La era digital ha transformado nuestra relación con el espacio. Actualmente, el diseño no se trata solo de función o apariencia, sino de crear entornos vivos que se adapten a nosotros, que respondan a la luz, a la tecnología y a la manera en la que trabajamos. Pocos lugares reflejan esta transformación de manera tan clara como el estudio de grabación.
Espacios que alimentan la creación
Antes concebidos como salas cerradas, casi búnkeres dedicados únicamente al aislamiento acústico, los estudios son ahora espacios inteligentes y adaptativos. Fusionan acústica, estética y atmósfera para crear entornos que nutren la creatividad mientras mantienen el ritmo de las exigencias de la creación digital de contenidos.
Silvia Molho, socia y directora de arte en WSDG, llama a este enfoque Diseño Interior Técnico (TID, por sus siglas en inglés). El término fue acuñado hace décadas por los fundadores de WSDG, Beth y John Storyk, quienes fueron pioneros en la idea de que los espacios altamente técnicos también podían ser acogedores, flexibles y expresivos. Para Silvia, TID significa crear espacios donde la forma, la tecnología y la emoción trabajen de manera fluida, flexible y conjunta.
“Los estudios son un espejo de su tiempo”, explica Silvia. “En los años setenta y ochenta eran oscuros y cerrados, muchas veces llenos de mobiliario pesado y humo. Hoy son abiertos, con luz natural, cómodos y multifuncionales. Tienen que inspirar tanto como servir a la tecnología.”
Una historia escrita en estudios
La evolución del TID se encuentra plasmada en algunos de los estudios más icónicos del mundo.
Electric Lady Studios en Nueva York, diseñado para Jimi Hendrix, capturó la energía psicodélica de los primeros años setenta con formas fluidas y colores vibrantes, demostrando que un estudio podía reflejar la identidad de un artista. Synchrosound Studios en Malasia integró textiles y patrones tradicionales, insertando el contexto cultural en un entorno técnico. Electronic Arts en Canadá demostró que la iluminación y el mobiliario podían ser tan centrales para la creatividad como las consolas y los monitores.

Cada proyecto revela cómo los estudios evolucionan junto con la cultura y la tecnología. Ya no son laboratorios ocultos del mundo, sino participantes activos en la manera en que se crea música, cine y medios.

Más allá de muros y consolas
Los artistas y productores contemporáneos ya no se limitan a grabar pistas. Hacen transmisiones en vivo, gestionan negocios, producen contenido y colaboran internacionalmente, muchas veces desde el mismo espacio. El TID asume esta realidad convirtiendo a los estudios en centros multifuncionales donde trabajo, ocio y performance se superponen.
La luz juega un papel central en esta transformación. Antes excluida por temor a filtraciones de sonido, hoy la luz natural se integra cuidadosamente mediante cristales angulados, difusores y tratamientos acústicos. La luz artificial es igualmente poderosa, con sistemas LED ajustables que permiten transformar un estudio de un entorno de trabajo brillante a una atmósfera íntima y creativa con solo tocar un botón.
La elección de materiales también forma parte de este lenguaje. La madera introduce calidez y confort psicológico a la vez que ofrece difusión acústica. Los tejidos aportan textura y apoyan la absorción sonora. Incluso el color se selecciona con cuidado, equilibrando matices culturales y efectos emocionales. “En India evitamos el blanco porque está asociado al luto”, señala Silvia Molho. “En Albania nos lo pidieron justamente por su relación con la moda y la modernidad. Cada decisión debe afinarse según su contexto y personalidad .”
Caso de Estudio 1: FAMA Studio D en Santo Domingo, República Dominicana
Quizá la expresión más clara de la adaptabilidad del TID se encuentra en el FAMA Studio D en Santo Domingo. Parte de un complejo con otros tres estudios, el nuevo Studio D está oculto tras una puerta disimulada como librero, siendo al mismo tiempo una joya técnica y un santuario creativo.

Aunque compacto, el espacio integra el encanto analógico con los sistemas digitales más avanzados. Los acabados en capas de madera aportan calidez y precisión acústica, mientras la luz natural se filtra sobre las superficies energizando la sala. Más allá de ser un entorno de grabación, funciona también como un refugio donde productores y artistas se sienten protegidos del mundo exterior, sin llegar a sentirse encerrados.

Como explica Silvia Molho: “Lo importante es cómo se equilibra el diseño con la tecnología para crear un espacio que se sienta vivo.” FAMA Studio D demuestra que la escala es irrelevante: lo que importa es la interacción entre materiales, luz y sistemas, capaz de transformar incluso un espacio reducido en un estudio inspirador y lleno de vida.
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Caso de Estudio 2: Alibaba Studios en Beijing, China
En contraste, el complejo de Alibaba Studios en Beijing aplica el TID a gran escala. La instalación incluye cuatro salas de control, una sala en vivo, cabinas de aislamiento y una sala central de máquinas, cada una con una identidad distinta definida por materiales, iluminación y acústica.
La Sala de Control A, dedicada principalmente a la producción musical, cuenta con una consola AMS Neve Genesys Black y monitoreo ATMOS, enmarcados por pisos de madera y acabados en tonos crema que combinan precisión y modernismo con elegancia sobria. La Sala de Control B, diseñada para ADR y grabación vocal, adopta una paleta blanca futurista con superficies brillantes que refuerzan su claridad clínica. Las Salas de Control C y D emplean tonos más oscuros y techos con acentos de luz indirecta, creando entornos inmersivos y enfocados para tareas complejas de mezcla para cine y televisión.

Esta diversidad de materiales e iluminación respalda el dinámico ecosistema de producción de Alibaba, que abarca desde música y bandas sonoras de cine hasta gaming y medios corporativos. El resultado es un complejo que no solo funciona como un centro técnico, sino como un motor creativo flexible, demostrando cómo el TID puede escalar desde santuarios íntimos hasta buques insignia corporativos multifuncionales.

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Patrones de la naturaleza, leyes del sonido
Aunque la estética varía, los principios del TID siguen reglas universales. Proporciones basadas en geometrías naturales, como la secuencia de Fibonacci o los fractales, ofrecen equilibrio tanto a la vista como al oído. “Los espacios diseñados en armonía con estos patrones simplemente se sienten correctos”, asegura Molho. “La gente no siempre sabe por qué, pero lo percibe.”
Ese equilibrio, insiste, es lo que diferencia al TID de la mera decoración. No se trata de ocultar máquinas ni de adornar muros, sino de integrar diseño, acústica y psicología para que las personas dentro del estudio se sientan respaldadas en su trabajo y a gusto.
Diseño vivo
Los estudios de grabación encarnan la evolución del Diseño Interior Técnico porque no pueden permanecer estáticos. A medida que la tecnología avanza, cambian las expectativas culturales y se expanden las prácticas creativas, el estudio debe reinventarse constantemente.

Para WSDG, la lección es clara: el TID no es una capa añadida, sino la esencia de cómo se conciben los entornos técnicos. Desde el Electric Lady de Hendrix hasta el complejo iluminado de Alibaba, desde la puerta secreta de FAMA Studio D hasta las salas cinematográficas de China Film Group, los estudios muestran que el diseño alcanza su mayor poder cuando está vivo.
O, como concluye Silvia Molho: “Lo que define a WSDG no es solo la precisión técnica, sino nuestra capacidad de escuchar, entender y traducir; resignificando esas necesidades en espacios sensorialmente adaptables, que transforman los lugares de trabajo en espacios con propósito, intuitivos y atractivos que inspiran, creatividad e interacción. Eso es lo que realmente significa el (TID) Diseño Interior Técnico”.




