Establecido en Los Ángeles, el productor e ingeniero de grabación y mezcla, 19 veces ganador del Grammy y Latin Grammy, ha generado una variada e impresionante lista de clientes a lo largo de los años: Stevie Wonder, Camila Cabello, Rosalía, Elvis Costello & The Roots, Lady Gaga, Michael Jackson, Plácido Domingo, Celine Dion, Harry Conick Jr, Mariah Carey, Shakira, Dr. Dre, D’Angelo, Armando Manzanero, Luis Miguel, Paco de Lucía, Stewart Copeland, Sheryl Crow, Beyonce, ChocQuibTown, Juanes, Calle 13, Illya Kuriaki & The Valderramas, Tim McGraw, John Legend, Alejandro Fernández, Juan Gabriel, Michael Bublé, Cristian Castro, Robbie Williams, Alejandro Sanz o Natalia Lafourcade, entre muchos otros. Además, Rafa Sardina cuenta con más de setenta nominaciones al Grammy y Latin Grammy por su trabajo con algunos de estos artistas.
Durante la más reciente sound:check Xpo, este reconocido profesional participó en una importante interesante masterclass, donde habló del que puede considerarse el nuevo perfil del profesional del sonido y la producción: un ser ecléctico, itinerante y autosuficiente.
Muchos de los proyectos me permiten viajar en intervalos mucho más cortos y efectivos, pues podemos hacer gran parte del trabajo de preproducción y de postproducción de manera online”.
Flujo de trabajo transformado
Enrolado en diversos proyectos, entre los que destaca la colaboración con el DJ brasileño Alok, en un disco que compila la voz de las tribus indígenas del Amazonas; una coproducción con Linda Ronstadt, otra con Alice Cooper y una más junto a Paty Cantú para el disco “Criollas”, sobre mujeres y folclore latinoamericano, Rafa compartió los elementos que nos permiten perfilar a los nuevos y futuros profesionales del audio y la producción.
“Afortunadamente estoy con infinidad de cosas, que me cuesta incluso recordar, pero muchos de los proyectos me permiten viajar en intervalos mucho más cortos y efectivos, pues podemos hacer gran parte del trabajo de preproducción y de postproducción de manera online con las herramientas que usamos hoy”, expone Rafa.
Para él, un factor decisivo ha sido la velocidad con la que en los últimos ocho años la evolución tecnológica y los efectos de la pandemia modificaron el flujo de trabajo y la colaboración. Así lo reflexiona: “Siempre estoy trabajando en una gran cantidad de proyectos, precisamente porque la evolución tecnológica que hemos vivido en los últimos quince años, más concretamente en los últimos ocho, nos han permitido trabajar de otras maneras. La pandemia forzó a que todo el mundo las adaptara, porque ya existían varias herramientas, pero al mismo tiempo obligó a dos sectores del mercado a avanzar para convertirlos en plataformas muy relevantes. La gente las adoptó de manera inmediata, no tuvieron más remedio que hacerlo, y obviamente evolucionó la manera de pensar de los artistas, los productores, los colaboradores y los músicos al respecto”.
“Yo sigo valorando en extremo la conexión humana y la de mayor inmediatez, pero hoy ocurren cosas especialmente mágicas que nos hablan de una complicidad a la hora de saber cómo trabajar y percibir las inquietudes y sensibilidades de otra persona. El trabajo online es igualmente válido y apto; nos permite hacer trabajos que de otra forma no serían viables. Por ejemplo, terminé un disco de rock con folk europeo donde hubo colaboraciones de artistas de Cabo Verde, Cape Town y Ghana, a los cuales no hubiésemos tenido acceso si no fuera gracias a la tecnología. Nos volvimos más eficientes a la hora de usar recursos que ya existían, sobre todo en el aspecto logístico y en el aspecto ergonómico”.
Yo sigo valorando en extremo la conexión humana y la de mayor inmediatez, pero hoy ocurren cosas especialmente mágicas que nos hablan de una complicidad a la hora de saber cómo trabajar y percibir las inquietudes y sensibilidades de otra persona”.
En este sentido, Rafa hace énfasis en factores como el uso de shortcuts, implementación de metodologías de comunicación múltiple como Source-Connect y Audiomovers, que hoy permiten responder a las preguntas: “cómo me conecto, cómo respondo y cómo me comunico con el director de una orquesta. Por ejemplo, cuando hago una grabación en la que hay múltiples personas y tiene que estar presente la comunicación, lo que hago es diversificar los métodos, dependiendo de si me voy a comunicar por Source Connect o por Audiomovers con la orquesta en sí, el productor local o la persona que ha sido el contratista de la orquesta localmente. Imaginemos que es una sesión con Budapest o Londres, establezco una conexión vía Source Connect con el control room, donde está realmente el ingeniero y tengo un feed con la mayor calidad posible y, al mismo tiempo, un video feed para tener un cue visual de lo que está ocurriendo en el cuarto, principalmente con la orquesta”.
“Gracias a esta comunicación, a través de un sistema de talk balk y de listen microphone, podemos comunicarnos el control room y yo, y a su vez, para no interrumpir facetas de ingeniería y de arreglos musicales, puedo estar en comunicación mediante un chat, con este feed, para todos los colaboradores que pueden ser un productor, un arreglista y un orquestador. Es decir, puedo tener comunicaciones dirigidas por cada persona involucrada y establecer claridad en las instrucciones, cambios, opiniones de lo que ha estado ocurriendo en la grabación de manera instantánea; eso por poner un ejemplo de gran complejidad, pero aplica también si vas a hacer una colaboración de un solo overdub con un colaborador a distancia, no necesitarás tantas líneas de comunicación, pero sabes cómo hacerlo”.
Entusiasta e impulsor de la innovación, Rafa ha sido parte de la evolución del audio inmersivo, donde aplaude el esfuerzo de plataformas como Audiomovers, que ya trabajan en soluciones para poder hacer streaming en audio inmersivo.
“Esas cosas sonaban a ciencia ficción desde que yo me fui adentrando con las primeras formas de inmersivo. Me tocó trabajar uno de los primeros lanzamientos que hubo en 5.1 en los años noventa, que lo hacíamos con máquinas donde codificábamos todo con una Tascam DA88. He venido trabajando una forma de audio inmersivo desde el comienzo, pero ahora sí que hemos entrado en una fase absolutamente diferente, en la que hemos refinado las posibilidades de hacer la experiencia inmersiva con Atmos y otras opciones, y la verdad es que el inmersivo ofrece una experiencia emocional muy diferente a lo que ofrece el estéreo. Quien no lo entienda así, es que no lo ha experimentado nunca. Hay que estar ahí, a la mitad de un cuarto experimentando eso”.
“Antes para mí el gran impedimento que existía con esta tecnología era que no todo el mundo pudiera disfrutarla o tener acceso a ella de forma fácil. Ahora, gracias a todas estas técnicas de codificación, se puede escuchar en sistemas estéreo con dos dispositivos. Para mi trabajo en el estudio, dentro de poco lo tendré ya con los requerimientos para Dolby Atmos. Por ahora, para realizar mis trabajos en este formato he utilizado otros estudios, no sólo por necesidad, sino también para probar y escuchar otros espacios y saber qué tipo de experiencias y set ups tienen otras personas, cómo eran las escuchas y cómo se percibían desde mi sentir y pensar”.
Nuevas generaciones, nuevas perspectivas
De su presencia como panelista en la vigésima edición de sound:check Xpo, queda el ejemplo de Rafa como un ser activo dentro de su comunidad que valora sobremanera los encuentros para compartir conocimiento y experiencias: “Para mí, estar con la gente en sound:check Xpo es una oportunidad impresionante, pues disfruto muchísimo del trato y de la comunicación con la gente nueva y la gente joven que está comenzando sus carreras y que viene con otro tipo de perspectivas, no sólo respecto a la ingeniería, sino a su forma de entender la vida y cómo se desenvuelven en ella”.
“La comunicación es diferente, los métodos de trabajo son diferentes y las inquietudes también. Entonces estas generaciones vienen con un lienzo totalmente en blanco que están creando y pintando en este momento, y que abre las puertas a grandes oportunidades ante lo que suele ocurrir en un medio artístico, que es la preconcepción de las cosas, algo contra lo que he luchado toda mi carrera y por eso digo que mi trabajo es tan ecléctico: que hoy puedo hacer un disco de rock y uno de clásico y luego uno de hip hop con Ana Tijoux, porque me apasiona la buena música y la creatividad”.
“Creo que lo que puedo aportar es una filosofía del por qué y cómo hago las cosas, sobre todo desde la razón en el aspecto más filosófico o introspectivo, y que puede aplicar en cualquier fase de una carrera en esto. A mí me costó treinta años llegar a este punto de descubrimiento, donde tengo una seguridad de las cosas, e incluso de lo desconocido, que está basado en ese crecimiento que he tenido y en el saber reconocer, muy claramente, la importancia de las cosas: qué es importante y qué no lo es, para así crear una jerarquía de pensamiento más crítico, a pesar de que lo que hacemos tiene que ser absolutamente intuitivo, pero podemos ayudarnos mucho con este pensamiento”.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco