Ali Guagua es una cantante y compositora veracruzana que ha traspasado las fronteras de la música del punk al tecno y de la cumbia al hip-hop. En esta entrevista, Ali hace un recuento de su carrera y nos narra la historia detrás del tributo al grupo Size que ella produjo y que estuvo enlatado diez años.
Como un pequeño resumen de su carrera, Ali Gua Gua recuerda: “Empecé haciendo cancioncitas con mi guitarra, como ‘cansaautora’. Me gusta mucho el blues, así que hacía cosas “bluseronas”. Técnicamente no soy muy buena, pero empecé a hacer mis propias canciones como desde los quince años y ya después vine al Distrito Federal y pude comprar una guitarra eléctrica y un amplificador; me junté con las Ultrasónicas y hacíamos más rock garaje, influenciadas por todo el movimiento de los noventa, con Ketherine Hanna, Bikini Kill, L Seven y The Slits. Con las Ultrasónicas grabamos tres discos y estuvimos juntas casi dieciséis años. Luego me uní a la banda Intestino Grueso por dos o tres años, mientras las demás chicas hicieron otras cosas:
Jenny se fue a vivir a los Estados Unidos e iba y venía; Jessy se fue a vivir a Jalapa y luego yo me fui a vivir a Argentina. Iba y venía haciendo cosas con Cumbia Queers, Afrodit, She Devil (banda de mis amigas de las Cumbia Queers), y luego yo cerraba como DJ. Así hicimos algunas giras”.
Afrodita fue algo más electrónico, cuando llegó el “electrotontis” español, veníamos de hacer punk con una voz femenina, como Alaska, que hizo Fangoria. Todo empezó a tener un sonido más electrónico. Supongo que era más fácil que llevar una batería, cargar las guitarras y todo eso. Yo quería hacer un proyecto alterno a las Ultrasónicas para tocar sin tener que cargar tanto equipo. Con Afrodita grabamos un disco que se llama “La Reina del Palenque”, que a mí me encanta. Me la pasé muy bien y todo, pero decidí dejarlos y auto-piratearme formando el proyecto Afrodyke, con el espíritu de Afrodita; la piratería, Tepito, los sonideros, la cultura mexicana. Luego en Argentina hice una gira como Afrodyke y fue cuando me dijeron que tenía que cantar y con las Cumbia Queers empecé a cantar. Empezamos en el 2007 y nos fuimos a un montón de lados, nos fuimos como seis veces a Europa. Conocí Suecia, Italia, República Checa, Canadá, Estados Unidos, Sudamérica. Fue un proyecto muy hermoso. Era algo que yo siempre había querido, hacer mi música y conocer el mundo”.
De regreso al presente, Ali habla acerca de sus proyectos actuales: “Me estoy presentando como Ali Gua Gua y también como DJ Guagüis. En el disco “Forever Alone” toco todos los instrumentos: batería, guitarras y bajo (Gibson SG). Se grabó en el estudio de Eduardo Pacheco, que es el baterista de Los Concord y lo produjo Julián Leve ( Silverio). Usé varias guitarras: Gibson LesPaul, Gibson SG, Fender Telecaster, Stratocaster, para lograr diferentes sonidos, un efecto Big Muff que es un wah wah, varios pedales como distorsionador y otros. Usamos mi amplificador Ampeg de 1971. Es más viejo que yo y suena increíble; ¡lo amo! Casi todo está grabado muy en seco, sólo en las voces se pusieron efectos. Algunas canciones son de mis amigos, como “No más sangre” de Arturo Morgado o “Ghettotitlán”, de Ricardo Saikone (Sonido Bersek). Eduardo toca la batería en una canción y Julián en otra.
Forever Alone fue presentado al público con dos amigas de Ali, que tocaban la guitarra y el bajo: “Este disco tiene dos partes: una rockera y otra más de hip-hop y cumbia electrónica. Lo he presentado con mi amiga Miss Bolivia, disparando la pista y cantando. No me gusta asumir ser solista y tener toda la responsabilidad en el escenario, así que me divierto más como DJ Guagüis, porque puedo estar trabajando sola. Me gusta trabajar con tornamesas Technics 1200 y el software Serato; eso es lo ideal cuando puedo llevar las tornamesas, pero también uso el software Tractor con los controladores X1 y Z1. Mezclo mucha música de otra gente y también música mía. Depende de la ocasión”.
Size is Everything
Este tributo a Size se empezó a formular en 2006 a través de Myspace, cuando estaba muy en boga. Éramos amigos que platicábamos y compartíamos cuánto nos gustaba esa banda. Era gente que tenía grupos en Tijuana, Guadalajara, Veracruz o el Distrito Federal. La idea era que Size se conociera más y que a través de nuevos sonidos y bandas se pudiera difundir un poco más su música. Hasta el momento me parece inaudito que se conozca tan poco. Sigue siendo un grupo para conocedores”.
“Las bandas se convocaron, cada una realizó la canción que escogió y fue muy curioso, porque nadie repitió canción. Cada quien se casaba con la rola que había escogido y sin ponerse de acuerdo cada quien seleccionó el tema con el que se identificaba. Cada banda fue responsable de producir, grabar, masterizar y mandar el tema por correo”.
“Al principio los resultados me parecieron disparejos, pero ahora que pasó tanto tiempo, valoro mucho cómo quedó la canción de cada quien. Fue algo muy de fans. En algunos casos cambiamos libremente la letra al español. Incluso, muchas de las bandas ya desaparecieron, pero no son sólo músicos, sino artistas. En la parte técnica sentí que tenía que respetar el sonido y el estilo de cada grupo. Es como una foto”.
“Como productora”, finaliza Ali; “la verdad me siento muy contenta, porque fue un esfuerzo de mucha gente, de mucho tiempo. Yo pensé que no vería la luz jamás por todo lo que pasó, que es inaudito y creo que se emparenta con la propia historia de Size. Al tributo le pasó un poco lo que le pasó a Size; no pudieron abrir para The Police, su disco no se editó en su momento. Todo esto lo hace un poco más mítico. Saber que los discos del tributo ya estaban hechos y permanecieron guardados en una bodega al principio me dio coraje, no lo podía creer. Así pasaron las cosas y siento que también el tiempo le da más valor. Me hubiera gustado que Illy (Bleeding) lo viera también”.