La última gira de Coldplay estuvo en los Estados Unidos en una mezcla de recintos en los que se incluyeron estadios y arenas. “Durante la gira en Europa, la compañía Wigwam se encargó de suplir el equipo; sin embargo, en esta parte del mundo nosotros tomamos el equipo de la compañía de renta neoyorquina, Firehouse”, explicó el diseñador de sistemas, Tony Smith. “Teniendo a Alex Fedrizzi y a Brett Tylor en aquel continente, se probó tener una perfecta transición al tour estadounidense”.
Ambas compañías han provisto audio de d&b audiotechnik, basándose en sistemas de la serie J, con procesadores de arreglos lineales, una combinación de sistema, diseño y software que ha logrado brindar algunos de los mejores resultados. “Abrimos en el estadio MetLif y la administración del recinto nos comentó que nuestro concierto había sido uno de los pocos en no recibir quejas por el sonido”, explicó Tony.
“Por supuesto, hubo dos factores trabajando aquí para que eso sucediera. Por un lado, está Dan Green, quien ha sido el ingeniero de sala de la banda desde que ellos aparecieron en público por primera vez y quien también ha dado una gran reputación a los shows por su gran mezcla en vivo, pero también sus implementaciones como ingeniero han requerido que todos los sistemas de audio sean grandiosos para poder escuchar los detalles de la mezcla”, explica el diseñador de sistemas.
Todo el diseño incluye componentes de la serie J: los principales, izquierda y derecha, son de esta gama, mientras que los subwoofers J-SUB y J-INFRA estuvieron al frente del escenario; después fueron montados cuatro torres de altavoces J. Esta implementación funcionó muy bien en Europa; en los estadios más grandes tuvimos que poner un arreglo colgante extra en el techo del recinto y para ello, también se agregó un ensamble más de delays de la serie V”.
En el estadio MetLife, donde empezamos, empleamos el software ArrayProcessing, algo que no fue tan necesario en Europa. Yo estuve más que feliz con lo que el sistema hizo y el beneficio que este recurso nos trajo. Este lugar fue un ejemplo clásico de cómo esas diferencias en el diseño de estadio entre los Estados Unidos y Europa se manifiestan”, concluye Tony.