Si duda, éste es un momento único en las giras musicales. Una combinación de las exigencias de la crisis sanitaria (que aún no termina del todo) y la escasez han hecho que los tours tengan que estar listos para cambiar en cualquier momento. Este es el caso de las fechas que dieron inicio a la gira mundial de aniversario cincuenta y de despedida de los escenarios del grupo The Manhattan Transfer, fundado en 1969 y ganador del Grammy, que ha explorado géneros vocales en ritmos como swing, jazz brasileño, rythm and blues y pop en ese lapso de medio siglo.
Condiciones retadoras
Mientras el cuarteto se preparaba para las fechas iniciales de su tour en agosto y septiembre pasados, las circunstancias los obligaron a hacerlo con el mínimo de ensayo técnico, y ya que debían viajar con una banda de 24 integrantes (la DIVA Jazz Orchestra), se trató de todo un acto de equilibrio. Ahí fue donde justamente entró la consola Digico Quantum225, de las cuales un par fueron usadas en la gira, para audio en sala y monitores. En ambos casos, los equipos ofrecieron herramientas que ayudaron a poner este espectáculo completamente en marcha.
“Es un espectáculo bastante grande: una banda con doce trompetas, dos kits de batería y tres bajos”, comenta Andrew Lefkowits, el ingeniero en sala de la gira, quien se unió al ingeniero de monitores Chad Willis y Tyler Cerny, el técnico de sistemas de la compañía Slamhammer para el tour”.
Andrew le da crédito a la Quantum225 gracias a su flexibilidad ergonómica. “No tuvimos mucho tiempo para crear un espectáculo antes de salir de gira y la flexibilidad de diseño de la consola es simplemente asombrosa. Pude construir mis bancos de faders con los elementos correctos en cada uno y colocarlos donde pudiera acceder a ellos de forma rápida y segura. En esta ocasión necesito los cuatro atenuadores vocales bajo mis dedos en todo momento, porque cada cantante individual tendrá momentos en los que saltará y luego volverá a caer en las armonías, y tuve que construir tres layers separados, basados en la instrumentación. Tener esa capacidad fue enorme, especialmente porque, de manera literal, comencé a construir los layers en la primera prueba de sonido, tres horas antes de la apertura de las puertas”.
El procesamiento llamado Mustard de la consola también contribuyó a que todo se acelerara rápidamente. “Estoy usando la compresión de Mustard en los bombos individuales y los bajos –dos acústicos y uno eléctrico-, y luego también la aplico al bus de batería en general”, explica Andrew. “Lo mejor del procesamiento es que, aunque no tuve mucho tiempo para profundizar demasiado en él, sonaba genial tan pronto como lo encendí. En esta gira eso marcó una gran diferencia”.
Además, Andrew Lefkowits está utilizando la herramienta Spice Rack de la consola con la compresión multibanda Chilli 6 y el ecualizador dinámico Naga 6 en la salida L-R general al sistema de PA. “No se necesita mucho”, dice, “solo lo suficiente para obtener un poco de expansión en el extremo superior y administrar los medios bajos donde las voces comienzan a acumularse. También estoy usando el Naga 6 en el bus vocal, para controlar el rango medio bajo, alrededor de 200 a 220 Hz, para que cuando una de las voces salte no se adelgace demasiado, pero cuando todos canten juntos, todo esté bajo control. La potencia y la facilidad de uso de la Quantum225 son simplemente asombrosas, sobre todo debido a que tuvimos que construir gran parte de la gira con los tiempos muy limitados”.
En el mundo de los monitores, Chad Willis, quien al igual que Andrew Lefkowits ha estado con The Manhattan Transfer durante la mayor parte de una década, comparte que la función Virtual Soundcheck de la consola ha cambiado las reglas del juego. Él recuerda que la banda la escuchó en el escenario por primera vez y su fidelidad fue sorprendente. “Ahora no estoy seguro de cómo hemos vivido sin esta herramienta”, comenta entusiasmado. Esta función del equipo se volvió fundamental concierto tras concierto, lo que le permitió importar la grabación multipista de un evento anterior simplemente en USB sobre MADI en la consola para ejecutar virtualmente el espectáculo en cada fecha de la gira.
El monitoreo del grupo es tan complejo como la configuración del escenario: los vocalistas tienen cuatro monitores de piso frontales y dos side fills, además de los sistemas in ear que también usan tres de los miembros. Las secciones de saxofón, trompeta y trombón tienen cada una sus propios monitores de piso, al igual que el bajo y el baterista, que también puede mezclarse a sí mismo en el escenario. “Son muchas mezclas, pero la Quantum225 lo hace fácil de manejar”, dice Chad. Una de las formas en que lo hace es gracias a la capacidad de tener prácticamente toda la superficie de trabajo de la consola disponible en una tableta.
El responsable del monitores también está usando las funciones multibanda Chilli 6 y el ecualizador Naga 6 de Spice Rack en los sistemas personales para administrar el volumen a medida que avanza el espectáculo. “A mitad del espectáculo y hacia el final, a menudo estamos en niveles de volumen completamente diferentes y no les gusta que sus oídos suenen demasiado alto, por lo que la compresión me ayuda a manejar eso”, explica. “Solía viajar con un compresor de hardware clásico para eso y ahora es bueno poder obtener el mismo efecto de compresión fácil sin necesidad de ese equipo. Y a medida que se vuelven más fuertes, tocan ciertas frecuencias con más fuerza y el ecualizador dinámico me permite mantener el tono constante para ellos. Tanto para Andrew como para mí, tener la Quantum225 ha hecho una gran diferencia. Es una gran manera de celebrar un aniversario cincuenta con The Manhattan Transfer”.
Una consola digital compacta con lo necesario
La Digico Quantum 225 incluye 72 canales de entrada, 36 buses, un bus maestro LR/LCR y una matriz de procesamiento de 12 entradas/12 salidas. Su formato pequeño contiene una gran cantidad de entradas y salidas útiles, incluidas ocho entradas analógicas, ocho salidas analógicas y cuatro canales AES digital, junto con dos puertos MADI, compatibilidad con Optocore y UBMADI. También cuenta con dos ranuras DMI dedicadas para una expansión aún mayor y su procesamiento de señal de alto rendimiento, con el sistema Mustard de la marca y los efectos de inserción Spice Rack, son capaces de producir mezclas con calidad de estudio. De esta forma, tomar el control de la mezcla es lo más intuitivo posible, gracias a la pantalla multi táctil de 17 pulgadas y 25 faders motorizados de cien milímetros sensibles al tacto.