Aleks Syntek, reinvención desde una filosofía personal

La década de los ochenta fue idealista. Aleks Syntek creció escuchando grupos new wave que surgieron en la era del sintetizador. Maduró con bandas como Depeche Mode, Tears for Fears, Eurythmics, OMD, Pet Shop Boys, Talk Talk y Duran Duran, a las que ahora decide retomar en esencia para grabar su flamante álbum Syntek + Syntek. En síntesis, explotar las sonoridades que se usaban en aquella época.

¿El reto? “No sonar a viejo, porque puedes caer en ese error”, advierte Aleks al principio de la entrevista; “encontré que hay muchos sonidos que se dejaron de usar y los sintes actuales están muy procesados. Es fácil hacer un disco en la computadora, con puros teclados virtuales. Magnífico, pero no tiene que ver con el sonido analógico que se logra con los sintetizadores clásicos”.

Lo cierto. “Es que hoy pueden usarse los recursos del calor, cuerpo y alma que tienen esos instrumentos antiguos”, recomienda, “con la conversión digital, los plug-ins y todas las ventajas que da la tecnología. De los últimos discos que he sacado, éste es en el que más me he involucrado para hacer las cosas artesanalmente, tomar los sintes y estar horas buscando los sonidos, porque aparte tuve el espacio para hacerlo. Desde enero del año pasado me enfoqué en ello. Tuve que retomar mis teclados y sacarlos del baúl”, sonríe; “fue una gran oportunidad para divertirme, porque es un trabajo artesanal estar moviendo filtros y diseñar sonidos en un Jupiter-8, un Juno-106 o el Prophet 5; así como un Moog y todos estos sintetizadores análogos”.

El motivo simple de gozar el proceso. “De retarme a pasármela bien. Lo disfruté mucho y creo que se siente. Es un disco de capas; eso lo aprendí de los artistas ochenteros. Para que en la primera escucha se queden cosas por oír y lo tengas que poner dos o tres veces para empezar a descubrir sonidos que no se habían notado en la canción”.

En Syntek, doce nuevos temas
“Por supuesto hubo muchas tendencias de los ochenta. Hicimos una canción en inglés con Madame Recamier y en todas, los teclados los toqué yo, mientras que las guitarras las tocaron Christian Petersen, Gaby Vega y Armando Ávila, que además de la mezcla tocó algunos instrumentos”.

Aleks también grabó varios duetos con piezas de la autoría de las compositoras que colaboraron con él: “Entre mis invitadas estuvieron: Pambo, Sofi Mayen y Malú”, asegura.

Con ensamble clásico. “Es un sello que quiero poner en mis discos: que haya una canción con instrumentos de orquesta sinfónica”, Aleks recuenta; “ahí me apoyó un artista que se llama Fernando Laura, que es director de orquesta e hizo los arreglos clásicos. Hay violines, chelos, cornos y timbales. Es lo único que grabé fuera de mi estudio: eso se hizo en el de Erik Rubín”.

Un chico Digital Performer
“El disco está grabado y mezclado en Digital Performer, siento que es un software diseñado para el músico y que me dio muchas posibilidades de trabajar creativamente”.

Gran equipo. “Me encanta trabajar con los preamplificadores Neve”, revela el creador de La Tormenta; “tengo un Neve 1176, que integra tecnología análogo-digital un buen convertidor. Cada sintetizador lo pasaba (igual que mis guitarras y la voz) por el 1176 con un poco de compresión del Urei 1620 vintage”.

No procesar demasiado. “El objetivo fue dejar el sonido lo más natural posible. Luego me pongo a jugar en la mezcla con los filtros, las ecualizaciones”, reflexiona; “y a pesar de ser un disco con sintetizadores, tiene muchas guitarras; tengo mis joyitas: usé una Gibson 335, que es mi favorita, pero también toqué  Les Paul, Fender Stratocaster, Telecaster y Gretch; todas vintage. En amplificadores usé un Vox AC 30, un AC15 y un Orange”.

En la voz. “Ocupé el micrófono Microtech Gefell 920 porque tiene un buen sonido para el tipo de voz que tengo”. Syntek + Syntek fue grabado junto a Armando Ávila en el estudio Mundo Lite de Aleks, pero la mayoría del disco fue mezclado en Estudios Cosmos, de Armando, viejo amigo del músico y quien conoce bien sus preferencias a la hora de la mezcla.

Más recursos
“Mi forma de trabajo es que hago el balance pre mezcla de lo que quiero y Armando, a la hora de mezclarlo, me capta la idea de lo que es lo más importante y le da el color y compresión a la mezcla final a partir de lo que hice en la grabación”, subraya el compositor; “nos facilita mucho el camino. Con el apoyo de Armando, las cosas salen a mi gusto”.

Completísimo. “Armando tiene un equipo periférico analógico muy importante”, describe Aleks. “Tiene Pultec, Urei, Shadow Hills y Fairchild. De procesadores de los ochenta, tiene Eventide y muchos más, pero así como tiene fierros, maneja un mundo de plug ins en la computadora. No se cierra a usar un ecualizador de plug in o uno externo y yo también soy partidario de usar del bufete de todos los platillos”.

Las mezclas, con una consola SSL 4000 análoga. “Algo importante es que las mezclas las vaciábamos a cinta de media pulgada para darle aún más calor análogo”, comparte la receta, “para después llevarlo a  digital y mandarlo a masterización. Creo que conservar esto hace una gran diferencia”.

Masterización. “La hicimos en Nueva York, en Sterling Sound, con un japonés que es la primera vez que trabajo y me encantó, es Tatsuya Sato, buenísimo”.

Aleks comparte experiencias. “También he trabajado con Greg Calbi, Ted Jensen, Vlado Meller y alguna vez en México, con Alejandro Giacomán”, y explica su amor por La Gran Manzana: “Nueva York tiene tal cantidad de trabajo cosmopolita, que está muy nutrida de un sonido mundial. Por eso me gusta”.

Muy satisfecho
“Creo haber logrado que Syntek + Syntek no suene viejo. No está dirigido a mi generación, nostálgica; que le gustaba las bandas de new wave de los ochenta, sino a los que ahora me siguen, porque he comprobado que mi audiencia más fuerte oscila entre los 16 y 23 años. Estoy compitiendo en las estaciones de radio músicos como Jessy & Joy, Reik y la demás jugada contemporánea juvenil. Me parece un privilegio absoluto”.
Redacción: Víctor Baldovinos