Por Ferrer León*
En la música, el núcleo de cada proyecto es, sin lugar a dudas, la creatividad; sin embargo, el dominio técnico y las decisiones asertivas siempre serán lo que determine el progreso de nuestras producciones y por ende nuestra carrera. En el campo de la producción musical, es muy común experimentar situaciones que, aunque parezcan comunes, son señales de alerta a las cuales debemos prestar mucha atención si no queremos sufrir descalabros, ya que pueden afectar nuestra producción, nuestros tiempos de entrega, o incluso nuestra reputación o carrera misma. Me gustaría compartir aquellas que con base en mi experiencia suelen ser las más comunes en los estudios de grabación y las relaciones profesionales, para que puedan tomarlas en cuenta a tiempo y de ser posible, evitarlas.
1. Mala acústica
Algunas veces, al usuario de un estudio de grabación le resulta más importante el equipo que hay dentro, y aunque en algunos casos este puede ser de vital importancia, cualquier equipo funcionando en un lugar con un malo o nulo tratamiento acústico no nos dará un buen resultado sonoro. La acústica es de los aspectos más importantes a considerar en un estudio, así que, si llegan a un estudio con un eco notorio o que resuenen los graves, es una alerta a considerar.
2. Equipo obsoleto o deteriorado
Todo esto debe estar en óptimas condiciones para funcionar de la manera correcta en la producción; tener constantes ruidos o parches en los cables, por ejemplo, es una muestra clara de la falta de compromiso con la calidad que se espera. No pretendo decir que debe tener el equipo más reciente del mercado, pero sí es importante que esté en óptimas condiciones.
3. Personal sin experiencia real
Para que un ingeniero en audio pueda obtener el mejor sonido en el proyecto, es elemental que cuente con la experiencia mínima para inspirar esa confianza, saber responder las dudas y mostrar un portafolio presentable realizado en el mismo espacio que se trabajará. Esto es importante para tomar la decisión correcta en un estudio de grabación.
4. Un productor que no sabe escuchar al artista
Una de las características básicas de un buen productor es saber orientar, pero también es primordial tener la flexibilidad para adaptarse a la expectativa creativa del artista. La idea central es que con su guía se pueda potenciar o descubrir la identidad sonora del proyecto y que no imponga la suya propia. No se trata de sonar como todo lo que él o ella son, sino de potenciar la identidad artística. Si el productor o productora imponen aspectos que desvirtúan esto, debería ser una alerta a tener en cuenta.
5. La magia de los plug ins
En internet estamos repletos de “profesionales” que recomiendan “plug ins milagrosos” que prometen hacer que nuestro home studio suene como los mejores estudios del planeta. En mi experiencia, el oído desarrollado y sin duda un buen criterio, harán un trabajo mucho más confiable con los plug ins que se tengan a la mano. Hagan que el software esté a su servicio y no al revés.
6. Sobreproducción que no es necesaria
No olvidemos la base; se trata de emociones. Si el tema a guitarra y voz da lo necesario para que el público conecte, entonces eso es lo que debe hacerse por la canción, pero si se llena de efectos de sonidos, samples, instrumentos innecesarios, o miles de tracks de un solo instrumento sin justificarse solo porque pueden hacerlo, se corre el riesgo de alejar la emoción y desmoronar la idea inicial.
En el campo de la producción musical, es muy común experimentar situaciones que, aunque parezcan comunes, son señales de alerta a las cuales debemos prestar mucha atención si no queremos sufrir descalabros, ya que pueden afectar nuestra producción, nuestros tiempos de entrega, o incluso nuestra reputación o carrera misma.
7. Toxicidad en las colaboraciones
Trabajar con personas que estresan el entorno, que critican sin aportar soluciones o minimizan las ideas, es recomendable cortar por lo sano. Para que un proyecto musical prospere, es necesario el respeto, la confianza y la armonía.
8. Promesa de éxito
Ningún estudio, productor o ingeniero tiene la posibilidad de asegurar un hit. Es importante saber que son muchos factores los que intervienen para que un tema musical se convierta en un éxito; no se dejen engañar con tácticas para vender servicios de producción.
9. Cuidado con el trabajo a cambio de exposición
Una propuesta de trabajar en una producción musical a cambio de exposición puede traer consecuencias mayores; si bien la promoción es importante, no hay que perder de vista que el talento tiene un valor real. El problema es que el trabajo se desvaloriza rápidamente y será muy difícil volver a darle valor en el mercado.
10. Mezclas que suenan mal en diferentes sistemas
Para considerar una mezcla como funcional, debería sonar balanceada en unos audífonos, una bocina bluetooth, en el auto, el celular y demás, pero si solo suena bien en uno de estos dispositivos, o peor aún, solo suena bien en el estudio, es una alerta a considerar, pues casi siempre la razón es porque la mezcla simplemente no funciona.
Las alarmas con las que nos encontramos en la producción musical no siempre son evidentes; en ocasiones, la emoción de producir un nuevo material nos puede hacer pasar por alto detalles que luego salen caros.
Estar pendiente desde el principio les permitirá escoger mejores estudios, rodearse de profesionales reales y llevar su carrera por el mejor camino. La música es arte, pero también es industria. Y como en toda industria, el conocimiento y la prevención serán los mejores aliados.
*Es productor musical, ingeniero en audio y músico y cuenta con 25 años de trayectoria en diversas áreas de la producción, participando en diferentes proyectos dentro y fuera de México, que abarcan música regional, pop, jazz, rock y orquestas sinfónicas, así como música para empresas y soundtracks. También está a cargo de la producción de audio en la Dirección de Innovación de la Secretaría de Educación Pública. Es miembro votante de los Latin Grammy y cuenta con su propio estudio de grabación, AntenaStudio, en Guadalajara, Jalisco. Pueden encontrarlo en: ferrer@antenastudio.com y www.antenastudio.com
