Por Javier Paniagua*
Durante décadas, el espectáculo en vivo en México estuvo centralizado en la Ciudad de México. Las giras, conciertos y decisiones clave pasaban por la capital, mientras el resto del país era solo un mercado satélite. Con el tiempo, esa dinámica cambió: surgieron fuerzas regionales con visión empresarial y un profundo conocimiento del público local.
Hoy, Apodaca Group es una de las compañías más influyentes del entretenimiento en vivo en México. Su historia comenzó de forma inesperada: don Óscar Flores Elizondo, entonces cajero de banco, cometió un error que lo endeudó. Para pagar, organizó un baile con Ramón Ayala en Apodaca, Nuevo León. El éxito del evento no solo saldó la deuda, sino que reveló su verdadera vocación.
En 1978, Don Óscar fundó Representaciones Artísticas Apodaca, enfocada en la música regional. Con el tiempo, la empresa se transformó en Apodaca Group y él se convirtió en mánager de figuras como Selena, Bronco e Intocable.

Hoy, el legado de don Óscar continúa en manos de sus hijos: Óscar, Blanca y Jesús Flores, quienes han llevado a Apodaca Group a convertirse en líder del entretenimiento en vivo en México. Con 10 festivales propios (incluido el Tecate Pa’l Norte), más de 400 conciertos al año y alianzas con marcas y artistas internacionales, la empresa ha transformado el mapa del espectáculo en el país, demostrando que la música ya no depende solo de la capital.
Óscar Flores, director comercial

¿Cómo fue tu entrada al negocio familiar? ¿Cuándo comenzaste formalmente en Apodaca?
“Desde adolescente estuve involucrado en los bailes que organizaba mi papá, eventos locales con grupos como Dinamita, Ramón Ayala y Tropical Panamá. A los 14 años, junto con mi hermano, produje nuestro primer evento en el Club de Leones de Santiago, Nuevo León, y mi papá nos daba responsabilidades reales, lo que se convirtió en nuestra verdadera escuela. A los 19 me incorporé de tiempo completo a la oficina, comenzando en ventas y booking, un área que siempre me apasionó y donde aprendí el negocio desde sus raíces. Así me fui formando poco a poco”.
¿Qué recuerdas de los artistas que manejaba tu papá en tus inicios?
“Mi papá era manager y booker a la vez, algo impensable hoy. Representaba a más de 25 artistas, entre ellos Bronco, Grupo Límite, Bobby Pulido, Los Barón de Apodaca, Ramón Ayala y Selena, de quien fue el único booker en México. Hay una gran historia con Selena: mi papá viajó a Estados Unidos, habló con don Abraham Quintanilla, escuchó sus tres discos, eligió lo que creía funcionaría en México, lo condensó en uno y lo lanzó aquí. Fue un éxito inmediato. Así es él: tiene un olfato único para conectar con la gente”.
¿Cómo está estructurado hoy Apodaca Group como compañía?
“Apodaca Group opera bajo un modelo de integración vertical. Además de Apodaca Booking, que es la parte de contratación de artistas, Apodaca Records que es nuestra disquera, y Apodaca Live, que es nuestra promotora, tenemos varias unidades de negocio especializadas: Roma 212, nuestra agencia BTL, que diseña toda la experiencia en sitio: desde los arcos de entrada hasta la ambientación; Tridente, compañía encargada de crear identidades, branding y estrategias de comunicación para diferentes industrias; Friday Social Scene, que gestiona influencers tanto para eventos como para campañas de marca, Búnker, que ofrece la infraestructura técnica de los festivales: escenarios, vallas, baños, pantallas y demás, y Amplify, que ofrece distribución, estrategias y desarrollo de artistas a través de lanzamientos digitales. Hoy tenemos la capacidad de montar un evento con nuestros propios recursos, tanto humanos como técnicos”.

¿Cómo se distribuyen actualmente los roles entre tú, Jesús y Blanca dentro de Apodaca Group? ¿Tu padre continúa teniendo alguna participación en la empresa?
“A nivel ejecutivo, soy el director comercial. Me encargo de booking, de la estrategia de contratación y de coordinar a los promotores en los eventos que producimos. Jesús está a cargo de la dirección administrativa y de la parte comercial con marcas: alianzas, patrocinios, operaciones de negocio y también nuestra disquera y editora. Supervisa Apodaca Records, Amplify y Huina Publishing, que cuenta con un catálogo importante con canciones de Vicente Fernández, Cristian Castro, Bronco y Límite. Blanca es la directora de finanzas. Lidera liquidaciones de eventos, contabilidad y administración de recursos. Aunque mi padre ya no está activo en la oficina, sigue siendo el presidente y el alma de Apodaca. Lo consultamos para decisiones importantes; es nuestro presidente honorífico y eso no cambiará”.
¿Ves viable la descentralización de festivales fuera de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey?
“Cada vez lo vemos más posible. Hace unos años era raro ver artistas anglos fuera del ‘triángulo’ tradicional, pero ahora ya llegan a plazas como Mérida, Tijuana, Puebla o Querétaro. Aun así, hay retos: los artistas que venden más de diez mil boletos suelen preferir la concentración de fechas en una sola ciudad por temas logísticos y de costos. Mover equipo, staff y producción completa entre ciudades eleva la inversión, por lo que a veces es más rentable hacer tres fechas en la capital que dividirse entre tres ciudades”.
“Desde Apodaca proponemos rotaciones: si un artista ya vino varias veces a Monterrey, sugerimos descansar esa plaza y llevarlo a otras ciudades con potencial. Nos ha funcionado. Hay ciudades que venden igual que las grandes, si les das contenido relevante. La clave es entender los tiempos, leer el mapa y animarse a diversificar. Yo creo que la descentralización seguirá creciendo; poco a poco, pero va”.

¿Cómo percibes el estado actual de la industria de conciertos en México y hacia dónde crees que se dirige en el futuro?
“Hoy, la industria del espectáculo en México vive uno de sus mejores momentos, pero también de los más exigentes. Ya no basta con tener al artista más grande, sino crear una experiencia inolvidable. La gente paga para vivir algo único, desde el diseño del recinto hasta las sorpresas del show. La competencia es global, por eso la clave está en innovar, cuidar cada detalle y apostar por el talento emergente. Si no los impulsamos, en unos años no habrá quién llene los escenarios”.
Blanca Flores, directora de finanzas

¿Recuerdas tu primer trabajo dentro de Apodaca Group?
“Todos los veranos, al terminar el ciclo escolar, mi papá veía ese tiempo como una oportunidad para que aprendiéramos en la oficina y apoyáramos en lo necesario. En mi caso, a diferencia de mis hermanos, no me tocó ir a los bailes, pero sí colaboraba en distintas áreas y aprendía un poco de todo. Recuerdo que ya mayor le pregunté a mi papá cuál sería mi rol en el negocio. Me respondió con una frase que nunca olvidé: ‘Primero gateas, luego caminas y después corres. Tienes que conocer de todo para poder crecer”. Formalmente empecé a trabajar en Finanzas después de graduarme. Aunque cada uno de mis hermanos se enfoca en aspectos específicos del negocio, siempre nos apoyamos y trabajamos en equipo para alcanzar nuestras metas”.
¿En qué momento entra Finanzas al proceso de hacer un concierto?
“Desde el día cero. En cuanto se empieza a gestar un evento, se forma un equipo con promotores, marketing, logística y finanzas. Se asigna a alguien de mi equipo que se encarga de dar seguimiento a todo lo financiero: proyecciones, presupuestos, gastos, corridas. Dos o tres días antes del evento ya debemos tener todo mapeado. porque hay artistas —especialmente los internacionales— que llegan el mismo día y quieren ver todo: cuánto se vendió, cuáles fueron los gastos, cómo quedó la corrida final”.
¿Qué se necesita para que un concierto sea rentable y cuáles son los errores más comunes que se deben evitar desde Finanzas?
“Lo más importante es tener claridad sobre todos los costos: desde el artista, la producción y la logística, hasta los impuestos, el recinto y la publicidad. A partir de ahí, proyectamos ingresos considerando la taquilla, pero también patrocinios, alimentos, bebidas y estacionamiento. Siempre trabajamos con tres escenarios: uno óptimo, uno conservador y uno negativo, para anticiparnos a cualquier riesgo”.
“Lo que suele fallar es cuando algo no se contempla en el presupuesto inicial. A veces aparece un impuesto local no previsto o un proveedor factura tarde, ya con los números cerrados. También hay imprevistos de clima o necesidades de último momento que impactan la experiencia del público: por ejemplo, llegar al sitio y darnos cuenta de que falta algo para el look & feel del evento. En esos casos, los costos se disparan, pero el precio del boleto y el aforo ya están definidos. Por eso, en Finanzas decimos que somos los ojos de Apodaca: revisamos lo que hacen todas las áreas y nos aseguramos de que todo esté previsto y controlado”.

Apodaca Group tiene una identidad muy familiar y tú trabajas directamente con tus hermanos. ¿Cómo logran equilibrar lo profesional con lo personal sin afectar la relación?
“Mis papás nos enseñaron que la familia es lo primero y que no hay espacio para la envidia. Cada uno tiene un rol claro en Apodaca, lo que nos permite trabajar con confianza y sin pisarnos. Compartimos la misma visión: cuidar y hacer crecer el legado de nuestro papá. Trabajar con mis hermanos es un privilegio. Además de familia, son mis mejores amigos. Nos llevamos muy bien dentro y fuera de la oficina y eso se refleja en todo. Ese mismo ambiente buscamos con nuestro equipo: que se sientan valorados, escuchados y parte de algo más grande”.
¿Cómo funciona el programa de voluntarios en Apodaca Group?
“Lo operan principalmente nuestras áreas de Recursos Humanos, a través de convenios con universidades. Las escuelas nos ayudan a convocar jóvenes interesados en participar en nuestros festivales y conciertos. Se integran en distintas áreas: accesos, camerinos, medios y logística, según su perfil y la necesidad de cada evento. Reciben un apoyo económico y, si su institución lo requiere, les firmamos las horas de servicio social. Pero más allá del trámite, buscamos que vivan la experiencia completa y se sientan parte del equipo. Varias personas que hoy trabajan en Apodaca empezaron así, pasando de voluntarios a staff fijo, especialmente en logística y producción. Para nosotros, es una forma de detectar talento joven y abrir la puerta a nuevas generaciones que quieren aprender cómo funciona esta industria”.

¿Qué retos ves hacia el futuro para Apodaca desde el área financiera?
“El principal reto es seguir creando eventos de altísima calidad, pero que también sean negocio. Que cada persona que compra un boleto se lleve una experiencia inolvidable y que eso también se refleje en nuestras finanzas. Queremos seguir creciendo, haciendo más conciertos, más festivales, abriendo más unidades de negocio, pero siempre con una visión clara de sostenibilidad. Que cada peso invertido tenga sentido. Ese es el compromiso”.
Jesús Flores (director administrativo)

¿Cuántas personas trabajan hoy en Apodaca y cómo reclutan nuevo talento?
“Actualmente somos cerca de 200 personas en todo el grupo, considerando todas las divisiones. Siempre buscamos talento joven, especialmente en producción, marketing, redes y booking. Muchos llegan como practicantes, por ejemplo del Tec de Monterrey, y terminan quedándose en la empresa. La industria del entretenimiento necesita gente creativa, apasionada por la música y con energía para resolver. Tenemos colaboradores que llevan décadas con nosotros, desde la época de mi papá, y otros que apenas comienzan. Ese equilibrio entre experiencia y frescura es parte de lo que nos define. Sin duda, el equipo de trabajo es el mayor valor de Apodaca Group”.
¿Qué alianzas han sido clave en ese proceso de crecimiento?
“Una de las más importantes ha sido con OCESA. Aunque ambos podemos montar un evento completo, aprendimos a dividir funciones, colaborar y complementarnos. Ha habido respeto y aprendizaje mutuo”.
“También la relación con Heineken México ha sido clave. Ellos adquirieron Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que operaba marcas como Tecate, Indio, Dos Equis y Carta Blanca. Cuando arrancamos con Pa´l Norte, la primera marca que nos apoyó fue Indio. Más adelante, el festival adoptó la nomenclatura de Tecate y, desde entonces, la colaboración con Heineken México se consolidó. Juntos hemos desarrollado festivales en otras ciudades”.
¿Por qué son tan determinantes los patrocinios para la industria de los conciertos en México?
“En nuestro país, los patrocinios no son un complemento: son fundamentales. A diferencia de otros países, aquí el precio del boleto no cubre los costos totales de un festival o concierto. Un artista puede cobrar lo mismo en Londres que en Monterrey, pero allá el ticket cuesta tres o cuatro veces más. Esa diferencia solo se compensa con marcas. Por suerte, compañías como Tecate, Indio, Dos Equis y Heineken han apostado fuerte por la música. Sin ese respaldo, muchos de los festivales y shows actuales no serían posibles”.

¿Cómo ha sido la relación de Apodaca Group con los recintos a lo largo del tiempo?
“Nuestra filosofía siempre ha sido trabajar con todos los foros y elegir el espacio que mejor se adapte a cada artista y evento. En Monterrey hemos hecho conciertos en casi todos los recintos importantes: BBVA, Universitario, Sultanes, Banorte, Arena Monterrey, Auditorio Banamex, Pabellón M, Showcenter y Parque Fundidora. Hemos tenido hasta seis eventos simultáneos en distintos foros de la ciudad. Eso no sería posible sin relaciones sólidas, acuerdos claros y una mentalidad flexible. Siempre buscamos condiciones justas para todos: promotor, recinto y, sobre todo, el artista”.
¿Cómo ha sido la alianza entre Apodaca Group y el Parque Fundidora para realizar Tecate Pa’l Norte y otros eventos, y de qué manera contribuyen a la preservación del espacio?
“Nuestra relación con el Parque Fundidora tiene muchos años. En los noventa, mi papá organizó ahí un baile con Bronco, cuando aún no existía la Arena Monterrey. Fue de los primeros en usar ese espacio para conciertos”.
“Cuando arrancamos con Pa´l Norte, el parque estaba cerrado a eventos. En el segundo año nos negaron el permiso y tuvimos que moverlo a San Pedro. Trabajamos para recuperar esa sede y, desde 2013, Fundidora ha sido su casa. Desde entonces, la colaboración ha sido muy positiva. Se establecieron reglas claras para preservar el espacio —pista, césped, animales— y hemos sido muy cuidadosos. La aportación económica también fue clave: el parque pasó de depender del gobierno a sostenerse con ingresos propios. Hoy, Fundidora es un símbolo de la ciudad y nos enorgullece haber contribuido a ello”.

¿Qué planes tienen para expandir Apodaca Group?
“La idea es replicar el modelo que hemos construido en México en otros países. En Estados Unidos ya dimos un paso fuerte: pasamos de tres eventos al año a más de cincuenta y esperamos cerrar 2025 con aún más. Queremos posicionarnos como una promotora capaz de operar giras completas en México y el extranjero, ofreciendo a los artistas una alternativa sólida para sus proyectos internacionales”.
“También tenemos la mira puesta en Europa. Aunque el modelo de negocio puede variar, la operación es la misma: atender al público y al artista. La expansión es parte de nuestra visión de largo plazo y ya trabajamos en ello”.
*Músico, productor, director musical y consultor en la industria de la música. Ha compuesto para más de 450 proyectos en televisión, cine y radio, incluyendo el Mundial de Qatar 2022, los Juegos Olímpicos de Tokio y el Abierto Mexicano de Tenis, además de campañas para Marvel, NFL, BBC y Apple. Es host del podcast ¨¿Qué es la música?¨, uno de los espacios más influyentes de habla hispana sobre creatividad e historias de la industria musical.