Por Marisol Pacheco
Este año, con expectativas muy esperanzadoras y un público activo y entusiasta, las masterclasses de sound:check Xpo fueron acogidas en el Auditorio del World Trade Center (que en esta ocasión tomó el nombre de Auditorio sound:check) con el apoyo de Audio Acústica y Electrónica y Castelein. Ahí ocurrieron tres encuentros emotivos e inspiradores respecto a lo que implica estar al frente y detrás del escenario.
Cubierto ese entremés, Alonso procedió a montar la base sobre la cual correría la sesión en la que expondría la forma en que confronta el poder de los límites, la secreta búsqueda de proporción y equilibrio, cómo liberar la creatividad cotidiana, sacar jugo de lo traído en los viajes, la dialéctica del movimiento, la toma de decisiones y hacer el ridículo, todos ejes de una conversación a la que se fueron sumando cómplices como Ramón Solano (mimo), Carmen Ruíz (música y cantante) y Fuensanta Rodríguez (artista multidisciplinaria), con quienes actualmente monta ¡Sh!, lectura performática inspirada en libros prohibidos con pantomima y palabrarismos.
Además de los artistas anteriores, Alonso también estuvo acompañado por el laudista Emmanuel Pina, con quien sonó repertorio inédito, inspirado en aquel viaje a Mali, África, junto a Trey Gunn (King Crimson); acto seguido, se unieron a él Leiden (artivista, socióloga y gestora cultural), y María Elena Ríos (saxofonista y activista), para hacer una versión especial de “Cuando soñaba”, que dejó hacer un saludo al poeta cubano Roberto Fernández Retamar (abuelo de Leiden) y, además, escuchar el sonido de Curandera, la guitarra creada al alimón entre Alejandro Sanz, Antonio Álvarez Bernal y Alonso, y de la cual Leiden es feliz embajadora.
Posteriormente, tocó el turno a Mardonio Carballo, con quien Alonso interpretó “Eso”, reviviendo el potente mensaje de “Las horas perdidas”, donde poesía en náhuatl, hip hop y rock, dan vida al proyecto Arreola + Carballo. El colofón fue la unión del bajo de Alonso y la guitarra eléctrica de José Manuel Aguilera, en una interacción que dejó mirar un poco de la manera en que se genera esa particular elucubración sobre acordes y ritmos que ha tenido este par.
De esta manera cerró el conversatorio performático para dar paso a las preguntas y comentarios del público asistente que pudo atestiguar por qué la materia musical no es piedra, sino algo que puede cambiarse y poder mantenerse como soldado de la creación, haciendo caso al impulso creativo y la toma
Convertida en el referente del teatro musical femenino de los últimos años, Fela Domínguez también usó el recurso anecdótico para invitar a quienes acudieron a su clase maestra, a comprender que el pánico escénico no es algo que se quite, sino más bien, algo con lo que se vive y debe trabajarse.
De cuna artística (padres músicos y coristas que han colaborado con Emmanuel, Lupita D’Alessio, Luis Miguel y María del Sol, entre otros), desde pequeña supo que debía confrontar este malestar y entrenar su manejo emocional para lograr tener la que llama, “capacidad resolutiva” y lograr el equilibrio entre lo que pueden ser nervios (que son necesarios) y el pánico en sí.
“Se trata de ir entendiendo cómo atender nuestras inseguridades y aquello que detona nuestros bloqueos”, comentó la cantante e intérprete en sus aclamados roles como Nala y la Narradora en “El Rey León” y “Jesucristo Superestrella”, respectivamente.
Fela, quien recién se encontraba promoviendo su primer disco “Con todo y caos”, invitó a tres integrantes del público a tomar el escenario junto a ella y así exponerse, en tiempo real, a este problema (que no es exclusivo de cantantes), sino que puede imponer en el desempeño de quienes deben exponer ante otros. “[Te das cuenta de que] no tiene que ver con la técnica o la actitud, sino algo que puede salirse por completo de tus manos y romperte todo un trabajo de preparación. Yo recuerdo cuando hice la audición para “El Rey León”, sintiendo que bastaría sólo con mi capacidad vocal y no, hay muchos otros factores que nos sacan de nuestra zona de confort o de balance y tenemos que ir aprendiendo a lidiar con eso”.
La artista también hizo énfasis en la manera en la que, si no se toma el tiempo para ver qué está pasando en estos momentos al subir al escenario, esto se suma a vicios arraigados que pueden llevar a la enfermedad o a lastimar la voz, desde las cuerdas vocales o padecer constantemente laringitis y otras afecciones respiratorias. Las tres valientes en acompañarla para cantar ante el público reunido en el Auditorio sound:check ejemplificaron los alcances de este conflicto interno y de forma amorosa y empática, Fela les ayudó a reconocer y ubicarlas en un lugar donde ni la culpa, ni el miedo al ridículo, pueda anular la capacidad y la confianza propias.
Después de estas 3 masterclasses y de escuchar a Alonso Arreola, Benny Ibarra y Fela Domínguez, el agradecimiento por esta oportunidad se suma a la espera de las siguientes sesiones que tendrán lugar en sound:check Xpo 2024. ¡Estamos al pendiente!
Alonso Arreola, soldado de la creación
El arranque de las masterclasses de esta edición en sound:check Xpo estuvo a cargo de Alonso Arreola & Amigos, con quienes el músico, productor y escritor armó su “Bajismos y Palabrarismos: Conversatorio performático sobre el bajo eléctrico, la literatura y la creatividad”; así, en el marco del Día Internacional del Libro, el también conocido como “escarabajo” abrió la sesión obsequiando ejemplares de su autoría entre la audiencia.
Benny Ibarra, alias ¡el rockstaff!
El segundo ponente de las masterclasses en el Auditorio sound:check fue alguien que ha sido un visitante y promotor de sound:check Xpo desde siempre. Benny Ibarra ha participado con entusiasmo y pasión con marcas como Sennheiser y Avid para compartir su trabajo como músico, compositor, arreglista y productor (tanto en estudio como en vivo), pero en esta ocasión se dio el gusto de contar cómo ha sido su “romance artístico con la tecnología”.
Así, Benny tomó como eje de su relato la vida en el teatro, donde nació su amor por la música y todo lo que ocurría detrás del telón para hacer posible aquello que pasaba en el escenario, desde que su madre Julissa le hizo parte de esa vida cuando era niño. De ella, afirma, le quedó también la misión más importante de “siempre regresar a la parte de la transparencia, de la calidad, de llevar el mundo del arte, el entretenimiento y del audio a un nivel mucho más arriba del que estaba antes de ella. Mi madre compraba equipo para sus obras, porque, ustedes lo saben, el audio en los teatros dejaba mucho que desear”; con Benny coincidieron los presentes en tener en Julissa a una pionera en atender y solicitar equipamiento de audio e iluminación de vanguardia para hacer el espectáculo.
Fueron “los nanos y nanas” de la carpintería, el audio, la iluminación y hasta la dulcería, quienes se convirtieron en mentores: “Estaba en el ajo aprendiendo de todos… [sumando también] algunos fracasos en el mundo del audio de los que les voy a contar, porque son divertidos y es de donde uno más aprende”, relató Benny.
El mayor de los Ibarra de Llano acompañó sus anécdotas en esta ocasión con la interpretación de canciones que representan momentos clave de su vida profesional; revisaba la línea de tiempo anotada en su celular y comentaba a detalle lo que implicaba enfrentarse a “los fierros” en cada etapa de su vida profesional. Así fueron circulando también los nombres de músicos y productores con quienes ha colaborado, desde Memo Méndez Guiú, Gustavo Borner, Chilo Morán, Fernando Toussaint (Q.E.P.D.), Pepe Hernández… las experiencias agridulces con las disqueras y la industria musical y de cómo hizo 11:11 su estudio de grabación con el apoyo de Julio Sánz (Q.E.P.D.).
Fue una plática entrañable que enalteció la nobleza, pasión y compromiso de quienes forman parte de esta Industria, lo que se resumió con la presencia de Everardo Cano operando desde la consola su masterclass, ingeniero de audio que vio crecer a Benny desde aquella “Vaselina” y que luego se sumó a varias aventuras en el estudio y los conciertos en vivo, así como Lalo Ruíz, asistente de estudio y quien sigue trabajando con él.
Fela Domínguez, abraza tu pánico escénico
Este año, con expectativas muy esperanzadoras y un público activo y entusiasta, las masterclasses de sound:check Xpo fueron acogidas en el Auditorio del World Trade Center (que en esta ocasión tomó el nombre de Auditorio sound:check) con el apoyo de Audio Acústica y Electrónica y Castelein. Ahí ocurrieron tres encuentros emotivos e inspiradores respecto a lo que implica estar al frente y detrás del escenario.
Cubierto ese entremés, Alonso procedió a montar la base sobre la cual correría la sesión en la que expondría la forma en que confronta el poder de los límites, la secreta búsqueda de proporción y equilibrio, cómo liberar la creatividad cotidiana, sacar jugo de lo traído en los viajes, la dialéctica del movimiento, la toma de decisiones y hacer el ridículo, todos ejes de una conversación a la que se fueron sumando cómplices como Ramón Solano (mimo), Carmen Ruíz (música y cantante) y Fuensanta Rodríguez (artista multidisciplinaria), con quienes actualmente monta ¡Sh!, lectura performática inspirada en libros prohibidos con pantomima y palabrarismos.
Además de los artistas anteriores, Alonso también estuvo acompañado por el laudista Emmanuel Pina, con quien sonó repertorio inédito, inspirado en aquel viaje a Mali, África, junto a Trey Gunn (King Crimson); acto seguido, se unieron a él Leiden (artivista, socióloga y gestora cultural), y María Elena Ríos (saxofonista y activista), para hacer una versión especial de “Cuando soñaba”, que dejó hacer un saludo al poeta cubano Roberto Fernández Retamar (abuelo de Leiden) y, además, escuchar el sonido de Curandera, la guitarra creada al alimón entre Alejandro Sanz, Antonio Álvarez Bernal y Alonso, y de la cual Leiden es feliz embajadora.
Posteriormente, tocó el turno a Mardonio Carballo, con quien Alonso interpretó “Eso”, reviviendo el potente mensaje de “Las horas perdidas”, donde poesía en náhuatl, hip hop y rock, dan vida al proyecto Arreola + Carballo. El colofón fue la unión del bajo de Alonso y la guitarra eléctrica de José Manuel Aguilera, en una interacción que dejó mirar un poco de la manera en que se genera esa particular elucubración sobre acordes y ritmos que ha tenido este par.
De esta manera cerró el conversatorio performático para dar paso a las preguntas y comentarios del público asistente que pudo atestiguar por qué la materia musical no es piedra, sino algo que puede cambiarse y poder mantenerse como soldado de la creación, haciendo caso al impulso creativo y la toma
Convertida en el referente del teatro musical femenino de los últimos años, Fela Domínguez también usó el recurso anecdótico para invitar a quienes acudieron a su clase maestra, a comprender que el pánico escénico no es algo que se quite, sino más bien, algo con lo que se vive y debe trabajarse.
De cuna artística (padres músicos y coristas que han colaborado con Emmanuel, Lupita D’Alessio, Luis Miguel y María del Sol, entre otros), desde pequeña supo que debía confrontar este malestar y entrenar su manejo emocional para lograr tener la que llama, “capacidad resolutiva” y lograr el equilibrio entre lo que pueden ser nervios (que son necesarios) y el pánico en sí.
“Se trata de ir entendiendo cómo atender nuestras inseguridades y aquello que detona nuestros bloqueos”, comentó la cantante e intérprete en sus aclamados roles como Nala y la Narradora en “El Rey León” y “Jesucristo Superestrella”, respectivamente.
Fela, quien recién se encontraba promoviendo su primer disco “Con todo y caos”, invitó a tres integrantes del público a tomar el escenario junto a ella y así exponerse, en tiempo real, a este problema (que no es exclusivo de cantantes), sino que puede imponer en el desempeño de quienes deben exponer ante otros. “[Te das cuenta de que] no tiene que ver con la técnica o la actitud, sino algo que puede salirse por completo de tus manos y romperte todo un trabajo de preparación. Yo recuerdo cuando hice la audición para “El Rey León”, sintiendo que bastaría sólo con mi capacidad vocal y no, hay muchos otros factores que nos sacan de nuestra zona de confort o de balance y tenemos que ir aprendiendo a lidiar con eso”.
La artista también hizo énfasis en la manera en la que, si no se toma el tiempo para ver qué está pasando en estos momentos al subir al escenario, esto se suma a vicios arraigados que pueden llevar a la enfermedad o a lastimar la voz, desde las cuerdas vocales o padecer constantemente laringitis y otras afecciones respiratorias. Las tres valientes en acompañarla para cantar ante el público reunido en el Auditorio sound:check ejemplificaron los alcances de este conflicto interno y de forma amorosa y empática, Fela les ayudó a reconocer y ubicarlas en un lugar donde ni la culpa, ni el miedo al ridículo, pueda anular la capacidad y la confianza propias.
Después de estas 3 masterclasses y de escuchar a Alonso Arreola, Benny Ibarra y Fela Domínguez, el agradecimiento por esta oportunidad se suma a la espera de las siguientes sesiones que tendrán lugar en sound:check Xpo 2024. ¡Estamos al pendiente!