La inspiración está en todas partes: El “macromalismo” sonoro de Carlos Metta

Durante los años de confinamiento, cuando la globalización se detuvo y el mundo se encerró, Carlos Metta decidió emprender un viaje creativo a través de su vasta colección de grabaciones de campo. De esta exploración personal nació “Chingos de Changos”, un álbum que desafía las normas establecidas de la escena musical mexicana al mezclar sonidos de diferentes culturas y tradiciones.

Carlos realizó la mayor parte de las grabaciones con la grabadora DR-05 de Tascam y los micrófonos binaurales Roland CS-10EM, que le permitieron captar paisajes sonoros de manera efectiva y sutil en diversos entornos. “Utilicé micrófonos que podía colocar en mis oídos porque eran discretos y portables”, comenta. Esta elección técnica fue crucial para su proceso creativo, ya que le permitió grabar en situaciones donde otros micrófonos podrían haber sido demasiado intrusivos.

Carlos Metta empleó los teclados MicroKorg y Nord Electro HP para crear las bases melódicas y elementos electrónicos, que junto con una colección de instrumentos tradicionales, como la cítara eléctrica, el gimbri y la darbuka le dan un sonido global al disco. “Mi intención era explorar la musicalidad de cada rincón que visité”, explica. “La diversidad de instrumentos de percusión provenientes de distintas partes del mundo también juega un papel importante en la creación de este álbum”.

Las grabaciones abarcan experiencias vividas en países como Marruecos, India, Israel, Estados Unidos y México, así como samples de Indonesia, Perú y varios países europeos. “Al principio, trataba de capturar el sonido de un lugar como si fueran fotografías de paisaje: ambientes generales y grabaciones con muchos elementos, pero con el tiempo cambié el enfoque hacia sonidos específicos, particulares e incluso escondidos. Comencé a caminar grabando, a interactuar con la gente y grabar lo cotidiano. Casi como haber pasado a un estilo de grabación de retrato o ‘street’. Al haber hecho tantas grabaciones, me gusta pensar que el disco es una ‘colaboración involuntaria’ de cientos de personas”, añade.

“El disco tiene un poco de todo, desde experiencias tan cotidianas como la compra de un tapete hasta una ceremonia Kechak en Ubud, Indonesia, donde tanto los participantes como los asistentes entramos en un estado de trance. Fue una experiencia muy intensa, tanto por el ambiente como por los sonidos que se generaron”, recuerda Carlos. Cuando estuvo lista la grabación, la mezcla fue hecha por Carlos Metta y Santiago Rodríguez, y masterizado por Luis Herrera.

El proceso de producción fue un viaje en sí mismo, lleno de experimentación. “Fue interesante porque no hay una expectativa establecida; se puede experimentar”, menciona. Este enfoque ha permitido a Carlos Metta crear una obra que no solo redefine el paisaje sonoro mexicano, sino que también celebra la riqueza de las tradiciones musicales del mundo y la conexión humana que se encuentra en cada experiencia.

A través de “Chingos de Changos”, Carlos Metta invita a la audiencia a sumergirse en un universo sonoro donde la inspiración está en todas partes.

Equipo utilizado

  • Tascam DR-05
  • Roland CS-10EM
  • Interfaz UAD Apollo Twin
  • Api 512c
  • Mojave 305fet
  • AKG P170
  • MicroKorg
  • Nord Electro HP3
  • Pro Tools
  • Izotope Rx