Por Alan García*
Con el ánimo de darle movimiento a tu siguiente mezcla, las siguientes son ideas de cambios sencillos que podrán generar un mayor impacto en tu trabajo.
No existe un lugar más poderoso para crear movimiento que el master fader. De igual manera, no hay lugar más delicado para hacerlo.
En una mezcla, nuestro master fader es un track muy especial, casi sagrado para muchos ingenieros. Lo que hagamos aquí afectará todos los instrumentos, toda la canción, así que debemos tener mucho cuidado. La gran ventaja es que si dominamos algunas técnicas podremos lograr un mayor impacto y una mayor conexión con el escucha.
Estos tips son ideas que poco a poco van sumando para que una mezcla se vuelva cada vez más profesional y que capture el sentimiento y la emoción que la canción busca transmitir.
Magnificar lo que la canción nos dice
Para mí, la automatización es esencial en una mezcla y actualmente es muy fácil trabajar con ella en cualquier DAW. Me encanta que las cosas no se queden estáticas, mover los faders y hacer riding en algunos instrumentos. Disfruto aumentar la esencia y emoción en una canción guiando la atención del escucha por cada pasaje, desde la introducción hasta el silencio final. Para lograr esto, no es necesario que muchas cosas se estén moviendo todo el tiempo; tan sólo crear repetición y sorpresas produce un juego muy interesante, como cuando se escribe un arreglo. Mi técnica favorita para alcanzar este resultado es la automatización, que no es otra cosa que “grabar” en tiempo real los cambios que hacemos para que nuestro DAW los reproduzca cada vez que damos play a la canción.
Existen diferentes modos de automatización y sus nombres o funcionamiento pueden variar ligeramente dependiendo del DAW que utilices. El modo que yo utilizo más es Touch, que graba los cambios al momento de hacerlos y respeta automatizaciones previamente guardadas cuando dejo de tocar algún parámetro.
Muy probablemente has notado que insertar plug ins en el master fader es un arma de doble filo. Es muy fácil sentir que todo mejora con pocos ajustes, pero también es muy fácil deteriorar una mezcla y quitarle vida cuando comprimimos o ecualizamos desde el master fader. Quiero hacer énfasis en lo siguiente: todas las técnicas y tips que menciono a continuación requieren atención y cuidado, pues la intención de automatizar es magnificar lo que la canción nos hace sentir y esto podemos lograrlo con pequeñas automatizaciones en el momento correcto y con la magnitud adecuada. Sin embargo, no olvides que estás manipulando todo al mismo tiempo, por lo que siempre existe el riesgo de que algo no funcione como esperamos.
Estoy seguro de que algunas de estas ideas pueden servirte y espero que puedas agregarlas a tu arsenal de herramientas.
Volumen
La automatización del volumen es la más sencilla, obvia y poderosa. ¿Recuerdas ir en el auto escuchando una canción que te gusta y subir el volumen cuando llega el coro? Pues es algo casi tan simple como eso. Normalmente me gusta hacer este proceso cuando ya tengo una mezcla estática que funciona en general, pero de vez en cuando lo hago después de haber jugado con la automatización de tracks individuales, dependiendo de lo que me llame la atención primero. Por lo general, en los versos bajo 1 dB o máximo 2, mientras que en los coros recupero el volumen original o me vuelvo a acercar a éste. Me gusta hacerlo de manera manual con un controlador, pues siento que toco la canción, como si fuera un director de orquesta. A veces los movimientos de volumen suenan bien cuando se hacen de golpe y otros cuando se hacen gradualmente, como una transición durante un par de tiempos o compases. No hay nada como probar.
En este caso, mi recomendación es que le des play en loop a la canción, de principio a fin, y que te aprendas las secciones. Con base en esto podrás anticipar qué es lo que te gustaría que pasara en la siguiente sección. Inténtalo varias veces y graba la automatización cuando sientas que la canción crece y se encoge, siguiendo un sentido emocional que funciona con el arreglo y la composición. Cuidado con el headroom, ya que a veces por subir el volumen y sentir que todo crece, podemos terminar metiéndonos el pie y perdiendo dinámica, que es lo contrario de lo que buscamos, o incluso podemos crear distorsiones no placenteras.
Hay que hacer énfasis en que todas las técnicas y tips mencionadas requieren atención y cuidado, pues la intención de automatizar es magnificar lo que la canción nos hace sentir.
Espectro estéreo
Así como podemos lograr que distintos pasajes cambien de energía y presencia con el volumen, también podemos hacer que utilicen más o menos espacio en el espectro estéreo. Actualmente, muchos plug ins tienen la opción de modificar la imagen estéreo (stereo width) y es interesante probar qué pasa si jugamos con esta variable. Lo más convencional es que el espectro estéreo esté más cerrado (mono) en los versos, y que se abra en los coros o en el puente.
Igualmente sugiero reproducir la canción en loop mientras hacemos pruebas y recomiendo no aumentar demasiado el ancho de la imagen estéreo. Sentir que el espectro estéreo se abre puede ser increíble, pero la contraparte es que lo que está ubicado en el centro perderá presencia y por lo general, lo que tenemos en el centro es lo más memorable de una mezcla.
Ecualización
Aquí, las posibilidades son muchísimas, pero te invito a probar tres movimientos que sé que funcionan muy bien:
-EQ de sonrisa: para ayudar a que una sección reviente, sube 1 dB en 80Hz y 1 dB en 10 KHz. Muy fácil y efectivo.
-EQ para dar más aire: automatiza en línea recta un Hi-Shelf en 12 KHz. Al inicio de la canción. la ganancia del filtro tiene que ser de 0 dB, y al final puedes subir 2 dB. El cambio será sutil, pero dará la sensación de que la emoción va creciendo todo el tiempo.
-EQ LoFi: prueba poner un Low Pass en el puente antes del último coro y desactívalo justo en el momento en el que todos los instrumentos explotan.
En esencia, estos pequeños tips son ideas que poco a poco van sumando para que una mezcla se vuelva cada vez más profesional y, sobre todo, para que ésta capture el sentimiento y la emoción que la canción busca transmitir. Sin embargo, como la mayoría de las técnicas que he aprendido como ingeniero de mezcla, algunas veces funcionan, otras no tanto. Al final hay que confiar en nuestro gusto y no dejar de probar ni de experimentar hasta que tengamos confianza en nuestro criterio y en que tenemos un abanico de opciones que podemos usar en nuestra siguiente mezcla, dependiendo de los retos que la música y su producción nos pongan.
Espero que esta información te sea útil en la próxima canción que mezcles. ¡Nos vemos en la siguiente! Te invito a que me sigas en sunorecords.com/blog donde comparto ideas sobre audio, mezcla, masterización y más.
CV Alan
*Ingeniero de Mezcla y Masterización en Suno Records, CS Manager en SoundBetter.