monetaria sea realmente justificable, porque más allá de las capacidades de masterización, contiene módulos que pueden ser utilizados en mezcla en canales individuales o buses y ahí tendrán varios tipos de ecualización diferentes (fase lineal, dinámicos y vintage), más compresores vintage, multibanda y expansor, realzador de la imagen estéreo, excitador de armónicos y emulador de tape, además de incluir dos nuevos módulos que son fantásticos: Stabilizer, que permite hacer ajustes dinámicos y de resonancia con resultados muy complejos ya sean de incremento o atenuación, muy útil en la masterización, e Impact, expansor compresor multibanda como nunca he escuchado antes, también otra herramienta indispensable, para dar punch (Expansión) o controlar (Compresión) alguna parte de la mezcla.
Estos dos procesadores incluyen el nuevo botón Delta, que es para escuchar lo que el procesador está haciendo.
Los programadores del Ozone 10 también incorporaron un soft clip integrado antes del limitador Brickwall, lo cual es fantástico, ya que muchos ingenieros de mastering estaban usando clippers para lograr estos resultados. El clipper que diseñaron está dentro del top cinco de clippers que he escuchado; es de gran calidad, con un oversampling incorporado. Otra gran adición es el recover sides en el módulo Imager que hace sonar los procesos en este procesador mucho más naturales.
Además han rediseñado la estética y resulta muy agradable a la vista y cómodo para trabajar, y con la versión Advance viene incluido el Tonal Balance Control (reseña: soundcheck.com.mx/izotope-tonal-balance-control-2-un-amigo-confiable/)
Uno de los detalles es que al tratarse de un plug in nuevo y tan completo, debo decir que es pesado para la mayoría de las computadoras personales.
En mi caso lo utilicé con una computadora MacBook Pro con M1 Pro con 16G de RAM y no tuve problemas de ningún tipo. También hice otras pruebas con MacPro con Xeon y 64G de RAM con resultados igual de satisfactorios.
Si tienen una máquina poderosa van a poder jugar durante mucho tiempo y realmente les van a impresionar, pero si su máquina no es tan eficaz, intenten investigar los plug ins uno por uno.
Si es una compra absolutamente recomendable, excelentes grabaciones para todes.
*Músico, compositor, productor musical e ingeniero en audio. Especialista en Mezcla y Mastering. Imparte cursos privados online y en universidades sobre Ingeniería en audio, Producción musical y Desarrollo de la creatividad. Es profesor de Técnicas de mezcla y mastering en REC Música y SAE Institute México.