Tweety González: una visita a México

Una de las leyendas del rock argentino, Tweety González, en algún momento conocido como “el cuarto Soda” y famoso por su trabajo con esta banda, Fito Páez y Gustavo Cerati, entre una enorme lista de músicos y bandas, estuvo recientemente en México para colaborar en la producción de las nuevas canciones del proyecto de música electrónica regional Centavrvs. La siguiente charla pone sobre la mesa un vistazo a los nuevos proyectos del músico y productor, su colaboración con Centavrvs y sus observaciones sobre el panorama actual de la música.

El trabajo con Centavrvs

“Hicimos algunos temas con Centavrvs y esperemos seguir haciendo más de ellos. En mi opinión, estamos en una época donde tener un álbum completo no es tan imprescindible como tener contenido. Eso es algo que ha cambiado en la industria musical. Para mí, el tema de la forma como se maneja un artista radica en tener continuidad. Quizá es más fácil tener un EP de cuatro canciones cada seis meses, que un disco cada tres años. Y siendo sinceros, con un artista en desarrollo, pocos escuchan un álbum completo”, inicia Tweety.

“Para el tema ‘El punto final’, de Centavrvs, trabajamos en un estudio cercano a Nueva York. Estuvimos un día grabando ahí. La ventaja de una banda como ellos es que siempre traen un sesenta por ciento del trabajo sonando, no vienen de cero. Mi trabajo es dar un punto de objetividad, desde alguien que no es del grupo. Soy más imparcial y más frío. A ellos les sirve eso; es una banda que trabaja mucho en la computadora y después van a la sala de ensayo. El tipo de música que ellos tocan es una que permite este tipo de cosas. En una banda típica de pop rock yo trabajo de una forma clásica: primero ensayo en la sala y luego paso todo a la computadora. Con ellos es al revés. Casi la misma forma en la que trabaja Benito Cerati”, continúa.

“Con Centavrvs, antes de grabar nos juntamos un par de veces antes a platicar las cosas, a editar lo que sobraba y lo que faltaba. Normalmente nos juntamos con artistas para que hagan cosas que sólo puedan hacer en el estudio, que muchos son bastante nerds también para eso”, bromea Tweety. “Con algunos artistas es directamente un ping pong, hacen trabajo previo y lo revisamos para elegir. Para mí el artista ideal es con quien puedes trabajar de igual a igual. Siempre saco jugo a eso. Les pongo tareas, les dejo editar sus voces, por ejemplo, y después concluimos en el estudio”.

Los proyectos de Tweety

“En este momento estoy haciendo tres EPs, porque también creo bastante en los formatos nuevos. Me parece que el EP es un formato promedio. No es ni un single ni es un disco y para como se está manejando la industria, muchas veces yo prefiero (siendo que tengo injerencia de cómo serán los tiempos de edición) sacar un EP todos los años, que un disco cada tres. Me parece que ahora necesitas tener contenido fresco todo el tiempo. Si lanzas un disco con unas diez canciones, es muy posible que a los tres o cuatro meses te quedes sin armas. A mí muchos chicos nuevos me preguntan cómo hacer que esto suene de cierta manera y yo les digo que los discos que yo he hecho y que suenan mejor tienen muchas horas, más de lo normal. No son el típico disco de un mes. ‘Ahí vamos’, de Gustavo Cerati, tiene nueve meses, de seis días por semana, catorce horas diarias. Él era un amante del estudio de grabación. Le gustaba tanto como tocar en vivo. Él amaba eso. Pero igualmente hay otros artistas que el estudio de grabación no le gusta tanto, sino tocar en vivo, que no tienen granes acercamientos a la tecnología y no cuentan con buenos equipos de audio en sus casas. Siempre a los chicos nuevos les digo que no necesariamente todos los discos que van a hacer les van a gustar”.

Tweety señala: “Yo no puedo estar más de un mes sin grabar. Y si no tengo nada para grabar me lo invento. Así nació mi sello”.

Acerca de Twitin Records

“Mi estudio es uno que está dentro de otro estudio, que se llama El Pie, propiedad de Alejandro Lerner y que tiene un control room enorme, el más grande de Argentina. Tiene unas consolas SSL de cuarenta canales, un órgano Hammond, una sala impresionante para grabar baterías y sesión de todos tocando en vivo, cosa que a mí me encanta. Siempre trato de tirar todo en vivo y después tratar de quedarme por lo menos con la batería y con el bajo. Siempre me gusta ver que las bandas tengan un sonido en sala, ya a la hora de tocar. Me gusta esa comunión de los músicos”

“Mi forma de trabajar en el estudio es la siguiente: “Hago el tracking de las bases en el estudio grande de Alejandro y luego me voy al mío, que está adentro. Tengo una mesa API, varios preamplificadores, todos los plug ins de Universal Audio, teclados Nord. Microfonía bastante amplia y divertida. Recientemente tuve que grabar en otro estudio y me di cuenta de lo rápido que grabo en mi base. Me molesta perder el foco por algo que no ande o algo que se demora. Algo importante para los que van a empezar a producir es tratar de mantener la sesión activa: nunca puede haber un segundo que esté en vano. Incluso organizar los descansos”, explica Tweety.

“Producir también se trata de administrar tiempo y el tiempo es dinero. Otra cosa que hay que desmitificar es que mucha, mucha gente cree que el audio es ingeniería de sonido, eso no es así. El productor se ocupa del audio y de la música. El tipo que se dedica solo a la música es un arreglista. Yo soy un híbrido”.

“Yo crecí teniendo la oportunidad de hacer mi carrera en vivo con dos genios como Fito Páez y como Gustavo Cerati. Con ellos ensayábamos con monitoreo personal cada quien y con nuestro ingeniero al tanto siempre. Fui afortunado de trabajar en estas condiciones desde que inicié”.

El panorama musical para Tweety

Respecto al panorama actual en la música, Tweety dice: “Francamente extraño la época del disco. Era todo más real. Ahora todo es más abstracto y me parece que estamos en una era de saturación de oferta. Hay más oferta que demanda. Hay música, más de la que necesitas. Más música de la que puedes escuchar […] Pasa algo, y es que la gente que tiene un acercamiento a la música fuera del mainstream o con un sentido más artístico es gracias a que alguien en su familia, o sus amigos, o alguien lo llevó a ese camino. El tipo que termina escuchando el hit del mes o música pasajera, o en quien la música no existe en su vida, es porque no tuvo en su infancia alguien que lo influyera”.

Sobre el tema de los estudios en Argentina, el músico comenta: “Es un ambiente súper competitivo. Hay estudios chicos por todos lados, muy bien ocupados. Hay estudios grandes, siguen estando los de siempre. El más grande es Romaphonic, que antes era Circo Beat , de Fito Páez. Tenemos en San Luis un estudio que hizo el gobierno (Casa de la música); un lugar impresionante en donde entra una orquesta sinfónica. Hay algunos en la Patagonia, de gente más romántica”.

Por último, Tweety habla de sus inclinaciones respecto a la música en Latinoamérica: “Nunca, ni ahora ni nunca, he impuesto algo ni he dicho lo que se tiene que hacer. Soy bastante amplio. Me parece que cada región tiene sus héroes. Latinoamérica es un lugar muy variado. Festivales como Vive Latino es una cosa muy variada, pero también dentro de un país abierto como México.

Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Michel Loeza

Dos canciones y en espera de más

A principios de este año, Centavrvs estuvo de regreso con su sencillo “El punto final”. El estreno mundial fue el 18 de enero en la estación de radio Beats 1, durante el programa de Ebro Darden y ha tenido una gran acogida entre sus fans. El tema fue grabado en The Samurai Hotel Recording Studio en la ciudad de Nueva York. Ahí, por coincidencia, se encontraron con Tweety González y decidieron producir la canción, que explora el sonido de la salsa en la época de los setenta y ochenta, el cual alcanzó un gran auge justamente en la ciudad de Nueva York. Para la grabación de este sencillo contaron con la colaboración de Rey David Alexandre, trombonista de Willie Colón. Cuatro meses después fue lanzada la canción “Quebrar las ventanas”, canto a la resistencia y a la libertad de acompañarse y de fluir. Ese manifiesto es el corazón que pulsa en esta nueva entrega que la banda grabó, esta vez en los estudios Panoram y Topetitud en la Ciudad de México y en la que participaron varios amigos músicos: en los coros colaboró Andrea Franz, con quien Demian estuvo de gira en el Voluma Tour de León Larregui, en la batería estuvo Luis Ledezma, “El Children”, quien toca la batería con Café Tacvba, y en los Saxofones y flauta estuvo Daniel Zlotnik, miembro del grupo de jazz Los Dorados y colaborador de varios proyectos como Natalia Lafourcade, Torreblanca y Ximena Sariñana.