El impacto de la contaminación acústica y sus soluciones

Por Luis Herrera Villalón*

En un mundo cada vez más ruidoso, donde las ciudades nunca duermen y las actividades humanas generan niveles de sonido que superan los límites recomendados, la contaminación acústica se ha convertido en un problema de salud pública de gran magnitud. Para los profesionales del audio, entender el impacto de este fenómeno en la salud humana y explorar soluciones efectivas es fundamental, no solo para proteger a las comunidades, sino también para promover prácticas responsables en la industria del audio.

¿Qué es la contaminación acústica?

La contaminación acústica se refiere a la presencia de sonidos no deseados o excesivos que afectan la calidad de vida, no solo humana. Estos sonidos pueden provenir de diversas fuentes: tráfico vehicular, actividades industriales, construcciones, eventos musicales, y en algunos casos, el uso inadecuado de equipos de audio en espacios públicos o privados.

Desde una perspectiva técnica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que niveles de presión sonora superiores a 55 DBA durante el día y 40 DBA durante la noche pueden tener efectos adversos en la salud humana. Sin embargo, en muchas áreas urbanas, estos niveles se superan con creces, generando un impacto que va más allá del simple malestar auditivo.

Impacto en la salud humana

La exposición prolongada o repetida a niveles elevados de ruido puede tener consecuencias serias para la salud física y mental. A continuación, se detallan algunos de los efectos más relevantes:

-Pérdida auditiva: La exposición constante a sonidos fuertes puede dañar las células ciliadas del oído interno, provocando pérdida auditiva temporal o permanente. Los profesionales del audio, especialmente aquellos que trabajan en entornos con altos niveles de volumen, deben ser conscientes de este riesgo y tomar medidas preventivas para ellos y primordialmente para las personas presentes.

Un gran ejemplo lo podemos experimentar cuando nos encontramos en bares con un mal diseño de posición y calibración de los equipos, que a lo largo de la noche nos genera un “taponeo” auditivo que nos reduce la sonoridad: a este fenómeno se le conoce como reflejo estapedial. Este fenómeno, en la mayoría de los casos, es seguido por un ruido interno constante (generalmente en frecuencias agudas), el cual indica que probablemente se produjo un traumatismo físico en alguna de las zonas del oído interno.

-Estrés y trastornos psicológicos: El ruido excesivo activa el sistema nervioso simpático, lo que puede generar niveles elevados de estrés, ansiedad y fatiga. La exposición continua puede contribuir a trastornos del sueño, irritabilidad y dificultades para concentrarse.

Un ejemplo claro se presenta generalmente en ciudades con grandes cantidades de población, debido a ello las personas que residen en dichas ciudades son más propensas a enfermedades.

-Problemas cardiovasculares: Estudios científicos han demostrado que la contaminación acústica aumenta el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. La exposición a ruidos nocturnos, en particular, interfiere con los patrones de sueño, afectando la recuperación del cuerpo y elevando el riesgo de problemas cardiovasculares.

-Alteraciones del sueño: El ruido nocturno puede interrumpir los ciclos de sueño, provocando insomnio y disminución de la calidad del descanso. Esto afecta la memoria, el rendimiento cognitivo y el estado emocional.

-Efectos en el desarrollo infantil: En niños, la exposición a niveles elevados de ruido puede afectar el desarrollo cognitivo, el aprendizaje y el comportamiento social.

La exposición prolongada o repetida a niveles elevados de ruido puede tener consecuencias serias para la salud física y mental y los profesionales del audio tienen un rol crucial en la gestión y reducción de la contaminación acústica.

El papel del audio profesional en la mitigación del impacto

Los profesionales del audio tienen un rol crucial en la gestión y reducción de la contaminación acústica. Desde la grabación y producción musical hasta el diseño de espacios sonoros, su trabajo puede contribuir a crear ambientes más saludables y sostenibles.

Algunas prácticas responsables incluyen:

-Diseño acústico adecuado: En la planificación de espacios públicos y privados, el uso de materiales que absorban o bloqueen el sonido puede reducir significativamente la propagación del ruido. Los ingenieros acústicos y diseñadores deben colaborar con arquitectos para crear entornos más silenciosos.

Algunos ejemplos son las barreras acústicas en carreteras que cruzan zonas habitacionales, paneles acústicos en restaurantes y hasta las fuentes en parques que enmascaran el ruido generando ambientes tranquilos.

-Control de niveles en eventos: Los técnicos de sonido deben ajustar y controlar los niveles de presión acústica en los eventos. Midiendo constantemente y a lo largo del evento para así evitar sobrepasar los niveles recomendados de exposición sonora en un tiempo determinado según la NOM-011-STPS-2001 en México. Colocar imagen de niveles de exposición

Normatividades para medición y control de ruido

La ISO 1999, junto con otras normas, como la ISO 1996 y la ISO 9612, establecen los estándares para la medición, evaluación y gestión del ruido en diferentes contextos. 

La ISO 1999 se enfoca en la exposición al ruido en el trabajo, estableciendo niveles de acción (80, 85 y 87 dB) que determinan la necesidad de tomar medidas para prevenir la pérdida auditiva. 

La ISO 1996- 1 y 2 proporcionan un marco para la descripción, medición y evaluación del ruido ambiental, incluyendo el ruido de tráfico, aeronaves y maquinaria industrial.

La ISO 9612 especifica un método de ingeniería para medir la exposición de los trabajadores al ruido en el entorno laboral y calcular el nivel de exposición al ruido.

En resumen: Las normas ISO son herramientas fundamentales para la gestión del ruido, tanto en el ámbito laboral como en el ambiental, estableciendo estándares para la medición, evaluación y control de la exposición al ruido para proteger la salud y el bienestar. 

En México, la principal norma que regula la exposición laboral al ruido es la NOM-011-STPS-2001, que establece los límites de exposición permisibles y las medidas de control que deben implementarse. También existe la NOM-080-ECOL-1994, que se enfoca en los límites máximos permisibles de emisión de ruido de los vehículos automotores y la NOM-081-ECOL-1994, que se refiere a las fuentes fijas.

Es importante dentro de la industria del audio y sonido tener conocimiento del daño que puede causar la exposición continua a altos niveles de presión sonora en nuestra vida diaria y junto con las normativas, implementar soluciones que mejoren nuestra calidad de vida y de los demás.


*Es ingeniero en audio y productor musical egresado de la Academia de Música Fermatta, maestro en Acústica Arquitectónica y Medioambiental por la Universidad La Salle Ramon Llull. Cuenta con un diplomado en Neuropsicología del Arte y otro más en Musicoterapia por DMC Music Center.