Por Javier Paniagua*
La historia de BOBO Producciones comienza con un gesto familiar: Ari y Jack Borovoy organizaron su primer concierto el 12 de junio de 2004, con Alejandra Guzmán en la Arena Monterrey, para comprarle un coche a su hermana menor. Lo que inició como una necesidad se convirtió en un proyecto que, a lo largo de dos décadas, creció de un pequeño departamento en la Condesa a un corporativo con oficinas internacionales. De manejar actores y organizar eventos, BOBO evolucionó hacia un ecosistema que integra management, booking, publishing, disquera, venues y proyectos alternos como el icónico 90’s Pop Tour. Hoy, con Sonia Salvador y los hermanos Jack y Ari Borovoy al frente, la compañía demuestra que una estructura familiar también puede tener una visión global.

Lo que inició como una necesidad se convirtió en un proyecto que, a lo largo de dos décadas, creció de un pequeño departamento en la Condesa a un corporativo con oficinas internacionales. De manejar actores y organizar eventos, BOBO evolucionó hacia un ecosistema que integra management, booking, publishing, disquera, venues y proyectos alternos.
Ari Borovoy (socio)

¿Cómo nace BOBO Producciones?
“La idea surgió de una necesidad familiar. Nuestra hermana menor iba a la universidad y le quedaba muy lejos de casa, así que Jack y yo decidimos organizar un concierto para comprarle un coche. Hicimos un show con Alejandra Guzmán en la Arena Monterrey el 12 de junio de 2004 y, afortunadamente, salió bien. Pudimos comprarle el auto y ahí empezó todo”.
¿Qué errores cometieron en esos primeros eventos?
“Muchísimos. Era una industria sin referencias. Aprendimos sobre la marcha: desde dónde poner la publicidad, hasta cuándo comprar boletos de avión, qué hoteles elegir, con quién rentar camionetas e incluso equivocarnos con artistas que pensábamos eran más grandes de lo que realmente eran. Todo fue aprendizaje”.
¿Cómo surgió el 90’s Pop Tour?
“La idea nació cuando organizamos el concierto de los 25 años de OV7. Primero invité a Federica, luego a René y en cuestión de horas ya tenía tres de seis confirmados. La gente enloqueció al verlos juntos en la Arena Ciudad de México. De ahí surgió la idea de armar una gira, y más tarde sumamos a otros artistas como JNS, Fey, Erik Rubín, Aleks Syntek y Caló. A pesar de los obstáculos, decidimos seguir adelante y se convirtió en la joya de la casa, con más de ocho años de éxito.
¿Qué retos vienen para BOBO Producciones en los próximos años?
“Seguir abriendo mercados. En 2025 llegamos por primera vez a Brasil, Chile, Argentina y Colombia. Ya hicimos Centroamérica y Estados Unidos varias veces, y ahora estamos entrando a Europa: Berlín, Ámsterdam, París, Madrid, Barcelona y Londres. Los retos son enormes, desde el tema de las visas, y la producción, hasta convencer al público de salir de casa”.
Sonia Salvador (socia)

¿Cómo empezaste a trabajar con los hermanos Borovoy y cómo te conviertes en socia?
“Llegué a BOBO casi por casualidad. Fui a un concierto de JNS en el Auditorio Nacional y me impresionó ver un sold out en lunes. Investigué quién estaba detrás, descubrí a Jack y Ari, y les escribí. Esa misma semana los conocí y el siguiente lunes ya estaba trabajando como abogada. Organicé el área jurídica, luego levanté la mano para llevar operaciones y, al año, me invitaron a ser socia. Todo fue muy rápido, pero encontré el lugar ideal para crecer junto a Jack y Ari”.
¿Cuál es el diferenciador de BOBO frente a otras compañías?
“La pasión. Somos casi los únicos que realmente se compran los sueños de los artistas como si fueran propios. Muchas veces nos dicen: ‘eso nunca va a pasar’ y nosotros lo logramos. Además, seguimos siendo una empresa familiar: las decisiones se toman entre los tres, en un pasillo, y eso hace que todo fluya más rápido y de una manera más humana”.
¿Qué papel juegan los aliados comerciales y estratégicos en BOBO?
“Son fundamentales. Hemos construido relaciones a largo plazo con recintos como la Arena Ciudad de México o el Auditorio Nacional, donde hemos podido hacer shows de hasta cinco horas. También con managements como Seitrack, con quienes trabajamos muchísimo, y con marcas que se han sumado como patrocinadores. La industria parece grande, pero en realidad es pequeña, somos pocos y nos vamos encontrando en distintos proyectos. Lo valioso es haber encontrado aliados con los mismos valores que nosotros”.
¿Cómo ves la participación de las mujeres en la industria musical?
“La mayoría de mis juntas siguen siendo con hombres, ese es el eslabón final. Aunque en los niveles de operación muchas son mujeres, las decisiones finales aún recaen en hombres. Sin embargo, percibo un cambio positivo. No se trata de superioridad, sino de diferencias que suman. La llegada de mujeres a puestos de dirección ha aportado sensibilidad y visión de futuro. En BOBO, por ejemplo, mi manera de ver riesgos y consecuencias ha sido un complemento valioso para Ari y Jack. Siento que la industria va por buen camino”.
Jack Borovoy (socio)

¿Cómo es la estructura actual de BOBO?
“BOBO se convirtió en una empresa muy diversificada. Independientemente de Ari, Sonia y yo, tenemos áreas generadoras de ingresos y áreas de servicio. Nos enfocamos mucho en la música: booking, promotores, management, área digital, además de diseño, ilustradores, animadores y productores de contenido. También tenemos dos sellos discográficos: uno en joint venture con Universal Music y otro independiente —que curiosamente es el que más trabaja—, además de un agregador, publishing y distribución”.
¿Cómo enfrentan el reto financiero de los conciertos?
“Seguimos siendo una empresa familiar, sin inversionistas externos. Todo lo hacemos con nuestro dinero. Eso implica riesgo, pero también decisiones más rápidas. Por eso no competimos con artistas internacionales millonarios. Encontramos un nicho en la nostalgia, aunque ahora también firmamos youtubers, artistas internacionales y españoles”.
¿Cuántos conciertos hacen al año?
“El año pasado hicimos casi 800 conciertos y este año rebasaremos esa cifra. Además, acabamos de inaugurar el Foro Niebla, con el que estamos trayendo artistas nuevos, incluso del extranjero, y eso abre más nichos”.
¿Cómo ves el futuro del entretenimiento en vivo en México en los próximos diez años?
“El entretenimiento en vivo no tiene caducidad. Aunque la tecnología avanza, la experiencia de ver a tu artista en directo es irremplazable. Sí habrá un giro hacia lo experiencial, más allá de los festivales tradicionales. Veo ejemplos como ABBA en Londres o los proyectos de Cirque du Soleil con Michael Jackson o The Beatles. Creo que la música conectará generaciones de nuevas formas y se integrará con turismo, gastronomía y experiencias completas”.
*Músico, productor, director musical y consultor en la industria de la música. Ha compuesto para más de 450 proyectos en televisión, cine y radio, incluyendo el Mundial de Qatar 2022, los Juegos Olímpicos de Tokio y el Abierto Mexicano de Tenis, además de campañas para Marvel, NFL, BBC y Apple. Es host del podcast “¿Qué es la música?”, uno de los espacios más influyentes de habla hispana sobre creatividad e historias de la industria musical.



